La estrategia europea para la ocupación

Evolución y cambios
  • Joan Antoni Alujas Ruiz

     Joan Antoni Alujas Ruiz

    Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universitat de Barcelona. Profesor del Departamento de Política Económica y Estructura Económica Mundial de la Universitat de Barcelona. En el ámbito docente, ha estado vinculado a la economía del trabajo y a las políticas de ocupación en la enseñanza de relaciones laborales y, por otro lado, a la política económica en los estudios de ADE y Economía. En cuanto a la investigación, su línea se centra en las políticas activas de ocupación y en los servicios públicos de ocupación. Ha publicado más de 20 artículos y algunos libros y capítulos de libros. También ha participado en la elaboración del Pla d’Ocupació de Catalunya 2006-2008 y en distintos proyectos de investigación financiados por el Ministerio de Educación y Ciencia y por la UB.

  • M. Mercè Jou i Torras

     M. Mercè Jou i Torras

    Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Barcelona. Directora de la Oficina Técnica de Asuntos Laborales y de Ocupación del Departamento de Trabajo, Industria, Comercio y Turismo de la Generalitat de Catalunya. También es miembro del Consejo de Trabajo, Económico y Social de Cataluña, evaluadora externa de la Agencia por la Calidad del Sistema Universitario en Cataluña y miembro del Club de Coyuntura del Colegio de Economistas de Cataluña.

    Ha publicado diversos artículos sobre diferentes aspectos del mercado de trabajo en revistas como Revista Económica de Banca Catalana, Nota de Economía del Departamento de Economía y Finanzas, Informes y Estudios del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, y Coyuntura Laboral del Departamento de Trabajo, Industria, Comercio y Turismo.

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Introducción

En los últimos años, y como consecuencia de la crisis económica, se ha producido una disminución de las tasas de ocupación y, de manera paralela, un aumento de las tasas de paro en la mayoría de los Estados miembros de la Unión Europea. Por tanto, los niveles de desocupación y la creación de puestos de trabajo más estables y de calidad son problemas que preocupan a todos los países de la Unión.
Uno de los aspectos más importantes de la política de cada uno de los Estados miembros y del conjunto de la Unión Europea es el diseño de los instrumentos que permiten conseguir una tasa de ocupación más elevada, que se mantenga a lo largo del tiempo hasta que los niveles de paro se puedan considerar de plena ocupación.
En este módulo trataremos de dar respuesta a los aspectos siguientes:
  • ¿Cuáles son los elementos más significativos a la hora de llevar a cabo una política de ocupación eficiente y eficaz?

  • ¿Por qué la Unión Europea creyó necesario establecer una estrategia conjunta para la ocupación?

  • ¿En qué consiste la estrategia europea para la ocupación (EEO) y cómo ha evolucionado a lo largo del tiempo?

  • ¿Cómo puede contribuir la responsabilidad social de las empresas a la consecución de los retos establecidos en la EEO?

Para dar respuesta a estas preguntas, a lo largo de este módulo se explicarán los principales desequilibrios del mercado de trabajo y sus consecuencias sociales y económicas, y también qué hay que hacer para corregir estos desequilibrios y cómo la Unión Europea consideró necesario llevar a cabo una actuación conjunta con el fin de conseguir unos resultados mejores.
Se empezará por sus fases iniciales de la Estrategia Europea de Ocupación, para llegar a la situación actual en la que la Unión Europea tiene planteados unos retos muy ambiciosos para el año 2020.

Objetivos

Los objetivos principales que se quieren obtener a lo largo de este módulo son los siguientes:
  1. Analizar, desde una perspectiva europea, la lucha contra el desempleo estructural, los mecanismos que se han establecido para combatirla, y las adaptaciones que han sufrido estos mecanismos.

  2. Ver cómo los cambios continuos que afectan al conjunto de la sociedad provocan constantemente desequilibrios en el mercado de trabajo, a los que los Estados miembros y el conjunto de la Unión tienen que dar respuesta. La evolución y los cambios en la Estrategia Europea de Ocupación (EEO) es el ejemplo más claro de ello.

  3. Constatar la importancia de la formación a lo largo de la vida para garantizar la ocupabilidad de las personas y la competitividad de las empresas, así como la necesidad de implementar medidas específicas para garantizar la inserción laboral de las personas con más dificultades como elemento de cohesión social.

  4. Comprobar la importancia que puede tener para la EEO y para el modelo social europeo la responsabilidad social de las empresas.

1.Los inicios de la EEO

Tomaremos como punto de partida la cumbre de Essen, celebrada en diciembre de 1994, en la que se apuntaron cinco áreas clave de intervención de los poderes públicos dirigidas a hacer frente a los problemas de la ocupación de la Comunidad de entonces, áreas que fueron ratificadas y desarrolladas en las cumbres comunitarias posteriores.
Las cinco áreas clave de intervención para hacer frente a la ocupación de la Comunidad Europea son las siguientes:
1) La mejora de las oportunidades de ocupación de la población activa.
2) El aumento de la intensidad de ocupación dentro del crecimiento global.
3) Una reducción de los costes laborales no salariales.
4) El aumento de la eficacia de la política de ocupación.
5) La aplicación de medidas particulares necesarias para ayudar a los jóvenes.
1) La mejora de las oportunidades de ocupación de la población activa mediante la promoción de la inversión en formación profesional. La clave es la adquisición de titulaciones profesionales, especialmente por parte de los jóvenes. Es necesario proporcionar formación inicial y continua a un número de jóvenes lo más elevado posible, lo cual ha de permitirles adaptarse a los cambios del avance tecnológico, con el fin de reducir el riesgo de perder su trabajo.
2) El aumento de la intensidad de ocupación dentro del crecimiento global, básicamente mediante una organización más flexible del trabajo; una política salarial que fomente las inversiones que crean ocupación (en la situación actual, eso significa que el aumento de los salarios esté vinculado al aumento de la productividad); la promoción de iniciativas, en particular en el ámbito regional y local, que creen puestos de trabajo que tengan en cuenta las nuevas necesidades (medio ambiente, servicios sociales, etc., también conocidas como nuevos filones de ocupación); y el fomento del autoempleo.
3) Una reducción de los costes laborales no salariales suficiente para garantizar que se produzca un efecto apreciable en las decisiones relativas a la contratación de trabajadores y, en particular, de los trabajadores no cualificados.
4) El aumento de la eficacia de la política de ocupación, evitando prácticas perjudiciales a la disposición a trabajar y pasando de una política pasiva de mercado de trabajo a otra activa.
5) La aplicación de medidas particulares necesarias para ayudar a los jóvenes, y especialmente a aquellos que abandonan la escuela prácticamente sin cualificación, ofreciéndoles trabajo o formación. La lucha contra el desempleo de larga duración se tiene que convertir en uno de los aspectos esenciales de la política de mercado de trabajo. Además, hay que prestar especial atención a la difícil situación de las mujeres desocupadas y de los trabajadores de edad avanzada.
Sin embargo, para crear ocupación hace falta una coordinación de las políticas económica y estructural. Desde principios de los años 90 se dispone de unos condicionantes macroeconómicos más estables que pueden hacer posible el éxito de la política de ocupación.
La política de ocupación necesaria en este contexto
En este contexto es necesario seguir con la modernización de los sistemas de ocupación europeos. La economía moderna se basa, cada vez más, en el conocimiento, en la que la información y la tecnología tienen un papel clave y, por otra parte, se hacen cada vez más necesarios cambios tanto en la organización del trabajo como en los niveles de cualificación y en la versatilidad de las personas. Como contrapartida, cada vez se utilizan menos los sistemas de producción en serie, basados, principalmente, en los hombres y en una cualificación única. Estos cambios rápidos de la demanda, sin embargo, no son contestados con la misma velocidad por parte de la oferta, con respecto a la mejora de las cualificaciones de la población activa.
En este mercado de trabajo de dos velocidades, radica una de las causas del problema de la ocupación en Europa. Por lo tanto, se impone un planteamiento nuevo y coordinado, que permita un salto cualitativo en la inversión en recursos humanos, en la formación, en el reciclaje y en la reinserción de los desocupados, hecho que comportará una mejora de la calidad de la oferta con respecto a las cualificaciones, lo cual ejercerá una influencia positiva en la competitividad de la economía.
Este cambio probablemente garantice el crecimiento sostenido de la ocupación a medio y largo plazo. Además, habrá que proporcionar suficientes perspectivas de colocación, sobre todo en el sector servicios, al segmento de población activa que no tiene esperanzas razonables de adquirir cualificaciones elevadas. Este esfuerzo se tendría que combinar con una evolución apropiada de los costes laborales.

