Teoría y administración del desarrollo organizacional

  • Edgar Bresó Esteve

     Edgar Bresó Esteve

    Doctor en Psicología de las Organizaciones y del Trabajo. Técnico en Prevención de riesgos laborales y profesor ayudante doctor en la Universidad Jaume I de Castellón. Tanto sus intereses de investigación como su trayectoria profesional han estado ligados a la formación de estudiantes universitarios y trabajadores en el ámbito de la salud psicosocial y la inteligencia emocional. Son destacables sus publicaciones sobre el bienestar psicológico en el entorno laboral y académico, así como sus intervenciones para mejorar la autoeficacia e inteligencia emocional de estudiantes y empleados.

  • Rocío Meneses Núñez

     Rocío Meneses Núñez

    Doctoranda por la Facultad de Psicología de la Universidad de Barcelona (doctorado en Psicología del Trabajo y las Organizaciones). Obtuvo su  licenciatura en Psicología (1981) por la Universidad Católica Andrés Bello (Venezuela) y sus grados de especialista (1991) y de MSc (1994) por la Universidad Simón Bolívar (Venezuela). Tiene experiencia en docencia, consultoría e investigación. Sus intereses actuales en investigación son el desempeño de los  grupos y equipos de trabajo en las organizaciones, y la supervisión de proyectos a largo plazo.

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Introducción

A partir de los años cincuenta, tras la hegemonía de la administración del trabajo, la perspectiva teórica del estudio de las organizaciones empezó a considerar al ser humano (a las personas que forman parte de la organización), como verdaderos 'actores'. De este modo, el estudio de los procesos y dinámicas de grupo empezaron a tomar importancia y se dejó atrás una concepción de organización más fría y cuantitativa. Es en ese momento en el cual el desarrollo organizacional nace como iniciativa para ayudar a comprender los procesos grupales.
Ya en los años ochenta, la aplicación de los principios del desarrollo organizacional, el estudio de procesos como el liderazgo o el rendimiento grupal, entre muchos otros, hicieron que las organizaciones emprendieran la constante que hoy en día mantienen y que se centra en la búsqueda de la excelencia organizativa. Las organizaciones intentan ofrecer la máxima excelencia en sus productos, en sus servicios y también a las personas que en ellas trabajan y el desarrollo organizacional se ha convertido en una herramienta idónea para obtener la mencionada excelencia.
En el presente módulo se expondrán, además de los principios que fundamentan el desarrollo organizacional, las principales herramientas y procedimientos que se pueden utilizar a la hora de intervenir en las organizaciones desde la perspectiva del desarrollo organizacional. Además, se expondrán las principales limitaciones y barreras del proceso de desarrollo organizacional.

Objetivos

Los objetivos que debéis alcanzar a partir del estudio de este módulo son los siguientes:
Objetivo general: familiarizar al estudiante con la teoría y administración del desarrollo organizacional.
Objetivos específicos: tomando como base el modelo de R. Roe (2007/2002) elaborado en el marco de la ENOP se proponen los siguientes objetivos específicos.
De conocimientos:
  1. Que el estudiante conozca los principales modelos y teorías sobre las cuales se basa el DO.

  2. Que el estudiante identifique los elementos esenciales para la administración de un proceso de DO y las características del rol del consultor dentro de ese proceso.

De habilidades o procedimentales:
  1. Que el estudiante identifique los objetivos de un proceso de cambio y señale los lineamientos generales para gestionar el cambio.

  2. Analice un caso desde la perspectiva de un consultor organizacional.

De actitudes, valores y normas:
  1. Sensibilizar al estudiante hacia la responsabilidad del consultor organizacional, la importancia del desarrollo de sus propias habilidades interpersonales y de una actitud positiva hacia el cambio.