1.1.Características que debe tener esta política de ocupación

Las características que debe tener la política de ocupación dentro de la estrategia europea son las siguientes:
1) Flexibilidad y seguridad de la ocupación.
2) Eficacia de los sistemas de formación.
3) Aumento de la eficacia y la eficiencia de los servicios públicos de ocupación.
4) Fomento del autoempleo.
5) Sustitución de medidas pasivas por medidas activas para promover la participación y el acceso a la ocupación.
6) Medidas específicas para los colectivos más desfavorecidos.
1) Flexibilidad y seguridad de la ocupación
Hay un cierto consenso en el sentido de que es necesario aumentar la flexibilidad de los mercados de trabajo europeos como condición estructural para el crecimiento de la competitividad y de la ocupación (las TIC lo han agudizado). También es cierto que hay indicios suficientes de que los mercados de trabajo europeos se van haciendo más flexibles en relación con la organización del trabajo, el marco regulador y la ordenación del tiempo de trabajo.
La mayoría de Estados miembros considera la expansión de contratos de trabajo flexibles como un elemento clave del cambio de las pautas de la ocupación, principalmente el que se manifiesta en la suavización de las normativas sobre trabajo a tiempo parcial y también en la desregulación de la jornada laboral. Otras reglamentaciones pueden afectar a la creación de ocupación y la rapidez con que las empresas ajustan sus plantillas en respuesta al cambio.
Ahora bien, aunque es necesario continuar en esta línea, también hay que dar un salto cualitativo que permita equilibrar el aumento de la flexibilidad de las empresas con la seguridad de la ocupación, no tanto en términos de ocupación indefinida (desarrollar el mismo puesto de trabajo a lo largo de la vida laboral) sino en términos de ocupabilidad (facilidad para encontrar un puesto de trabajo nuevo, basada en la cualificación y la versatilidad por parte del trabajador y en la oferta de nuevos puestos de trabajo por parte de las empresas).
La mezcla de una flexibilidad mayor con una ocupabilidad y seguridad mayores de la ocupación necesita un nivel adecuado de protección social. Es posible y necesario combinar una política de mercado de trabajo activa y eficiente con niveles altos de protección social, pero para conseguirlo se necesitan unos niveles altos de producción y consenso combinados con controles y normas de aplicación estrictos para limitar su coste presupuestario y evitar que se reduzca significativamente el incentivo para trabajar.
En definitiva, hace falta un replanteamiento de todas las estructuras que rodean el mercado de trabajo: protección por desempleo, tiempo de trabajo, protección social, seguridad y salud para adecuarlas a un mundo laboral que se va organizando de manera diferente. En este contexto se tiene que reformular el concepto de seguridad de la ocupación y hay que concentrar los esfuerzos para aumentar la ocupabilidad de los trabajadores y no para intentar mantener un lugar o lugares concretos.
2) Eficacia de los sistemas de formación
Cada vez es más evidente la necesidad de disponer de una mayor cualificación de la mano de obra. Ahora bien, un nivel de estudios elevado no constituye una garantía de ocupación, ya que en muchos casos la enseñanza y la formación recibidas no coinciden con las cualificaciones requeridas por el mercado de trabajo. Sin embargo, el riesgo de perder la ocupación es más elevado para las personas que tienen un bajo nivel de estudios que para los que poseen una titulación más elevada.
A lo largo de los últimos años, los Estados miembros han tomado muchas medidas con el fin de mejorar la estructura, la calidad y la adecuación de la formación profesional, tanto para los ocupados como para los desocupados. Sin embargo, no está claro que el ritmo actual de desarrollo de los recursos humanos y de los mecanismos institucionales existentes sean los necesarios para alcanzar los objetivos fijados.
La mejora de la eficacia de los sistemas de formación requiere dos tipos de acciones estrechamente relacionadas:
1) En primer lugar, hay que dar un salto cualitativo en la inversión en recursos humanos con el fin de aumentar el nivel general de las cualificaciones. Para eso, se necesita un sistema de educación y formación de más calidad y guiado por el mercado, con lo cual se dará una respuesta óptima a las necesidades geográficas, ocupacionales, sectoriales e individuales, hecho de que comporta una descentralización mayor de la gestión.
2) En segundo lugar, la mano de obra tiene que saber dar respuesta a las necesidades del cambio estructural continuo. Para eso, hacen falta acciones específicas para los parados y para aquellas personas que buscan su primera ocupación, pero también para los ocupados.
En ambos casos, sin embargo, las mejoras de contenido de la formación tienen que ser el resultado de la colaboración de las empresas y la administración.
En todo este proceso los individuos tienen que asumir más responsabilidades en la identificación y la satisfacción de sus propias necesidades de formación. Además, se tienen que utilizar, cada vez en mayor medida, nuevas tecnologías y formas más flexibles de enseñanza que reduzcan el tiempo de aprendizaje y mejoren el acceso.
Hace falta una nueva interacción entre trabajo y formación, en lugar de la antigua interacción trabajo y no-trabajo. El sistema educativo tiene que pasar por el aprendizaje y las empresas han de ofrecer más aprendizaje con la práctica. Hay que ofrecer a los parados un reciclaje para evitar el desempleo de larga duración y la pérdida de cualificaciones.
Es necesario desarrollar una nueva arquitectura de educación y formación permanentes, prestando especial atención a las mujeres, las personas de más edad y los discapacitados. Lo más urgente es detener la creciente obsolescencia de las cualificaciones de la población activa adulta, tanto de los que trabajan como de los parados, y también la de aquellos que se han retirado de la vida activa. Por otra parte, es importante detener el retroceso en la participación en el mercado de trabajo de los trabajadores de más edad (jubilaciones anticipadas, etc.).
3) Aumento de la eficacia y la eficiencia de los servicios públicos de ocupación
Todos los Estados miembros reconocen el papel fundamental de los servicios públicos de ocupación en la lucha contra el desempleo y en la consecución de un alto grado de flexibilidad en el mercado de trabajo.
Ante las críticas de ineficacia de estos servicios, los estados los han reformado, hecho que ha representado, a menudo, una descentralización mayor, la desreglamentación y la extensión progresiva del sector privado a las actividades de colocación, la oferta de asesoramiento más específica a los demandantes de ocupación, así como un esfuerzo para mejorar el nivel de orientación del cliente.
El objetivo es la consolidación de las cuatro funciones principales de los servicios públicos de ocupación: intermediación, información, asesoramiento y ejecución (que consiste en gestionar los programas activos en estrecha cooperación con las otras funciones y con el sistema de mantenimiento de los ingresos).
4) Fomento del autoempleo
Casi todos los Estados miembros practican una política de fomento del trabajo por cuenta propia, tanto para ayudar a los desocupados a encontrar trabajo como para estimular la creación de pequeñas empresas que incrementen las oportunidades de ocupación y, en algunos casos, como medida para reforzar la base productiva de la economía, especialmente en nuevas áreas de actividad.
5) Pasar de medidas pasivas a medidas activas para promover la participación y el acceso a la ocupación
La problemática que rodea al desempleo estructural obedece a dos factores: las personas (número) que quedan sin trabajo y la duración de los periodos de desempleo. Los desequilibrios de las políticas de mercado de trabajo pueden haberla agravado, ya que se han centrado en mantener los ingresos de la mayoría de los desocupados en vez de dar prioridad a la oferta de medios para adquirir nuevas cualificaciones. Este comportamiento puede haber fomentado la aparición del desempleo de larga duración y la exclusión social.
La creciente sensibilización sobre la relativa modestia de las políticas activas en el total del gasto de la mayoría de Estados miembros, así como el alarmante nivel del desempleo de larga duración, han inducido a muchos de ellos a tratar de traspasar parte de los gastos destinados a las medidas pasivas de mantenimiento de los ingresos a medidas activas para ayudar a encontrar trabajo.
El éxito de este cambio de políticas depende del éxito de los objetivos, del éxito de la interacción de las medidas activas y pasivas y del éxito y del reforzamiento de los instrumentos utilizados con el fin de modificar las preferencias individuales, por una parte, y de poner a disposición de los desocupados programas confeccionados a medida para encontrar una solución duradera de sus problemas, por la otra.
6) Medidas específicas para los colectivos más desfavorecidos
Tanto desde un punto de vista general como específico, el elemento clave para garantizar el éxito de las medidas existentes en el campo de la política de ocupación es la realización de actuaciones avanzadas en el tiempo. Así pues, es preciso hacer un mayor esfuerzo de anticipación y de activación de las medidas concretas.
Además, la eficacia de las políticas se tendría que medir no sólo con la colocación a corto plazo, sino también en términos de ocupabilidad a largo plazo.
a) Los jóvenes: se ha demostrado que una intervención adelantada en el tiempo es la clave para reducir el desempleo de los jóvenes y evitar que se acaben convirtiendo en desocupados de larga duración. Por lo tanto, la política de ocupación tiene que aumentar los esfuerzos por reducir el analfabetismo y el fracaso escolar, a la vez que aumentar los niveles de educación.
Con respecto a los jóvenes parados, hace falta que se adelanten todavía más las medidas activas, mientras que a los ocupados es necesario ofrecerles la posibilidad de desarrollar y mejorar sus cualificaciones.
b) Los desocupados de larga duración: las medidas curativas son necesarias e importantes, pero si la política de mercado de trabajo se limita a estas medidas, aparece el riesgo de enviar señales equivocadas a los demandantes de ocupación, a las empresas y a los servicios de ocupación, hecho que demora la actuación necesaria y se mantiene, de este modo, el desempleo de larga duración, e incluso se crea. Un ejemplo de todo ello lo constituye el gran número de personas (mayoritariamente, hombres) que disponen de una cualificación sin demanda y que se ven condenados a la inactividad de larga duración encubierta, muchas veces, detrás de diferentes conceptos –jubilación anticipada, incapacidad laboral, etc.–, cuando lo que haría falta es disponer de medidas eficaces para hacer volver a este colectivo al trabajo.
Las medidas anticipadoras pretenden parar los flujos de entrada al desempleo de larga duración actuando sobre el número de personas que se encuentran en esta situación, sobre la duración y sobre las probabilidades de quedarse desocupado. Además, hay que tener presente que este tipo de medidas puede ser más eficaz, en relación con su coste, si se actúa cuando la persona todavía conserva su confianza y su ocupabilidad.
Otros aspectos que hay que tener en cuenta para la prevención del desempleo de larga duración
El seguimiento sistemático de las personas expuestas al riesgo de desempleo de larga duración. Los servicios de ocupación han de tener capacidad suficiente para ofrecer orientación y asesoramiento de alta calidad y fomentar la participación de las empresas, las entidades y las instituciones públicas y privadas.
La combinación de medidas de formación y de experiencia laboral, ya que pueden ayudar a superar las reticencias a seguir una formación y motivar al desocupado de larga duración, y más teniendo en cuenta que los empleadores aprecian más la experiencia práctica que la formación pura.
La utilización de mercados de trabajo de transición, con ocupaciones de corta duración que ayudan a mantener o a recuperar la ocupabilidad.
c) Generalización de la igualdad de oportunidades: en este apartado, lo más importante es fomentar todavía más la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, sobre todo teniendo en cuenta las tendencias demográficas.
Las políticas más adecuadas son las que facilitan el acceso a oportunidades suficientes y adecuadas.
Además, es necesario ayudar a los individuos a conciliar las responsabilidades familiares y laborales (niños y personas mayores). Eso implica la revisión de las normas que, de manera directa o indirecta, penalizan a las personas cuando interrumpen el trabajo por maternidad o para cuidar de un familiar.

1.2.El Consejo Europeo de Ámsterdam

En el Consejo Europeo de Ámsterdam (junio de 1997), se aprobó el nuevo tratado de la Unión (el Tratado de Ámsterdam), que supuso una mayor valoración de las políticas de ocupación en la Unión.
La introducción de un título sobre la ocupación implicaba que los jefes de Estado y de Gobierno reconocían que el trabajo era un aspecto de interés primordial. El nuevo tratado refuerza la coordinación de las políticas nacionales de ocupación y prevé la definición de unas líneas directrices comunes.
En octubre de 1997, la Comisión Europea propuso unas líneas directrices para las políticas de ocupación a los Estados miembros para ser debatida y consensuada en la reunión extraordinaria del Consejo Europeo sobre la ocupación que tuvo lugar el mes de noviembre en Luxemburgo, conocida como la Cumbre de Luxemburgo.