1.Fundamentos del desarrollo organizacional

¿Por qué algunas organizaciones están más preparadas que otras para responder mejor a las demandas del ambiente? Evidentemente, la respuesta a esta pregunta es muy compleja pero, no cabe duda de que la capacidad que las empresas tienen para responder al cambio es una variable crucial a la hora de responder adecuadamente a las demandas del ambiente. Obviamente, tanto la cohesión así como la identidad grupal son características deseables en una organización pero, al mismo tiempo, una organización debe estar preparada para el cambio y aceptarlo como algo natural dentro del dinamismo que supone hoy en día el mundo empresarial.
En un contexto actual caracterizado por el desarrollo tecnológico, la globalización de mercados y la competitividad, no cabe ninguna duda de que el cambio estará presente y se requerirá una gran capacidad de adaptación de las organizaciones, es por ello que el desarrollo organizacional se está convirtiendo en una necesidad para conseguir esa adaptación y desarrollo de las organizaciones. En este sentido, el modelo de desarrollo organizacional nace como respuesta a este entorno cambiante que demanda empresas dispuestas, en todo momento, a innovar y que sean capaces de aprovechar el entorno cambiante en el que están inmersas para mejorar e ir más allá (en vistas a conseguir la máxima excelencia).
El desarrollo organizacional tiene como objetivo fundamental, por un lado, 'humanizar' las organizaciones para conseguir que sean lugares que permitan y favorezcan la expresión de las capacidades y potencialidades de las personas que trabajan en ellas para que puedan dar el máximo posible. De esta forma, estarán capacitados para buscar activamente las respuestas a los cambios que la sociedad y el contexto empresarial les propone, e incluso, plantear nuevas preguntas y retos. Por otro lado, busca el aumento de la productividad y en general, la salud de la organización y de todos sus miembros.
El concepto desarrollo organizacional (French y Bell, 1995; Friedlander y Brown, 1974) define un conjunto de acciones orientadas a introducir cambios planificados en las organizaciones, que se fundamentan en "valores humanistas y democráticos que buscan mejorar la efectividad de la organización y el bienestar del trabajador" (Robbins, 1998), así como la mejora de las relaciones sociales en la organización. Tratando de armonizar así el desarrollo de la organización y el crecimiento y desarrollo de las personas que trabajan en ella. Por tanto, no es extraño encontrar que temas como la comunicación, participación, colaboración, valores culturales, liderazgo, relaciones interpersonales, desarrollo personal, negociación y resolución de conflictos, entre otros, sean temas centrales que estructuren el proceso de cambio desde la perspectiva del desarrollo organizacional.
De modo que el desarrollo organizacional es un proceso de cambio transversal planificado para toda la organización y no solo dirigido a algunos miembros de la misma, que se administra desde 'arriba' (desde la dirección) y que se orienta tanto a sus miembros como a la organización como un todo.
Pero ¿cómo se articula este proceso? ¿Qué agentes y de qué forma están implicados estos agentes en el proceso de cambio y desarrollo organizacional? En primer lugar, es preciso acotar que hay varias formas o modelos para entender el proceso de consultoría: el modelo experto, el modelo médico-paciente y el modelo de la consultoría de procesos. De modo que en el momento de ofrecer asesoramiento será preciso decantarse por uno de ellos y en función del modelo seleccionado, se definirán tanto la forma de concebir el proceso de desarrollo organizacional como las características del rol que desempeñará el agente de cambio, así como los resultados esperados (Schein, 1987).