2.La Cumbre de Luxemburgo

Con el documento de la Comisión como base, los diferentes estados hicieron sus aportaciones y en esta cumbre se acordó la coordinación de las políticas de ocupación de los Estados miembros a partir de 1998. Esta coordinación se tiene que llevar a cabo sobre la base de unas orientaciones comunes que tengan en cuenta los objetivos y los medios, o directrices, si bien inspirándose en la experiencia anterior del control multilateral de las políticas económicas para la convergencia hacia la unión económica y monetaria y el euro.
Es decir, que así como en Maastricht se fijaron unos indicadores que se tenían que alcanzar en materia de inflación, tipo de interés, déficit público, deuda pública y estabilidad de los tipos de cambio, en Luxemburgo se estableció un sistema similar, teniendo en cuenta, naturalmente, las diferencias entre la política económica y las políticas de ocupación, así como las diferentes situaciones de cada estado. Ahora bien, se ha fijado una voluntad de convergencia hacia unos objetivos comunes, verificables mediante un procedimiento común de evaluación de los resultados, y actualizados periódicamente. La aplicación de las directrices podrá variar según su naturaleza, sus efectos para los Estados miembros y sus destinatarios. También tendrán que respetar el principio de subsidiariedad y las competencias de los Estados miembros y de sus regiones en materia de ocupación, y tendrán que ser compatibles con las orientaciones generales de la política económica.
Las directrices aprobadas por el Consejo Europeo se tienen que incorporar a los planes de acción nacional para la ocupación, elaborados por los Estados miembros con una perspectiva plurianual. Los objetivos se cuantificarán siempre que sea posible y se plasmarán en medidas legales, administrativas o de otra naturaleza. Las diferencias entre las situaciones de los Estados miembros con respecto a los problemas enfocados en las directrices se reflejarán en unas soluciones diferentes, adaptadas a cada caso. Los Estados miembros fijarán los plazos para obtener los resultados deseados, teniendo en cuenta los medios administrativos y financieros de que dispongan. No obstante, es crucial para la coherencia y eficacia del proceso que todos los Estados miembros utilicen las directrices en el análisis de su situación y en la definición de sus políticas activas de ocupación en los respectivos planes de acción para la ocupación. La Comisión y el Consejo examinan cada plan nacional y presentan un informe conjunto. Finalmente, la Comisión plantea recomendaciones para revisar las directrices futuras.
Las directrices se estructuran en cuatro pilares:
  • mejorar la capacidad de inserción profesional;

  • desarrollar el espíritu de empresa;

  • favorecer la capacidad de adaptación de las empresas y de los trabajadores, y

  • reforzar las políticas de igualdad de oportunidades.

El primer pilar quiere combatir el paro juvenil y el paro de larga duración mediante la sustitución de medidas pasivas por activas y favorecer la inclusión de los grupos más desfavorecidos.
El segundo pilar quiere estimular la ocupación autónoma mediante la reducción de la burocracia y señalar nuevas fuentes de ocupación, especialmente en el sector servicios.
El tercer pilar pretende favorecer la adaptación a los cambios en el mercado laboral, mediante la modernización de la organización del trabajo con la participación de los agentes sociales.
El cuarto pilar pretende facilitar la entrada de más mujeres en el mercado laboral, la igualdad de trato y la conciliación de la vida laboral con la familiar.

3.La cumbre de Lisboa

En el Consejo Europeo de Lisboa, celebrado el mes de marzo del 2000, se fijó un objetivo nuevo en materia de ocupación, reforma económica y cohesión social con la finalidad última de preparar la economía y la sociedad europea para hacer frente al proceso de transformación en una economía basada en el conocimiento y las nuevas tecnologías.
El objetivo, tal como se menciona en las conclusiones del Consejo Europeo, es "convertirse en la economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, capaz de crecer económicamente de manera sostenible con más y mejores puestos de trabajo y con más cohesión social".
La estrategia que hay que seguir con el fin de conseguir este objetivo pasa por lo siguiente:
  • Mejorar las políticas relativas a la sociedad de la información y de investigación y desarrollo (I+D), así como acelerar el proceso de reforma estructural a favor de la competitividad y la innovación, y culminar el mercado interior.

Web de interés

Podéis encontrar más información sobre la estrategia europea de ocupación que se ha seguido desde la cumbre de Lisboa en la página web de la Unión Europea, en los apartados dedicados a la Comisión Europea:

https://ec.europa.eu/social/main.jsp?catId=101&langId=en.

  • Modernizar el modelo social europeo mediante la inversión en capital humano y la lucha contra la exclusión social.

  • Mantener las sólidas perspectivas económicas y las expectativas favorables de crecimiento mediante la aplicación de un conjunto de políticas macroeconómicas adecuadas.

Con respecto al capítulo concreto de la ocupación, el Consejo Europeo estableció la necesidad de impulsar el proceso de Luxemburgo, enriqueciendo las directrices y dotándolas de unos objetivos más concretos. Además, señaló que los interlocutores sociales se tienen que implicar más estrechamente en la elaboración, aplicación y seguimiento de las directrices.
En concreto, el Consejo Europeo instaba al Consejo y a la Comisión a lo siguiente:
  • Mejorar la ocupabilidad y reducir las deficiencias en materia de cualificaciones, en especial proporcionando a los servicios de ocupación una base de datos a escala europea sobre ocupaciones y oportunidades de formación; promover programas especiales a fin de que los parados alcancen el nivel de cualificación adecuado.

  • Dar más importancia a la formación continua como componente básico del modelo social europeo, entre otros medios, fomentando entre los interlocutores sociales acuerdos sobre innovación y formación continua, una gestión flexible de la jornada laboral y la alternancia entre puestos de trabajo, e introduciendo un premio europeo para las empresas particularmente innovadoras. El progreso hacia estos objetivos se tendría que evaluar de manera comparativa.

  • Aumentar la ocupación en los servicios, incluidos los servicios personales (en los cuales se detecta una carencia importante); se podría implicar la iniciativa privada.

  • Fomentar todos los aspectos de la igualdad de oportunidades, incrementar las posibilidades de reconciliar la vida laboral y la vida familiar, en especial estableciendo un nuevo marco de referencia para una mejor oferta de servicios de atención a la infancia.

El objetivo global de estas medidas debía ser, sobre la base de las estadísticas disponibles, aumentar la tasa de ocupación (calculada sobre la población de 16 a 64 años) para situarla al 70% como máximo en el 2010, así como aumentar las tasa de ocupación femenina hasta el 60% y situar la tasa de ocupación de las personas mayores de 55 años en el 50%.
Teniendo en cuenta los diferentes puntos de partida, los Estados miembros tenían que considerar la posibilidad de establecer objetivos nacionales para aumentar la tasa de ocupación. De esta manera, al incrementarse los efectivos laborales, se reforzará la sostenibilidad de los sistemas de protección social.
Para conseguir este reto se creía necesario, por una parte, avanzar en la economía del conocimiento y aprovechar todas las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías y, por la otra, elevar los niveles de ocupación, favorecer la inclusión social y modernizar los sistemas de protección social y los sistemas educativos.
De acuerdo con las conclusiones del Consejo Europeo de Lisboa, los aspectos fundamentales eran los siguientes:
1) Educación y formación para la vida y el trabajo en la sociedad del conocimiento
En este sentido, los Estados miembros tenían que adoptar las medidas necesarias para alcanzar los objetivos siguientes:
  • Un aumento anual considerable de la inversión per cápita en recursos.

  • El número de personas de dieciocho a veinticuatro años con una educación secundaria básica que no reciben una enseñanza o formación posteriores se tendría que reducir a la mitad como mucho en el 2010.

  • Las escuelas y centros de formación, muy conectados a Internet, se tendrían que convertir en centros de aprendizaje polivalentes accesibles a todo el mundo; por otra parte, se tendrían que establecer asociaciones de aprendizaje entre escuelas, centros de formación, empresas y centros de investigación.

  • Un marco europeo tendría que definir las nuevas cualificaciones básicas que se tienen que proporcionar con la formación continua.

  • Estimular la movilidad de estudiantes, profesores y personal de formación e investigación.

    Cada vez es más importante la formación a lo largo de la vida.
    Cada vez es más importante la formación a lo largo de la vida.
  • Se tenía que establecer un modelo europeo común de currículum para contribuir a la movilidad y ayudar a los centros de educación y formación y a los empresarios en la evaluación del conocimiento adquirido.

2) Más y mejores puestos de trabajo en Europa: desarrollo de una política activa de ocupación
En este sentido, hay que abordar cuatro ámbitos fundamentales, que son los siguientes:
  • Mejorar la ocupabilidad y reducir las deficiencias de cualificaciones, en especial proporcionando a los servicios de ocupación una base de datos a escala europea sobre ocupaciones y oportunidades de formación; promover programas especiales para permitir que los parados alcancen el nivel de cualificación adecuado.

  • Dar más importancia a la formación continua como componente básico del modelo social europeo, fomentando entre los interlocutores sociales acuerdos sobre innovación y formación continua y aprovechando la complementariedad entre la formación continua y la jornada laboral.

  • Aumentar la ocupación en los servicios, incluidos los servicios personales, donde hay una importante escasez.

  • Fomentar todos los aspectos de la igualdad de oportunidades y una posibilidad mayor de conciliar vida laboral y vida familiar.

3) Modernización de la protección social
Es necesario garantizar la viabilidad de los sistemas de protección social a largo plazo frente al envejecimiento de la población, promover la integración social y la igualdad de sexos y proporcionar servicios sanitarios de calidad.
4) Promover la integración social
En este sentido, hay que incluir la promoción de la integración social en las políticas de ocupación, educación, formación, sanidad y vivienda de los Estados miembros, y completarla a escala comunitaria mediante acciones a cargo de los fondos estructurales, dentro del actual marco presupuestario.
Asimismo, el Consejo Europeo instó a la Comisión Europea a elaborar un cuadro de indicadores estructurales que fuese el instrumento para realizar un seguimiento anual de los progresos conseguidos con respecto a los objetivos pactados en Lisboa.
La definición de los indicadores fue objeto de negociación hasta diciembre del 2002, cuando, finalmente, los ministros de Economía de los entonces quince Estados miembros pactaron un paquete de indicadores divididos en seis epígrafes.
Los indicadores relacionados con el mercado de trabajo son los siguientes:
1) Situación económica.
2) Ocupación. Los indicadores sobre los que se trabajará son:
  • Tasas de ocupación globales, por sexos y por edades.

  • Media de edad de jubilación.