1) En el modelo experto. el líder de la organización (persona o grupo), identifica una necesidad específica, contrata a un consultor para cubrirla y, como producto final, espera un informe con recomendaciones de acción (French, Bell y Zawacki, 2007; Quijano, 2006). En este modelo, el consultor se convierte en un mero "proveedor" de un servicio concreto que es definido por el cliente. De este modo, la evaluación de la necesidad corresponde al cliente y el consultor se limitará en satisfacer esa necesidad que el cliente tiene (o cree tener). La autonomía del consultor en este caso se ve seriamente limitada y el resultado de su intervención se verá influenciado, además de su competencia para intervenir, por la destreza que el cliente haya tenido al evaluar e identificar la necesidad.
2) En el segundo modelo, médico-paciente. el líder de la organización (persona o grupo) supone que hay algo en la organización que no funciona bien sin llegar a identificar qué es, de modo que identifica los síntomas de "enfermedad" (problema) y llama a un consultor para que realice el diagnóstico del problema e indique el programa a seguir (tratamiento a seguir) (Cummings y Worley, 2007; French, Bell y Zawacki, 2007; Schein, 1987). En este caso, la evaluación corresponde al consultor y, de este modo, éste goza de una mayor autonomía. Por lo que el resultado de la intervención dependerá por un lado, de la destreza al evaluar e identificar el problema y por otro, de la capacidad para diseñar y aplicar una intervención adecuada para solucionar el mencionado problema.
3) Finalmente, en el modelo de consultoría de procesos (CP), el consultor trabaja, junto con el líder y el grupo, para identificar tanto fortalezas y debilidades como problemas y oportunidades, con el objeto de desarrollar los planes de acción y planear las estrategias más idóneas para alcanzar las metas deseadas (French, Bell y Zawacki, 2007; Quijano, 2006).
Por tanto, los dos primeros son modelos jerárquicos, asimétricos, en los cuales el consultor aborda un problema concreto y lo analiza circunscrito a los límites del sistema (organización) y sus partes. Responde a lo que el cliente espera, y ofrece un producto tangible como resultado de su asesoría: la solución a su problema o los consejos para resolverlo. De este modo, se genera una relación de dependencia entre cliente y consultor. Mientras que el modelo de consultoría de procesos es más bien simétrico en cuanto a la relación consultor-organización; el consultor analiza el problema en el marco de la totalidad del sistema y las relaciones entre los subsistemas. No acepta sin más la demanda del cliente, sino que está dispuesto a cuestionarla y promover su reformulación por parte del cliente. El producto de su intervención es menos tangible, ya que en lugar de informes escritos, hace reuniones y entrevistas para la devolución de resultados y su contrastación con el cliente (Quijano, 2006; Schein, 1987). Este modelo permite a la organización aprender a ser más eficaz en la solución de problemas, toma de decisiones y ejecución de planes de acción (French, Bell y Zawacki, 2007). Es el modelo típico de desarrollo organizacional. Aunque tanto el modelo de experto como el médico-paciente, han sido ampliamente usados, en la actualidad es el modelo de consultoría de procesos el más comúnmente utilizado.

1.1.Agentes implicados en el desarrollo organizacional

Se entiende que son tres los aspectos básicos implicados en el proceso de desarrollo organizacional: el cliente, el agente de cambio y finalmente, la intervención.
1.1.1.Cliente
El cliente es el receptor del proceso de cambio, personas o grupo/s sobre las cuales se aplicará la intervención. En un primer momento, éste puede no estar perfectamente definido o pueden coexistir varios clientes; puede ser un grupo específico de personas de la organización o incluso toda la organización en su conjunto. Schein (1987), enfatiza en la importancia de identificar diferentes tipos de cliente: el cliente de contacto, los clientes intermedios, los clientes principales y el cliente último.
1) El cliente de contacto es aquel o aquellos con lo que inicialmente se establece la relación entre la organización y el consultor. Pueden o no, ser la persona que percibe o tiene el problema pero le proporcionará la información necesaria al consultor para decidir si podrá continuar con el proceso de consultoría. Es en este momento cuando el consultor deja claro cuál será el modelo de consultoría que servirá de base para su intervención.
2) Los clientes intermedios son aquellos a los que llega el consultor a través del cliente de contacto, participan en las reuniones iniciales y pueden o no, ser quienes tienen el problema. Los clientes primarios son los que tienen el problema, los que se harán cargo del coste del proceso de consultoría y pueden ser cualquiera de los dos anteriores.
3) El cliente último. aunque no necesariamente está en contacto con el consultor, participa directamente en el proceso de cambio o está informado sobre el proceso y puede verse directamente afectado por los resultados de la intervención. Por tanto, es fundamental, tomar en cuenta el impacto que tendrá la intervención tanto en su bienestar como en sus intereses. Al abordar lo relativo al cliente último, Schein sugiere la utilidad de considerar, por un lado, a la organización como el cliente último y por otra parte, a la sociedad. De allí su énfasis en el rol que juegan los valores éticos del consultor para decidir si realizará o no, la consultoría solicitada.
1.1.2.Agente de cambio
El segundo actor a tener en cuenta es el agente de cambio, la persona o grupo que inicia el cambio y que tiene la responsabilidad de apoyar técnicamente el cambio; puede ser alguien externo a la organización o que forme parte de esta. Como se ha mencionado anteriormente, su rol dependerá en gran parte del modelo de consultoría con el cual se trabaje. Desde una concepción más tradicional, su principal cometido es el diagnóstico de la situación actual de la empresa, la identificación de los posibles problemas o situaciones susceptibles de mejora, la identificación de estrategias de intervención más adecuadas y finalmente, la aplicación de la intervención.
Ahora bien, desde la perspectiva de la consultoría de procesos, el rol del consultor es facilitar la participación del cliente tanto en el análisis del problema como en la búsqueda de alternativas y elaboración del plan de acción, de modo que el cliente aprenda cómo hacerlo. Por tanto, el consultor diagnostica junto con el cliente, los procesos que requieren mejoras y construyen juntos la intervención. Esta forma de trabajo, por un lado enriquece al cliente y lo capacita para trabajar en forma independiente una vez concluido el proceso de consultoría y además, disminuye la posible resistencia hacia el plan de acción seleccionado (Robbins, 2004).
En general, los agentes de cambio deben ser profesionales con un amplio conocimiento de la conducta humana, de las relaciones sociales-grupales en las organizaciones y los procesos organizativos. Además, requiere tener habilidades para motivar e implicar a la organización en su conjunto, en el proceso de cambio y finalmente, ser capaz de inspirar confianza entre los trabajadores/trabajadoras, preocupándose genuinamente por su bienestar.
1.1.3.Intervención
El tercer actor que se debe tener en cuenta en el proceso de desarrollo organizacional es la intervención, aquellas acciones que se llevan a cabo para lograr los objetivos planteados. Existen diversas intervenciones que se realizan orientadas al desarrollo organizacional, y el uso de unas u otras depende básicamente del modelo teórico que guíe el proceso de consultoría, el objetivo/voluntad de la organización y las características del problema. Estas actividades pueden ser:
  • Diagnósticas, para evaluar el estado de la situación e identificación de los aspectos a mejorar.

  • Formativas, orientadas a la mejora de habilidades y conocimientos de los empleados objeto de intervención.

  • Grupales, para entrenamiento y mejora de la eficacia grupal de los miembros de la empresa.

  • De planificación-desarrollo de carrera, intervenciones focalizadas en personas concretas, diseñadas específicamente para conseguir el máximo desarrollo del potencial de los trabajadores/trabajadoras de la empresa.