  • Diferencia salarial entre sexos.

  • Imposición sobre las rentas más bajas.

  • Niveles de formación continua.

  • Siniestralidad laboral.

  • Tasas de paro.

  • Dispersión de las tasas de paro regionales.

  • Porcentaje de familias sin ninguna persona que trabaje.

3) Innovación e investigación.
4) Reformas económicas.
5) Cohesión social. Por lo que respecta al mercado de trabajo, se incluye:
6) Medio ambiente.
De conformidad con la agenda de reformas de Lisboa, la Comisión Europea adoptó una nueva estructura de la EEO, puesta en marcha en 1997, que habría de ser más operativa para poder enfrentarse a nuevos desafíos de la Unión Europea como las rápidas transformaciones económicas, el envejecimiento de la población, la ampliación de la Unión, etc. Tres objetivos globales ocupan un lugar central en el planteamiento propuesto:
1) Plena ocupación, continuando con los objetivos de Lisboa.
2) Calidad y productividad del trabajo, dada la necesidad de mejorar la calidad de los puestos de trabajo y de promover la competitividad de la Unión Europea.
3) Cohesión social mediante un mercado de trabajo inclusivo, con la finalidad de reducir las disparidades que existen en el acceso al mercado de trabajo de los colectivos más desfavorecidos.
La propuesta de la Comisión fue adoptada por los presidentes de Gobierno de los Quince en el Consejo Europeo de primavera del 2003 celebrado en Bruselas.
Para conseguir los tres objetivos, los Estados miembros deberán aplicar las siguientes directrices específicas que constituyen prioridades de actuación:
  • Medidas activas y preventivas en favor de los parados y de las personas inactivas.

  • Creación de ocupación y fomento del espíritu de empresa.

  • Promover la adaptabilidad y la movilidad en el mercado de trabajo.

  • Promover el desarrollo del capital humano y el aprendizaje permanente.

  • Aumentar la oferta de mano de obra y promover el alargamiento de la vida activa.

  • Promover la igualdad entre hombres y mujeres.

  • Promover la integración de las personas desfavorecidas en el mercado de trabajo y combatir la discriminación de la que son objeto.

  • Hacer que el trabajo resulte atractivo mediante incentivos fiscales y financieros.

  • Regularizar el trabajo no declarado.

  • Reducir las diferencias regionales en materia de ocupación.

La revisión y modificación de las directrices se produce en el año 2005, y se fijan unas directrices integradas por el crecimiento y la ocupación para el período 2005-2008 que serán el instrumento principal para el desarrollo y la aplicación de la Estrategia de Lisboa renovada. Este instrumento está integrado por directrices tanto de carácter macroeconómico como microeconómico, y directrices específicas para la ocupación. El seguimiento se realiza mediante los Programas nacionales de reformas.
Las directrices específicas para la ocupación son las siguientes:
  • Aplicar políticas de ocupación que conduzcan a la plena ocupación, la mejora de la calidad y la productividad del trabajo y al fortalecimiento de la cohesión social y territorial.

  • Promover un enfoque basado en el ciclo de vida.

  • Asegurar unos mercados de trabajo inclusivos, aumentar el atractivo del trabajo y lograr que este resulte remunerador para los demandantes de ocupación, en especial para las personas desfavorecidas y las personas inactivas.

  • Mejorar la adecuación a las necesidades del mercado de trabajo.

  • Promover la flexibilidad combinada con la seguridad de la ocupación y reducir la segmentación del mercado de trabajo prestando la debida atención al papel de los interlocutores sociales.

  • Asegurar que la evolución de los costes laborales y los mecanismos de fijación de salarios favorezcan la ocupación.

  • Ampliar y mejorar la inversión en capital humano.

  • Adaptar los sistemas de educación y formación en respuesta a las nuevas exigencias en materia de competencias.

En el período 2008-2010, se reforzaron los objetivos fijados en Lisboa mediante el establecimiento de tres prioridades de actuación:
  • Atraer a más personas para que se incorporen y permanezcan en el mercado de trabajo, incrementar la oferta de mano de obra y modernizar los sistemas de protección social.

  • Mejorar la adaptabilidad de los trabajadores y de las empresas a la coyuntura.

  • Aumentar la inversión en capital humano mediante la mejora de la educación y de las calificaciones.

4.La actual Estrategia Europea de Ocupación: Europa 2020

La Comisión propuso, en marzo del 2010, establecer una nueva estrategia para esta década, la Estrategia Europa 2020, que permita a la Unión Europea emerger más fuerte de la crisis y orientar su economía hacia un nuevo tipo de crecimiento económico.
La Estrategia Europa 2020 se sustenta en un conjunto integrado de políticas europeas y nacionales que los Estados miembros y la Unión Europea han de aplicar plenamente, con la finalidad de aprovechar los efectos de unas reformas estructurales coordinadas y una contribución más coherente de las políticas europeas a los objetivos de la Estrategia, teniendo en cuenta las posiciones de partida nacionales.
La Estrategia Europa 2020 propone tres prioridades que se refuerzan mutuamente:
1) Crecimiento inteligente: desarrollo de una economía basada en el conocimiento y la innovación.
2) Crecimiento sostenible: promoción de una economía que haga un uso más eficaz de los recursos, que sea más verde y competitiva.
3) Crecimiento integrador: fomento de una economía con un alto nivel de ocupación que comporte cohesión económica, social y territorial.
Para avanzar en las tres prioridades, la Comisión propone siete iniciativas emblemáticas. Las iniciativas vinculadas al crecimiento inteligente están relacionadas con la innovación, la educación y la sociedad digital. La primera es la Unión por la innovación, que quiere mejorar las condiciones generales y el acceso a la financiación destinada a investigación e innovación. La segunda es Juventud en movimiento, que pretende mejorar los resultados de los sistemas educativos. La tercera es Una agenda digital para Europa, que quiere acelerar la implantación de internet de alta velocidad.
Las iniciativas ligadas al crecimiento sostenible tienen que ver, por una parte, con el clima, la energía y la movilidad y, por otra, con la competitividad. La primera es Una Europa que aprovecha eficazmente los recursos, que quiere impulsar un cambio hacia una economía con bajas emisiones de carbono, con más peso de las energías renovables y una mayor eficiencia energética. La segunda es Una política industrial para la era de la mundialización, que pretende apoyar el desarrollo de una base industrial fuerte y sostenible capaz de competir a nivel mundial.
Finalmente, las iniciativas ligadas al crecimiento integrador se vinculan con la ocupación y las cualificaciones y con la lucha contra la pobreza. La primera es Una agenda para nuevas cualificaciones y ocupaciones, que quiere facilitar la adquisición de cualificaciones a lo largo de la vida para adecuar mejor la oferta y la demanda de trabajo. La segunda es la Plataforma europea contra la pobreza y la exclusión social, que pretende garantizar que los beneficios del crecimiento y de la ocupación sean compartidos y lleguen a todos.
La Comisión Europea propone un número limitado de objetivos principales de la Unión Europea que sean representativos desde la perspectiva de un crecimiento inteligente, sostenible e integrador. Estos objetivos han de poder ser medidos, ser capaces de reflejar las diferentes situaciones de los Estados miembros y que estén basados en datos fiables para poder efectuar comparaciones.
Los objetivos para el 2020 y que siguen los criterios mencionados son cinco:
1) Conseguir una tasa de ocupación de la población de entre 20 y 64 años de, al menos, el 75%, con una mayor participación de las mujeres y los trabajadores más mayores.
2) Alcanzar el objetivo de invertir el 3% del PIB en R+D mediante la mejora de la inversión del sector privado y la construcción de un indicador de seguimiento.
3) Objetivo 20-20-20: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 20% en comparación a los niveles de 1990; aumentar el peso de las energías renovables, en el consumo final, al 20%, y aumentar la eficiencia energética un 20%.
4) Reducir el abandono escolar al 10% y aumentar, hasta el 40%, la proporción de la población de entre 30 y 40 años con estudios superiores.
5) Reducir un 25% el número de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza.
El Consejo europeo aprobó las directrices para las políticas de ocupación de los Estados miembros el 21 de octubre del 2010 que, junto con las directrices generales para las políticas económicas (aprobadas el 13 de julio del 2010), conforman las directrices integradas de la Estrategia Europa 2020. El conjunto de orientaciones o directrices servirán como referencia para el diseño de los Programas nacionales de reforma. En concreto, las directrices en materia de ocupación son las siguientes:
  • Aumentar la participación de mujeres y hombres en el mercado laboral por medio de la reducción del paro estructural y el fomento de la ocupación de calidad.

  • Conseguir una población activa cualificada que responda a las necesidades del mercado de trabajo y promover el aprendizaje permanente.

  • Mejorar la calidad y los resultados de los sistemas educativos y de formación en todos los niveles e incrementar la participación en la enseñanza superior.

  • Promover la inclusión social y luchar contra la pobreza garantizando el acceso a servicios asequibles, sostenibles y de calidad también en el ámbito social.

5.Los Programas nacionales de reforma

El Programa nacional de reformas del Reino de España (PNR) pretende dar respuesta a las orientaciones de la Estrategia Europa 2020, mediante la incorporación de medidas dirigidas a que la economía española gane en eficiencia, flexibilidad y capacidad de competir, junto con otras dirigidas a superar las dificultades de financiación de los mercados financieros.
Las principales líneas de actuación previstas en el PNR del 2013 son las siguientes:
Líneas de actuación
Las principales líneas de actuación del PNR tienen que ver con lo siguiente:
  • Medidas de consolidación fiscal y de Seguridad Social.

  • Seguimiento de la reforma laboral.

  • Desindexación de la economía española.

  • Garantizar la unidad de mercado.

  • Alcanzar un entorno empresarial más favorable.

  • Modernizar y racionalizar la Administración pública.

  • Eliminar obstáculos al acceso y el ejercicio de la actividad profesional.

  • Mejorar el gobierno corporativo.