1.2.Modelos y teorías

El desarrollo organizacional como proceso de cambio planificado en el contexto de una organización se ha basado en numerosos aportes procedentes de una gran variedad de campos. Entre los más importantes podrían mencionarse:
1.2.1.El modelo de cambio trifásico
La investigación realizada por Kurt Lewin sentó gran parte de las bases para el cambio organizacional. Lewin consideraba que para mejorar algo era necesario cambiarlo, para lo cual era preciso conocer con detenimiento la estructura y la dinámica del cambio. Básicamente, son dos los aspectos particularmente importantes en relación al cambio: el primero relacionado con la llamada teoría de campo de Lewin. Según la cual, todo evento en cualquier intervalo temporal, y en particular el cambio, es resultado de un campo de fuerzas opuestas. Aquellas que favorecen el cambio y las que se resisten a que se produzca ese cambio. En una empresa, ambas fuerzas pueden estar relacionadas, entre otras cosas, con los conocimientos (por ejemplo, el hecho de que los miembros de la organización conozcan las características y beneficios del cambio), la cultura (en algunas organizaciones la cultura es más abierta al cambio), los miembros (algunos miembros que tienen poder pueden o no ser favorables al cambio), recursos materiales (en ocasiones, la existencia o no de recursos materiales puede favorecer o entorpecer el cambio) y los hábitos (la costumbre puede entorpecer el cambio; no obstante, en algunas organizaciones también se puede instaurar la 'costumbre' dinámica del cambio). Si ambas fuerzas están equilibradas, el sistema se mantiene estable. Por tanto, si se quiere producir un cambio, es preciso incrementar las fuerzas que propician el cambio o disminuir las fuerzas que lo obstaculizan.
El segundo aspecto es la concepción del cambio como proceso y las etapas por las que debe pasar para lograr un cambio permanente. Para ello, Lewin propuso su modelo de cambio trifásico:
1) Descongelamiento. El enfoque de esta etapa es crear la motivación para el cambio. De esta manera, se pide a los trabajadores que modifiquen sus conductas antiguas por conductas más apropiadas en el nuevo modelo que se quiere instaurar. Se intenta que las personas desechen conductas que dificultan un buen desempeño; es decir, se pretende romper el estado de equilibrio y salir de la situación o comportamiento que se desea cambiar.
2) Movimiento o cambio. En esta etapa se intenta ofrecer nueva información, nuevos modelos de comportamiento o nuevas formas de realización de los procesos a los empleados. El propósito es ayudarles a que aprendan nuevos valores, comportamientos, conceptos o puntos de vista; es decir, se pretende un movimiento hacia una nueva situación o comportamiento, hacia un nuevo nivel de conducta, implantando así el cambio.
3) Re-congelamiento. En esta etapa se estabiliza el cambio. Se debe ayudar que los empleados interioricen las nuevas conductas o actitudes. Es importante utilizar el refuerzo positivo para mantener los comportamientos. También es necesario utilizar mecanismos como la cultura de la empresa, la estructura y en general cualquier elemento que lleve a reforzar los cambios. Se pretende lograr que el nuevo estado sea permanente, estabilizarlo, "congelar" la situación o conducta en el nuevo nivel.
Para que estas fases puedan darse, se debe tener en cuenta:
  • Es importante determinar el problema

  • Se debe identificar la situación actual

  • Se tienen que delimitar las metas a alcanzar

  • Hay que analizar los elementos que ayudan al cambio y los que lo dificultan

  • Debe existir una estrategia para desarrollar el cambio.

Modelo de cambio de Lewin
Modelo de cambio de Lewin
Ahora bien, Schein desarrolló una adaptación del modelo original a fin de lograr un mejor ajuste entre el modelo y los procesos de cambio con los que diariamente se enfrentan los agentes de cambio (gerentes, consultores, etc.). Desde esta perspectiva, la comprensión del cambio se logra, no sólo conociendo las etapas por las que atraviesa el cambio, sino los procesos interpersonales que caracterizan cada una de éstas. Por tanto, es fundamental que el consultor realice las tareas claves que se requieren en cada etapa para el desarrollo de los procesos críticos característicos, de cada una de ellas.
1) En general, para la primera etapa o descongelamiento, éstos son: invalidación de la situación que se desea cambiar o no confirmación, favorecer la aparición de sentimientos de culpa y ansiedad y por último, la creación de una atmósfera de seguridad psicológica, que le brinde la base para disponerse a cambiar los comportamientos realizados hasta ese momento, por los nuevos comportamientos. El resultado final esperado se orienta a la creación de la motivación y disposición necesaria para lograr el cambio.
2) En la siguiente etapa, los procesos son: la identificación con el nuevo modelo (nueva función, rol, etc.) y la exploración de su medio para recabar información que apunte a que el cambio es posible. El objetivo de esta etapa es un cambio cognitivo, que permita al cliente percibir, juzgar, sentir y comportarse ante las situaciones de forma diferente, basándose en la nueva perspectiva.
3) La tercera y última etapa es fundamental para consolidar el cambio. Busca que el cliente integre la nueva perspectiva a su propio ambiente, psíquico y relacional. Para ello precisa incorporarlo a su personalidad y a su concepto de sí mismo, así como a sus relaciones significativas.
Así pues, Schein (1961) parte de la teoría de Lewin para identificar una serie de fenómenos que se dan en todo proceso de cambio, siendo éstos:
1)El aprendizaje de algo nuevo y en desaprendizaje de algo que está funcionando inadecuadamente.
2)Motivación para el cambio. Sin motivación para llevar a cabo un cambio, difícilmente éste se podrá realizar.
3)Cambio personal. El cambio no se puede realizar si no existe también un cambio en las personas responsables de implantar dicho cambio.
4)Desaprendizaje de los hábitos instaurados. Este desaprendizaje es vital para la implantación de un cambio. Sin embargo, en muchas ocasiones el desaprendizaje de de los hábitos, valores, actitudes y comportamientos establecidos puede generar miedo y temor.
5)Se deben realizar las fases mencionadas anteriormente para que el cambio se convierta en realidad.
De aquí que Schein destaque el carácter complejo del cambio, el rol clave que debe desempeñar el consultor en cada etapa y la importancia que tiene respetar el tiempo necesario para cada etapa.
1.2.2.El modelo de ''planeación''
Este modelo propuesto por Lippitt, Watson y Westley esta basado en el modelo de Lewin y se compone de siete etapas:
1) Desarrollo de la necesidad de cambio, la cual correspondería a la primera fase del modelo de Lewin: descongelamiento.
2) Establecimiento de la relación de cambio, se establece una relación de trabajo entre el sistema cliente, que necesita ayuda y el agente de cambio, externo al sistema.
3) Diagnóstico del problema.
4) Análisis de las posibles trayectorias: rutas y metas de acción alternativas.
5) Implementación de la trayectoria elegida. Estas tres etapas corresponderían a la segunda etapa de Lewin: movimiento.
6) Generalización y estabilización del cambio logrado. Esta etapa se correspondería con la tercera etapa de Lewin: re-congelamiento.
7) Evaluación de los resultados y término de la relación cliente-consultor.
Tanto el modelo original de Lewin como el de Lippitt, Watson y Westley han sido muy útiles para enfrentarse a entornos poco cambiantes, dominantes en la década de los setenta. Sin embargo, a partir de los años ochenta la velocidad del cambio se ha incrementado de forma exponencial y además, se ha hecho cada vez menos predecible. De modo que se han requerido nuevos modelos o perspectivas teóricas para afrontar el desarrollo organizacional. Sólo se reseñarán algunas de las más importantes; a saber:
1.2.3.Los ocho pasos de Kotter
Kotter ha desarrollado un modelo de cambio a través de ocho pasos. Los pasos del modelo de Kotter guardan correspondencia con el modelo de cambio de Lewin. Los primeros cuatro corresponden a la etapa de descongelación, los pasos 5 al 7 a la de cambio y el paso 8 a la recongelación. El valor de los pasos de Kotter radica en que brindan recomendaciones específicas sobre comportamientos que deben mostrar los administradores para encabezar con éxito el cambio organizacional.
Los ocho pasos son los siguientes:
1) Establecer la sensación de urgencia. Transmitir a los empleados la necesidad del cambio.
2) Crear una coalición. Crear un grupo con personas de todos los niveles con poder suficiente para realizar el cambio.
3) Desarrollar una visión clara. Tener clara cuál es la visión y definir el plan estratégico.
4) Compartir la visión. Comunicar la visión.
5) Facilitar la eliminación de obstáculos. Eliminar las posibles barreras al cambio.
6) Conseguir victorias a corto plazo. Planificar y "asegurarse" de conseguir mejoras.
7) Consolidar el cambio. Las pequeñas mejoras conseguidas sirven para obtener mejoras mayores.
8) Fijar el cambio. Se refuerzan los cambios conseguidos.
Tabla 1. Equivalencia de las fases en los modelos de cambio planificado
Autor
1.ª fase
2.ª fase
3.ª fase
Lewin (1947)
Descongelación
Cambio
Recongelación
Kotter (1995)
Urgencia/coalición/ visión/comunicación
Eliminación obstáculos/
triunfos/consolidación
Fijar el cambio
Kotter, además indica que los problemas más frecuentes en el proceso de cambio son:
  • Permitir demasiada complejidad.