1) Medidas de consolidación fiscal y Seguridad Social: se pretende mejorar la disciplina presupuestaria de todas las Administraciones públicas, con medidas que aumenten los ingresos y ajusten los gastos. En materia de Seguridad Social, se inicia la regulación normativa del factor de sostenibilidad que tendrá en cuenta la evolución de la esperanza de vida y otros factores demográficos y económicos, a la hora de revisar los parámetros fundamentales del sistema de Seguridad Social.
2) Seguimiento de la reforma del mercado laboral: los objetivos prioritarios de la reforma son favorecer medidas de flexibilidad interna que permitan a las empresas adaptarse sin destruir ocupación de manera masiva, y mejorar la ocupabilidad de los trabajadores. La elaboración de nuevos indicadores de seguimiento, la mejora de las estadísticas de ocupación y el seguimiento de la jurisprudencia de los tribunales en relación con aspectos de la reforma laboral permitirá identificar los problemas de aplicación de la norma y corregirlos. Con esta finalidad, se elaborará un primer informe de evaluación de los efectos de la reforma laboral sobre los principales indicadores del mercado de trabajo, la creación de ocupación, la disminución del paro y de la tasa de temporalidad.
3) Desindexación de la economía española: introducción de un nuevo índice de referencia que sustituye al IPC en las actualizaciones periódicas de ingresos y gastos, precios, tarifas, tasas y rentas de las Administraciones públicas. El objetivo es una moderación de precios que evite los efectos de segunda ronda y ayude así a acelerar la recuperación de la competitividad.
4) Garantizar la unidad de mercado: el objetivo es garantizar el libre establecimiento y la libre circulación de operadores en el territorio español mediante la eliminación de las trabas, y asegurar que no se establezcan nuevos obstáculos.
5) Lograr un entorno empresarial más favorable fomentando y facilitando la creación de empresas, y que los proyectos viables se puedan desarrollar plenamente e internacionalizarse. Las medidas fiscales y financieras contenidas en la ley de Apoyo al emprendedor serán los instrumentos.
6) Modernizar y racionalizar la Administración pública: se pretende hacer una reforma racionalizadora y que ahorre gasto público, que evite duplicidades y garantice un control presupuestario más riguroso.
7) Eliminar obstáculos al acceso y ejercicio de la actividad en un número elevado de profesiones por medio de la Ley de Colegios y servicios profesionales..
8) Mejorar el gobierno corporativo: el objetivo es mejorar la eficacia y la responsabilidad en la gestión de las empresas españolas y situarse en los estándares más elevados a nivel internacional en relación con los criterios y principios del buen gobierno.
En el ámbito estricto de las políticas de ocupación, y al margen del seguimiento de la reforma laboral, se establecen las siguientes medidas:
  • Elaboración de una estrategia plurianual de activación para la ocupación 2014-2016 que modificará la estructura del gasto en políticas activas, basándose en los resultados de la evaluación de la efectividad de las diferentes medidas.

  • Fomento de la inserción laboral mediante una formación que se adapte a las necesidades de los sectores productivos. Con esta finalidad, se impulsará el desarrollo y el seguimiento de la calidad y del impacto de la formación profesional dual; se revisará el modelo de formación de trabajadores parados y ocupados y se tomarán medidas para mejorar la cualificación profesional y la ocupabilidad de los jóvenes, y se reformará la legislación sobre certificados de profesionalidad.

  • Vinculación de las políticas activas y pasivas de ocupación con el objetivo de mejorar la búsqueda activa de empleo, por medio de la introducción de un nuevo sistema de gestión de las prestaciones de paro que permita detectar mejor los incumplimientos de las obligaciones de los beneficiarios.

  • Mejora de la intermediación laboral con la creación de un Portal Único de Ocupación con una base de datos común que incluya todas las ofertas de formación y de ocupación, y la puesta en marcha de colaboración público-privada en el ámbito de la intermediación.

  • Fomento de la ocupación y del emprendimiento de los jóvenes, por un lado, estimulando la contratación laboral, en especial en contratos a tiempo parcial con vinculación formativa y el contrato en prácticas, y por otro, fomentando la auto-ocupación con una cuota fija a la Seguridad Social de 50 euros durante los seis primeros meses, o compatibilizando la prestación de paro con el inicio de una actividad por cuenta propia.

6.La evaluación de los Programas nacionales de reforma

La Estrategia Europea de Ocupación define un marco, el método abierto de coordinación, que permite a los países de la Unión Europea compartir información, debatir sus políticas de ocupación y coordinarlas. El proceso se inicia con el Estudio prospectivo anual sobre el crecimiento y la creación de ocupación. El segundo paso es la elaboración del informe conjunto sobre la ocupación al que sigue la presentación de los Programas nacionales de reforma (PNR) por parte de los gobiernos. Finalmente, la Comisión analiza su adecuación a la Estrategia Europa 2020 y presenta recomendaciones específicas para cada país.
El informe conjunto sobre la ocupación, que forma parte del Estudio prospectivo anual sobre el crecimiento, se basa en una evaluación de la situación de la ocupación en la aplicación de las directrices de ocupación y en el estudio de los proyectos de programas nacionales de reforma. Las prioridades y orientaciones políticas que han de estar presentes en los PNR de los Estados miembros para el año 2014 son las siguientes:
1) Un saneamiento presupuestario diferenciado que favorezca el crecimiento, por ejemplo, mediante el desplazamiento de la carga impositiva del trabajo a bases imponibles al consumo y la propiedad. A la vez, es necesario mantener las inversiones a largo plazo en educación, investigación, innovación y energía, y atender las necesidades de las personas más vulnerables.
2) Restablecer las condiciones normales del crédito en la economía requiere el saneamiento de los bancos, por medio de la reestructuración de sus balances y recapitalizándose. Es importante, pues, crear alternativas a la financiación bancaria como opciones de capital riesgo, obligaciones para las pymes y mercados de valores alternativos.
3) Fomentar el crecimiento y la competitividad actuales y futuras supone desarrollar actividades intensivas con conocimiento y de elevada productividad para la economía. Para esta finalidad, cabe mejorar la eficiencia energética y la gestión de los recursos. Por otra parte, hay que mejorar la aplicación de la Directiva de servicios para fomentar la competencia. Finalmente, resulta fundamental acelerar la modernización de los sistemas nacionales investigación ajustándolos a los objetivos del Espacio Europeo de Investigación.
4) Luchar contra el paro y las consecuencias sociales de la crisis requiere, en primer lugar, potenciar las políticas activas, mejorar el funcionamiento de los servicios públicos de ocupación y aplicar el Plan de garantía juvenil. En segundo lugar, hay que garantizar que la evolución de los salarios vaya ligada a la productividad. En tercer lugar, continuar modernizando los sistemas educativos y de formación. Finalmente, cabe reforzar los vínculos entre la asistencia social y las medidas de activación para favorecer a los más vulnerables.
5) Modernizar la Administración pública mediante la implantación de los servicios de administración pública electrónica y el aumento del uso de las TIC. Por otra parte, hay que simplificar el entorno empresarial reduciendo la burocracia por medio de la introducción de procesos y reglamentos más fluidos.
La Comisión Europea ha establecido un ciclo anual de coordinación de las políticas económicas denominado el Semestre Europeo. La Comisión analiza detalladamente los Programas nacionales de reforma de los Estados miembros y les ofrece sus recomendaciones para el año siguiente. El calendario del Semestre Europeo es el se detalla a continuación:
  • A finales de año, se publica el Estudio prospectivo anual que establece las prioridades de la Unión Europea para el año siguiente.

  • En el mes de marzo, los jefes de Estado y de Gobierno presentan las orientaciones de la Unión Europea para las políticas nacionales, basadas en el denominado Estudio prospectivo que el Consejo Europeo analizará.

  • En el mes de abril, los Estados miembros presentan sus Programas nacionales de reforma.

  • Entre los meses de mayo y junio, la Comisión evalúa los programas y presenta, si es necesario, recomendaciones dirigidas a cada país. El Consejo los debate y los aprueba seguidamente.

  • A finales de junio o principios de julio, el Consejo adopta oficialmente las recomendaciones específicas para cada país.

Si los Estados miembros ignoran las recomendaciones y no toman medidas en el plazo señalado, pueden recibir advertencias.

7.Responsabilidad social de las empresas

Según la definición de responsabilidad social de las empresas (RSE) de la Comisión Europea, "la responsabilidad de las empresas por sus impactos en la sociedad", las empresas han de integrar de manera voluntaria las preocupaciones sociales, medioambientales y éticas en sus operaciones comerciales y en las relaciones con sus interlocutores.
La RSE es importante porque refleja los valores fundamentales de la sociedad donde queremos vivir. Es importante que cada empresa, grande o pequeña, pueda mejorar su rendimiento económico, ambiental y social, a corto y largo plazo, mediante productos y servicios innovadores, nuevas cualificaciones y el compromiso de las partes interesadas.
La Comisión Europea considera que el potencial de las empresas puede y ha de ser aprovechado mejor en favor del desarrollo sostenible i de la estrategia de crecimiento y ocupación contemplada también en la Estrategia Europa 2020. La práctica de la responsabilidad social (RSE) de las empresas puede contribuir a conseguir diferentes objetivos:
  • Crear mercados laborales más integrados y niveles mayores de inclusión social.

  • Inversión en el aprendizaje permanente y en la ocupabilidad.

  • Mejora de la salud pública fruto de iniciativas voluntarias de las empresas.

  • Más rendimiento de la innovación.

  • Utilización más racional de los recursos naturales y menor contaminación.

  • Mejor imagen de las empresas y de los empresarios en la sociedad.

  • Respeto a los derechos humanos y a unas normas laborales básicas.

  • Reducción de la pobreza y avance hacia los objetivos de desarrollo.

Un paso decisivo es la creación de una Alianza Europea para la RSE operativa desde el año 2006. Una Alianza abierta a empresas que comparten una misma ambición: hacer de Europa un polo de excelencia de la RSE que dé soporte a unas empresas competitivas y a la economía de mercado.
La agenda de la Comisión en materia de RSE, para el período 2011-2014, pretende incidir sobre los siguientes aspectos: aumento de la visibilidad de la RSE y difusión de las buenas prácticas; mejorar los niveles de confianza en las empresas; mejorar los procesos de autorregulación y corregulación; mejorar la divulgación de la información social y medioambiental de las empresas; promover la educación, la formación y la investigación en el ámbito de la RSE; remarcar la importancia de las políticas nacionales y regionales en la materia, y mejorar la alineación de los enfoques europeo y global de la RSE.
Este debate está también vinculado con la reflexión de la Comisión en el Libro blanco sobre la gobernancia en la Unión Europea. Al contribuir considerablemente a crear un clima favorable al espíritu de empresa, la responsabilidad social de las empresas está también relacionada con el objetivo de la Comisión de crear "la Empresa Europa"; es decir, una Europa dinámica, innovadora y abierta.

7.1.¿Qué se entiende por responsabilidad social de las empresas?

La mayor parte de las definiciones hacen referencia a una integración voluntaria, por parte de las empresas, de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y las relaciones con sus interlocutores.
Ser socialmente responsable, por lo tanto, va más allá del cumplimiento de la normativa vigente y significa invertir más en capital humano, en el entorno y en las relaciones con los interlocutores. Por otra parte, la experiencia adquirida sugiere que ir más allá del cumplimiento de la legislación puede aumentar la competitividad de las empresas y que la aplicación de normas más estrictas que las descritas en la legislación de ámbito social –por ejemplo, en materia de formación, condiciones laborales o relaciones entre la dirección y los trabajadores– puede tener un impacto directo en la productividad. En definitiva, abre una vía para administrar el cambio y conciliar el desarrollo social con el aumento de la competitividad.
La responsabilidad social debe pertenecer a todos los tipos de empresa y todos los sectores de actividad, desde las pymes a las empresas multinacionales. Este hecho es muy importante si tenemos en cuenta que las pequeñas y medianas empresas, incluidas las microempresas, son las que más contribuyen a la economía (crecimiento del PIB) y a la creación de ocupación.

7.2.Responsabilidad social de las empresas: dimensión interna

Dentro de la empresa, las prácticas responsables en el ámbito social afectan en primera instancia a los trabajadores y se refieren a cuestiones como la inversión en recursos humanos, la salud y la seguridad, y la gestión del cambio.
1) Gestión de los recursos humanos
Actualmente, uno de los desafíos más importantes a los que se enfrentan las empresas es conseguir trabajadores cualificados y que se mantengan a su servicio a lo largo del tiempo. En este contexto, las medidas adecuadas podrían incluir el aprendizaje permanente, la responsabilización de los trabajadores, la mejora de la información de la empresa, un equilibrio mayor entre trabajo, familia y ocio, una diversidad mayor de recursos humanos, la igualdad de retribuciones y de perspectivas profesionales para las mujeres, la participación en los beneficios o en el accionariado de la empresa y la consideración de la capacidad de inserción profesional y la seguridad en el puesto de trabajo.
Las prácticas responsables de contratación, en particular las no discriminatorias, podrían facilitar la contratación de personas pertenecientes a colectivos de minorías étnicas, trabajadores de más edad, mujeres, desocupados de larga duración y personas desfavorecidas. Estas prácticas son fundamentales para alcanzar los objetivos de reducción del desempleo, de aumento de la tasa de ocupación y de lucha contra la exclusión social previstos en la EEO.
En el ámbito del aprendizaje permanente, las empresas tienen que desempeñar un papel fundamental en diversos niveles: contribuir a una mejor definición de las necesidades de formación mediante una asociación más estrecha con los agentes que diseñan los programas de educación y formación, fomentar el paso de los jóvenes de la vida escolar a la vida laboral (por ejemplo, facilitando el acceso a lugares de aprendizaje), valorar el aprendizaje, en particular mediante la acreditación del aprendizaje práctico previo y creando un entorno que estimule el aprendizaje permanente de todos los trabajadores, en particular de los que tienen un nivel educativo y de titulación más bajo, y también de los de más edad.
2) Salud y seguridad en el puesto de trabajo
Tradicionalmente, la salud y la seguridad en el puesto de trabajo se han abordado fundamentalmente mediante instrumentos legislativos. Sin embargo, la tendencia a subcontratar tareas a contratistas y proveedores, por ejemplo, lleva a que las empresas dependan más del comportamiento de sus contratistas en el ámbito de la salud y la seguridad, sobre todo cuando trabajan en las instalaciones de la empresa.
Las empresas, los gobiernos y las organizaciones profesionales buscan cada vez en mayor medida maneras complementarias de promover la salud y la seguridad y las utilizan como condiciones para adquirir productos y servicios de otras empresas y para promocionar sus propios productos o servicios. Estas acciones voluntarias se pueden considerar complementarias de la normativa y las actividades de control de las autoridades públicas, porque también tienen por objeto la prevención; es decir, el aumento del nivel de la salud y la seguridad en el puesto de trabajo.
A medida que aumentan los esfuerzos para mejorar la salud y la seguridad en el puesto de trabajo y la calidad de los productos y servicios, se multiplican también las presiones con la finalidad de que se mida, documente y comunique esta calidad en el material promocional de la empresa. Se han incluido, en diversa medida, criterios de salud y seguridad en el puesto de trabajo dentro de los sistemas de certificación y en los sistemas de etiquetado de productos y de equipo existentes. Asimismo, se han iniciado programas de certificación de los sistemas de gestión y de los subcontratistas basados, sobre todo, en la salud y la seguridad en el puesto de trabajo.
3) Adaptación al cambio
La gran reestructuración que tiene lugar en Europa suscita preocupación entre los trabajadores, dado que el cierre de una fábrica o los recortes importantes de mano de obra pueden provocar una crisis económica, social o política grave en los ámbitos territoriales directamente afectados. Son pocas las empresas que, a lo largo del tiempo, no necesitan una reestructuración, acompañada a menudo de una reducción de la plantilla.
Según un estudio, menos del 25% de las operaciones de reestructuración consiguen sus objetivos de reducción de costes, incremento de la productividad y mejora de la calidad y del servicio al consumidor, ya que a menudo se ven lesionados aspectos como la moral, la motivación, la lealtad, la creatividad y la productividad de los trabajadores.
Reestructurar desde un punto de vista socialmente responsable significa equilibrar y tener en cuenta los intereses y preocupaciones de todos los afectados por los cambios. En la práctica, la forma es a menudo tan importante como el fondo para el éxito de las reestructuraciones. En particular, conviene buscar la participación y la implicación de todos los afectados mediante una información y una consulta abiertas. Además, las reestructuraciones se tienen que preparar bien, identificando los riesgos más importantes, calculando todos los costes directos e indirectos de las estrategias y medidas alternativas, y evaluando todas las opciones que permitirían reducir los despidos necesarios.
La experiencia ha demostrado que las reestructuraciones resultan menos traumáticas si en ellas colaboran las autoridades públicas, las empresas y los representantes de los trabajadores. Este proceso tendría que tratar de salvaguardar los derechos de los trabajadores, a los que habría que ofrecer cursos de reciclaje profesional si es necesario; modernizar los instrumentos y los procesos de producción para desarrollar las actividades de emplazamiento; obtener financiación pública y privada, y establecer procedimientos de información, diálogo, cooperación y asociación. En definitiva, las empresas tendrían que asumir su cuota de responsabilidad con respecto al mantenimiento de la ocupabilidad de su personal.
Si se comprometen con el desarrollo local y con las estrategias activas de ocupación garantizando su participación en las asociaciones a favor de la ocupación local o la inclusión social, las empresas pueden atenuar las consecuencias sociales y locales de las reestructuraciones de gran dimensión.

7.3.Responsabilidad social de las empresas: dimensión externa

La responsabilidad social se extiende hasta el ámbito local e incluye, además de los trabajadores y accionistas, un amplio abanico de interlocutores: socios comerciales, proveedores, consumidores, autoridades públicas y ONG defensoras de intereses sociales y medioambientales. En un mundo caracterizado por las inversiones multinacionales y las cadenas de producción planetarias, la responsabilidad social de las empresas tiene que sobrepasar también las fronteras de Europa. El rápido avance de la mundialización ha estimulado el debate sobre el papel y desarrollo de una gobernancia mundial. La definición de prácticas voluntarias en el ámbito de la responsabilidad social de las empresas se puede considerar una contribución a esa cuestión.
La responsabilidad social de las empresas engloba también la integración de las empresas en su entorno local. Las empresas contribuyen al desarrollo de las comunidades donde se sitúan físicamente, proporcionando puestos de trabajo, salarios, prestaciones e ingresos fiscales. Por otra parte, las empresas dependen de la salud, la estabilidad y la prosperidad de los ámbitos en los que operan. Por ejemplo, la mayor parte de sus contrataciones tienen lugar en el mercado de trabajo local; en este sentido, están directamente interesadas en el hecho de que en su entorno haya personas con las competencias que necesitan. Además, las pyme encuentran a menudo a la mayoría de sus clientes en la zona donde están ubicadas físicamente. La reputación de una empresa en su entorno geográfico y su imagen como empresario, productor y agente de la vida local ejerce una influencia en su competitividad.
Muchas empresas se comprometen con la sociedad local, entre otras posibilidades, por medio de la contratación de personas con problemas de exclusión social, el ofrecimiento de servicios de guardería a sus trabajadores, etc.
El establecimiento de relaciones positivas con la comunidad local y la consiguiente acumulación de capital social es especialmente importante para las empresas no locales. Las sociedades multinacionales utilizan cada vez más estas relaciones para cimentar la integración de sus filiales en los diferentes mercados en los que se hallan presentes. Por lo tanto, el conocimiento de los agentes locales, las tradiciones y los recursos del entorno local es un activo que las empresas pueden capitalizar.

7.4.Gestión integrada de la responsabilidad social

A medida que la responsabilidad social vaya formando parte de la planificación estratégica de las empresas y de sus operaciones cotidianas, los directivos y los trabajadores tendrán que adoptar decisiones empresariales basándose en criterios que se añadirán a los que tomaban tradicionalmente. En este sentido, los modelos tradicionales de comportamiento empresarial, gestión estratégica y, incluso, ética empresarial no siempre proporcionarán formación suficiente para administrar las empresas en este nuevo entorno.
Para poder responder a esta necesidad, será necesario formar a los directivos y trabajadores actuales y prever las cualificaciones que necesitarán esos directivos y trabajadores en el futuro.

8.La Agenda Social Europea

La Agenda Social Europea Renovada, impulsada desde el año 2008, define las acciones prioritarias específicas para dar respuesta a los nuevos retos que tiene planteados la Unión Europea, como son la globalización y el cambio tecnológico.
La citada agenda se desarrolla en el marco de la Estrategia Europa 2020 y se concreta en una de sus iniciativas emblemáticas, la creación de la Plataforma europea contra la pobreza y la exclusión social.
Los objetivos sociales fundamentales de Europa no han cambiado: un compromiso firme hacia unas sociedades armoniosas, cohesivas e inclusivas que respeten los derechos fundamentales en unas economías de mercado socialmente sanas.
La agenda social renovada no puede limitarse a los ámbitos sociales tradicionales; ha de ser transversal y multidimensional y debe incluir diferentes ámbitos, desde políticas de mercado de trabajo hasta la educación, la sanidad, la inmigración y el diálogo intercultural.