  • Fallar al construir una coalición.

  • Entender la necesidad de una visión clara.

  • Fallar al comunicar la visión.

  • Permitir la obstaculización de la visión.

  • No planear y obtener victorias a corto plazo.

  • Declarar victorias demasiado pronto.

  • No anclar los cambios en la cultura corporativa.

1.2.4.Modelo de análisis de flujo
El modelo de análisis de flujo diseñado por Jerry Porras consiste en la representación gráfica de los problemas de una organización, de manera que se puedan observar las interconexiones entre los distintos problemas, identificar los problemas de mayor gravedad y diseñar acciones correctivas. Así pues, se trata de un modelo que contempla, en primer lugar, un diagnóstico del funcionamiento organizacional, seguido de la planificación de actividades de cambio específicas, la ejecución de alteraciones, las transformaciones específicas y el seguimiento y finalmente de la evaluación de las acciones decididas (Porras, 1988).
Porras propone cuatro corrientes de flujo, que son para él, las características más relevantes del escenario de la organización y las clasificó en cuatro tipos de variables: arreglos de la organización (ej: metas, estrategia, estructura, políticas y procedimientos administrativos, sistemas administrativos, sistemas de recompensa y propiedad), los factores sociales (ej: cultura, dirección, procesos de interacción, patrones y redes informales y atributos individuales), tecnología (ej: herramientas, equipos, tecnología de la información, diseño del trabajo, diseño del flujo del trabajo) y escenario físico (configuración del espacio, ambiente físico, diseño de interiores y diseño arquitectónico). Una vez que realiza un cuidadoso diagnóstico de los problemas de la organización, las interconexiones entre éstos y las posibles barreras organizaciones, las aborda de un modo sistemático, a fin de corregir los aspectos disfuncionales en cada una de los cuatro tipos de variables que conforman el escenario de la organización.
Este modelo es especialmente apropiado ante cualquier situación de resistencia al cambio, constituyendo además una base conceptual para tener una mejor comprensión para saber qué, cómo y cuándo se debe afrontar el cambio. Según este modelo, para manejar la resistencia al cambio en una organización, se debe formar un equipo encargado de dirigir, diagnosticar, capacitar, administrar y controlar todo el proceso del cambio mediante el aprendizaje, realizando acciones que permitan que todos los miembros de la organización objeto de cambio, aclaren sus dudas, fomentando su involucración, compromiso y que valoren la importancia de las adaptaciones requeridas por ellos en el cambio.
Por tanto, el enfoque del equipo debe estar dirigido al aprendizaje organizacional, este proceso de aprendizaje colectivo conlleva un cambio del comportamiento organizacional y tiene lugar a través de la interacción de ellas. Una organización aprende no sólo cuándo alguien hace mejor el trabajo sino también, como resultado de ello, otros miembros actúan diferente. De este modo, se puede hablar de aprendizaje en el comportamiento organizacional únicamente cuando un cambio en la conducta de un individuo tiene un efecto en el de otros.
1.2.5.El modelo de ''cambio de sistema total''
La teoría de sistemas se basa en una perspectiva general que se aplica más allá del cambio organizacional. Tiene como premisa fundamental que todo cambio, sin importar que sea grande o pequeño, puede tener efectos en toda la organización.
Según este modelo propuesto en 1989, dentro del proceso de cambio se diferencian cinco pasos que se ordenan secuencial y cronológicamente: iniciar el programa, diagnosticar problemas, programar las "trayectorias", poner en práctica las "trayectorias", y evaluar los resultados.