8.1.Dimensión social de Europa: un nuevo impulso

Existen varios factores que desde los últimos años afectan a la dimensión social de Europa.
La globalización es el primero de estos factores, y hace necesaria una Agenda Social mucho más amplia que permita a Europa aprovechar plenamente las oportunidades que comporta la globalización, ayudar a los ciudadanos a adaptarse a las realidades cambiantes y mostrarse solidaria con los perjudicados.
En segundo lugar, el rápido cambio tecnológico tiene un gran impacto en la sociedad y profundas repercusiones sobre las políticas sociales. Por ejemplo, incrementa la demanda de cualificaciones, lo que aumenta las diferencias entre las personas cualificadas y las no cualificadas. El principal problema a largo plazo es cómo dotar mejor a las personas con el tipo de capacidades y competencias necesarias para un nuevo tipo de economía.
El tercer factor son los cambios demográficos que impulsan los cambios sociales y requieren respuestas políticas innovadoras. El aumento de la esperanza de vida es uno de los más grandes activos que tiene Europa. Asimismo, en combinación con el descenso de la fertilidad, el envejecimiento de la población europea exige cambios importantes en nuestra manera de vivir, trabajar y prepararnos para la jubilación.
En cuarto lugar, es probable que la demanda de inmigrantes, en particular de los que tienen capacidades específicas, aumente durante los próximos años debido al cambio demográfico y a la escasez, en el mercado laboral, en determinados sectores y regiones. En consecuencia, la inmigración comportará unos retos sociales que hay que afrontar.
Finalmente, el cambio climático y las nuevas pautas de utilización de la energía crearán nuevas oportunidades y tendrán un impacto social. La Unión Europea puede ayudar a aprovecharlas para el desarrollo económico y la creación de puestos de trabajo verdes, al mismo tiempo que se muestra solidaria con los grupos vulnerables.

8.2.Objetivos de la agenda social renovada

La Agenda Social Renovada se basa en tres objetivos interrelacionados de la misma importancia:
1) Crear oportunidades: crear oportunidades significa generar más y mejores puestos de trabajo y facilitar la movilidad. En sociedades en las que se considera que todas las personas tienen el mismo valor, no deberían existir obstáculos que marginasen a nadie. Eso significa garantizar que todos tengan la oportunidad de desarrollar su potencial a la vez que se respeta la diversidad de Europa, se abordan las discriminaciones tanto manifiestas como indirectas y se lucha contra el racismo y la xenofobia.
2) Proporcionar acceso: teniendo en cuenta los diferentes puntos de partida de la vida, no se puede garantizar las oportunidades sin mejorar el acceso para las personas más desfavorecidas. Todos los ciudadanos han de tener acceso a una educación, una protección social, una atención sanitaria y unos servicios de alta calidad que puedan ayudar a superar las desigualdades con respecto al punto de partida y permitir disfrutar de una vida más larga y saludable. La juventud de Europa ha de estar equipada para aprovechar las oportunidades. Todos los europeos deberían tener acceso a la educación y al desarrollo de las capacidades durante toda la vida, para así poder adaptarse a los cambios y volver a empezar.
3) Demostrar solidaridad: los europeos tienen en común un compromiso con la solidaridad social entre generaciones y regiones, entre los más acomodados y los más modestos y entre los estados más ricos y los más pobres. La solidaridad forma parte del funcionamiento de la sociedad europea y del compromiso de Europa hacia el resto del mundo. La igualdad real de oportunidades depende tanto del acceso como de la solidaridad. La solidaridad significa acción para ayudar a los desfavorecidos, aquellos que no pueden beneficiarse de una sociedad abierta y en rápido proceso de cambio. Significa estimular la inclusión y la integración sociales, la participación y el diálogo y luchar contra la pobreza. También significa ayudar a los que están expuestos a los problemas temporales y transitorios de la globalización y el cambio tecnológico.

8.3.Prioridades

Las prioridades de la Agenda Social Renovada son las que se citan a continuación.
Prioridades agenda social
Las prioridades de la Agenda Social Renovada son:
  • Niños y jóvenes.

  • Invertir en recursos humanos, más y mejores puestos de trabajo y nuevas capacidades.

  • Movilidad: libre circulación de trabajadores.

  • Una vida más larga y saludable.

  • Lucha contra la pobreza y la exclusión social.

  • Lucha contra la discriminación.

  • Oportunidades, acceso y solidaridad en el contexto internacional.

1) Niños y jóvenes: la Europa del mañana
El futuro de Europa depende de su juventud. Asimismo, muchos jóvenes se encuentran frustrados por no tener oportunidades y acceso a una enseñanza y una formación que les permita aprovechar al máximo sus capacidades. Es necesario actuar para romper el círculo vicioso de la pobreza infantil, unos estilos de vida poco saludables, el fracaso escolar y la exclusión social de los niños. También hay que abordar los problemas del elevado paro juvenil, el exceso de alumnos que abandonan de manera prematura el sistema educativo, así como la inseguridad en el trabajo y las desigualdades salariales relativas que afectan a los jóvenes. Todos los niños necesitan recibir una educación que los prepare y les dé una oportunidad en la sociedad. Hay que animarlos a conseguir unos niveles de cualificación y formación diferentes y más altos que los que obtuvieron sus padres.
2) Invertir en recursos humanos, más y mejores puestos de trabajo y nuevas capacidades
La nueva Agenda Social forma parte integrante de la Estrategia de Lisboa y de la Estrategia de la Unión Europea por un Desarrollo Sostenible. Una de las mayores contribuciones al bienestar que puede hacer la Unión Europea es estimular el crecimiento y la ocupación, ya que una economía sana es la base de la prosperidad y que la mejor manera de escapar de la pobreza es un puesto de trabajo.
La educación y la inversión en capital humano en general es fundamental para garantizar la participación en el mercado laboral y la inclusión social, así como para aumentar la competitividad de la Unión Europea. En un mundo donde se producen cambios con tanta rapidez, la gente necesita acceder a oportunidades en diferentes momentos de sus vidas. Ello implica un compromiso con el aprendizaje permanente y una renovación continua de las capacidades en consonancia con las necesidades presentes y futuras del mercado laboral.
3) Movilidad
La libre circulación de personas constituye una gran fuente de oportunidades para los ciudadanos y ayuda a impulsar el crecimiento económico y la competitividad. La movilidad de los europeos es cada vez mayor. La Unión Europea tiene un sólido marco jurídico vigente que prevé la libre circulación de trabajadores. Además, proporciona ayuda práctica para facilitar la movilidad y eliminar posibles obstáculos, incluida la ayuda a la libre circulación de trabajadores mediante el Plan de acción de movilidad laboral de la Unión Europea.
La Unión Europea también apoya la movilidad de estudiantes y jóvenes por medio de diferentes programas europeos transnacionales, como el Programa Erasmus, lo que aumenta sus capacidades lingüísticas e interculturales, así como su ocupabilidad y les permite abrirse a más futuros puestos de trabajo y a la movilidad geográfica.
4) Una vida más larga y saludable
La sociedad europea se encuentra inmersa en un proceso de envejecimiento que exige diversas respuestas políticas: desde apoyar la investigación sobre cómo la tecnología de la información puede mejorar la salud y el bienestar de las personas mayores, hasta evaluar qué reformas de asistencia sanitaria y pensiones son necesarias para satisfacer las necesidades de una población en proceso de envejecimiento, al mismo tiempo que se garantiza la continuidad de la financiación pública.
La Unión Europea da soporte a los esfuerzos de los Estados miembros para garantizar la viabilidad financiera de los sistemas de protección social, incluida la salud, para asegurar en el futuro unas pensiones adecuadas y mantener la calidad y accesibilidad de los servicios.
5) Lucha contra la pobreza y la exclusión social
La pobreza afecta en particular a los parados, a las personas con discapacidad y a las personas mayores; las mujeres presentan un riesgo desproporcionadamente alto. Ni tan solo la ocupación es una garantía contra la pobreza: aumenta la pobreza de personas que trabajan. Existen obstáculos y factores desmotivadores que impiden a determinados grupos acceder plenamente a la ocupación, la formación, la educación, la vivienda o la asistencia sanitaria, o bien las disuaden de hacerlo.
La Unión Europea ayuda a coordinar los esfuerzos para promover la inclusión activa como parte de la lucha contra la pobreza. Es decir, la integración en el mercado laboral, la rentabilidad y el aprendizaje permanente, en especial de aquellos que se encuentran más alejados del mercado laboral.
6) Lucha contra la discriminación
La búsqueda de oportunidades significa enfrentarse sistemáticamente a la discriminación y luchar contra el racismo y la xenofobia. Además de la sólida protección legislativa en cuanto a la igualdad entre hombres y mujeres, la Unión Europea cuenta con legislación que prohíbe la discriminación en la ocupación por motivos religiosos o convicciones, discapacidad, edad y orientación sexual, así como la discriminación por motivos de origen racial o étnico en la ocupación, la educación, la protección social y el acceso a bienes y servicios.
7) Oportunidades, acceso y solidaridad en el contexto internacional
La Unión Europea coopera con socios nacionales e internacionales para promover normas sociales exigentes que protegen a los trabajadores, los consumidores y al medioambiente. Una acción coordinada de la Unión Europea ayuda a dar forma a la agenda internacional y aprovecha las ventajas de la globalización. La Comisión prestará cada vez más atención a la proyección de sus políticas sociales a nivel externo y al impacto social a escala mundial de sus políticas internas.
Se incorporarán aspectos relacionados con el trabajo digno y las preocupaciones sociales en los acuerdos entre la Unión Europea y terceros países, y se reforzará la dimensión social del comercio y las políticas relacionadas.

8.4.Instrumentos

Los instrumentos que dispone la Agenda Social Renovada parta llevar a término estas tareas son los siguientes:
1) Legislación: la Unión Europea ha puesto en marcha un marco legislativo sólido para el bienestar de los europeos, estableciendo y consolidando sus derechos como ciudadanos, consumidores y trabajadores en muchos ámbitos, incluidas la movilidad, la salud, la Seguridad Social, las condiciones de trabajo, la información y la consulta, la igualdad entre hombres y mujeres y la no discriminación.
2) Diálogo social: el Diálogo Social Europeo es una de las bases del modelo social europeo y ejerce un papel fundamental en la elaboración de las políticas de la Unión Europea. La Comisión pide a los interlocutores sociales que aprovechen plenamente las posibilidades que ofrece el Diálogo Social Europeo. Su conocimiento y experiencia son los más adecuados para detectar los cambios en la realidad social y jugar un papel definitivo que ayude a dar respuestas. La Unión Europea continuará facilitando el diálogo social, incluso a nivel sectorial-industrial, así como la aplicación de acuerdos-marco europeos por parte de los interlocutores sociales nacionales.
3) Método Abierto de Coordinación: los Métodos abiertos de coordinación (MAC) son fundamentales para la Agenda Social de la Unión Europea. Los motivos son que han ayudado a los Estados miembros a desarrollar una visión compartida de los retos sociales, han favorecido la voluntad de cooperación y de aprender de las prácticas de los otros, han creado un nuevo dinamismo para promover y aplicar reformas, y han fomentado la elaboración de políticas más basadas en el conocimiento y orientadas a la transparencia y la participación.
El MAC Social ilustra cómo la cooperación voluntaria entre los Estados miembros, apoyada por la Unión Europea, puede tener efectos prácticos por el principio de subsidiariedad en sus esfuerzos conjuntos para combatir la pobreza y la exclusión, así como para garantizar unos sistemas de bienestar modernos, viables y equitativos.
4) Financiación de la Unión Europea: la Política de Cohesión y los Fondos Estructurales son fundamentales para promover las oportunidades, el acceso y la solidaridad reforzando tanto la competitividad como la cohesión social.
5) Asociación, diálogo y comunicación: las oportunidades, el acceso y la solidaridad para todos solo se puede conseguir con la asociación de las instituciones europeas, los Estados miembros, las autoridades regionales y locales, los interlocutores sociales, la sociedad civil y otras partes interesadas, incluidos los socios externos pertinentes. Las empresas, en estrecha colaboración con otras partes interesadas, también pueden contribuir activamente a los objetivos de la Agenda Social Renovada, por ejemplo en ámbitos como la inclusión social y el desarrollo de capacidades.

Ejercicios de autoevaluación

1. La política de ocupación...

a) es independiente de las políticas económica y estructural.
b) tiene que estar coordinada con las políticas económica y estructural.

2. ¿Cuál de estas características de la política de ocupación no es correcta?

a) Asegurar la flexibilidad y la seguridad de la ocupación.
b) La eficacia de los sistemas de formación.
c) El aumento de la eficacia y eficiencia de los servicios públicos de ocupación.
d) El fomento del autoempleo.
e) El hecho de pasar de medidas activas a pasivas.
f) Medidas específicas para los colectivos más desfavorecidos.

3. El concepto de ocupabilidad...

a) significa conseguir que los trabajadores dispongan de los elementos suficientes (cualificación y versatilidad) para encontrar trabajo rápidamente.
b) significa conseguir que el trabajador pueda permanecer en el mismo puesto de trabajo a lo largo de su vida laboral.
c) Ninguna de las dos respuestas anteriores es correcta.

4. El aumento de la flexibilidad de las empresas y de la seguridad de la ocupación necesita...

a) un nivel elevado de protección social combinado con medidas de control y normas de aplicación estrictas para evitar que se reduzca el incentivo para trabajar.
b) un nivel alto de producción y de consenso social.
c) Las dos respuestas anteriores son correctas.

5. La problemática que rodea el desempleo estructural obedece...

a) al número de personas que se quedan sin trabajo.
b) a la duración de los periodos de desempleo.
c) Las dos respuestas anteriores son correctas.

6. La cumbre de Luxemburgo (final de 1997) comportó...

a) la coordinación de las políticas de ocupación de los Estados miembros de la Unión Europea, a partir de unas orientaciones y de unos objetivos comunes verificables por medio de un procedimiento común de evaluación de resultados.
b) el desarrollo, con carácter voluntario, de las cinco áreas clave de intervención establecidas en la cumbre de Essen (1994).
c) la aprobación del nuevo tratado de la Unión (Tratado de Ámsterdam) en el que se incluyó un título sobre la ocupación.

7. ¿Cuáles de los aspectos siguientes no forma parte de los pilares establecidos en la cumbre de Luxemburgo?

a) Reforzar las políticas de igualdad de oportunidades.
b) Desarrollar el espíritu de empresa.
c) Potenciar la responsabilidad social de las empresas.
d) Mejorar la capacidad de inserción profesional.
e) Favorecer la capacidad de adaptación de las empresas y los trabajadores.

8. El objetivo global para el 2010 de las medidas establecidas en el Consejo Europeo de Lisboa es...

a) situar la tasa de ocupación (de la población entre los dieciséis y los sesenta y cuatro años) en el 70%.
b) situar la tasa de ocupación de las mujeres en el 60%.
c) Las respuestas a y b son correctas.
d) Ninguna de las respuestas anteriores es correcta.

9. Para alcanzar el objetivo global para el 2010 establecido en el Consejo Europeo de Lisboa, ¿qué se necesita?

10. Los planes nacionales de acción para la ocupación son...

a) el resultado de la integración de las políticas que se pretenden aplicar en los Estados miembros con la finalidad de dar respuesta a las directrices de la EEO.
b) donde se concretan, en el ámbito europeo, las directrices y recomendaciones de la EEO.
c) donde se analiza la situación de la ocupación en el conjunto de los Estados miembros.
d) Ninguna de las respuestas anteriores es correcta.

11. A raíz de la evaluación efectuada por la Comisión Europea con respecto a la situación del mercado de trabajo español en el año 2013 ¿cuáles son las medidas previstas por el PNR?

12. La Estrategia de Lisboa renovada, que se implementa en el 2005, implica...

a) una continuación de la vigente desde el año 2003, con el mantenimiento de los PNAE anuales.
b) unas directrices integradas de carácter macroeconómico, microeconómico y de ocupación.
c) un cambio en los objetivos de la Estrategia inicial.

13. La actual Estrategia europea de ocupación Europa 2020 pretende un crecimiento que sea:

a) Intensivo en mano de obra.
b) Basado en los servicios a la industria.
c) Inteligente, sostenible e integrador.

14. Con vistas a fomentar el aprendizaje permanente, y dentro del concepto responsabilidad social de las empresas, ¿cuáles son los niveles en los que las empresas tienen que desarrollar un papel fundamental?

15. ¿Cuál de estos aspectos no es una prioridad de la Agenda Social Europea?

a) Una vida más larga y saludable.
b) La inversión en tecnología.
c) La lucha contra la pobreza y la exclusión social.

Ejercicios de autoevaluación
1. a) Incorrecto.
b) Correcto.

2. a) Incorrecto.
b) Incorrecto.
c) Incorrecto.
d) Incorrecto.
e) Correcto.
f) Incorrecto.

3. a) Correcto.
b) Incorrecto.
c) Incorrecto.

4. a) Incorrecto.
b) Incorrecto.
c) Correcto.

5. a) Incorrecto.
b) Incorrecto.
c) Correcto.

6. a) Correcto.
b) Incorrecto.
c) Incorrecto.

7. a) Incorrecto.
b) Incorrecto.
c) Correcto.
d) Incorrecto.
e) Incorrecto.

8. a) Incorrecto.
b) Incorrecto.
c) Correcto.
d) Incorrecto.

9. Para conseguir este reto, es necesario, por una parte, avanzar en la economía del conocimiento y aprovechar todas las posibilidades que ofrecenlas nuevas tecnologías y, por la otra, elevar los niveles de ocupación, favorecer la inclusión social y modernizar los sistemas de protección y los sistemas educativos
10. a) Correcto.
b) Incorrecto.
c) Incorrecto.
d) Incorrecto.

11. La elaboración de una Estrategia plurianual de activación 2014-2016 que modifique la estructura del gasto en políticas activas basándose en los resultados de la evaluación de la efectividad de las diferentes medidas.
Fomento de la inserción laboral por medio de una formación que se adapte a las necesidades de los sectores productivos, desarrollando, en especial, la formación profesional dual.
Vincular las políticas activas y pasivas de ocupación con el objetivo de mejorar la búsqueda activa de empleo.
Mejorar la intermediación laboral con la creación de un portal único de ocupación, y la puesta en marcha de la colaboración entre los servicios públicos de ocupación y las agencias privadas de colocación.
Fomento de la ocupación y del emprendimiento de los jóvenes, mediante la estimulación de la contratación a tiempo parcial con vinculación formativas y por medio del establecimiento de una cuota fija de la Seguridad Social (50 euros durante seis meses) para los jóvenes autónomos.

12. a) Incorrecto.
b) Correcto.
c) Incorrecto.

13. a) Incorrecto.
b) Incorrecto.
c) Correcto.

14. Contribuir a una mejor definición de las necesidades de formación mediante una asociación más estrecha con los agentes que diseñan los programas de educación y formación.
Fomentar el paso de los jóvenes de la vida escolar a la vida laboral, por ejemplo, facilitando el acceso a lugares de aprendizaje.
Valorar el aprendizaje, en particular mediante la acreditación del aprendizaje práctico previo.
Crear un entorno que estimule el aprendizaje permanente de todos los trabajadores, en particular de los que tienen un nivel educativo y de cualificación más bajo, y también de los de más edad.

15. a) Incorrecto.
b) Correcto.
c) Incorrecto.


Bibliografía

Comunicación de la Comisión (2003). El futuro de la Estrategia Europea de la Ocupación (EEO). "Una estrategia para la plena ocupación y mejores puestos de trabajoi para todos". COM (2003) 6 final. Bruselas.
Comunicación de la Comisión (2008). Agenda social renovada: oportunidades, acceso y solidaridad en la Europa del siglo xxi. COM (2008) 412 final. Bruselas.
Comunicación de la Comisión (2010). Europa 2020. Una estrategia para un crecimientos inteligente, sostenible e integrador. COM (2010) 2020 final. Bruselas.
Comunicación de la Comisión (2011). Estrategia renovada de la Unión Europea para el 2011-2014 sobre la responsabilidad social de las empresas. COM (2011) 681 final. Bruselas.
Consejo Europeo de Bruselas (2003, 20 y 21 de marzo). Conclusiones de la Presidencia. Consejo Europeo: Unión Europea.
Consejo Europeo de Bruselas (2005, 22 y 23 de marzo). Conclusiones de la Presidencia. Consejo Europeo: Unión Europea.
Consejo Europeo de Essen (1994, 9 y 10 de diciembre). Conclusiones de la Presidencia. Consejo Europeo: Unión Europea.
Consejo Europeo de Estocolmo (2001, 23 y 24 de marzo). Conclusiones de la Presidencia. Consejo Europeo: Unión Europea.
Consejo Europeo de Lisboa (2000, 23 y 24 de marzo). Conclusiones de la Presidencia. Consejo Europeo: Unión Europea.
Cumbre extraordinaria sobre la ocupación (1997, 21-22 de noviembre). Conclusiones de la Presidencia. Luxemburgo. Consejo Europeo: Unión Europea.