Del mismo modo, el diseño y aplicación de lo que Kilmann llama "trayectorias" debe realizarse a partir de la modificación de cinco aspectos o "puntos de ventaja críticos" que se pueden identificar en todas las organizaciones y que, cuando funcionan de forma apropiada, hacen que la organización tenga éxito. Estas trayectorias son: la trayectoria de la cultura (aumenta la confianza), la trayectoria de las habilidades gerenciales (proporciona nuevas formas de enfrentarse a problemas), la trayectoria de creación de equipos (infunde la nueva cultura en cada unidad), la trayectoria de la estrategia-estructura (desarrolla un plan estratégico totalmente nuevo) y la trayectoria del sistema de recompensas (establece un sistema basado en el desempeño).
Según el planteamiento defendido por este modelo, de cara a la implementación del cambio, las organizaciones inician un programa que comienza por identificar problemas susceptibles de ser modificados o mejorados y a su vez, programan las trayectorias que deben seguir, es decir, el "modo de" hacer frente al problema/s; ponen en práctica las mencionadas acciones orientadas hacia cinco trayectorias (cultura, habilidades gerenciales, creación de equipos, estrategia y sistema de recompensa) y finalmente, evalúan los resultados obtenidos a partir del cambio propuesto y ejecutado.
1.2.6.El modelo causal de desempeño e innovación organizacional
Este modelo ofrece un marco complejo que integra numerosas variables y factores involucrados en el cambio, a través del cual analizar, entender, liderar y predecir el cambio organizacional. Básicamente identifica dos tipos de cambios. Los cambios de primer orden o transaccionales, dirigidos principalmente a la estructura, sistemas, prácticas de gestión y clima laboral; éstos podrían considerarse cambios evolutivos en los cuales cambian las características de la organización pero su naturaleza continúa siendo la misma. En contraste con los cambios de segundo orden o transformacionales, los cuales sí modifican la naturaleza de la organización: abordan la misión, la estrategia, la dirección y la cultura de la organización.
También diferencia entre el clima y la cultura organizacional. El clima o ambiente organizacional viene dado por la evaluación colectiva de las personas respecto a la organización, basándose en las prácticas gerenciales, procedimientos, etc. La cultura, también es una evaluación colectiva, pero de los valores, normas, principios. De modo que los cambios transaccionales se dirigen hacia el cambio en el clima o ambiente organizacional; mientras que los cambios trasformacionales apuntan hacia la cultura organizacional. El mayor aporte de este modelo sería que indica a los consultores y organizaciones, cuáles son los elementos de la organización en los cuales debe focalizarse la intervención, en función del tipo de cambio que desean lograr.
1.2.7.El modelo relacional de consultoría relacional
Este modelo tiene una perspectiva de la consultoría basada en el construccionismo social y sigue los lineamientos generales del modelo de consultoría de procesos, propuesto por Shein; su aporte está en el énfasis que hace en la relevancia del proceso de relación entre consultor y cliente, durante la consultoría, relación que parte de la necesidad de ayuda que todos los seres humanos tienen con el objeto de añadir valor a la vida (Alonso y Gil, 2005).
Los autores se focalizan en tres aspectos fundamentales:
1) El cliente es el principal responsable tanto de la definición del problema como de su significado y de las opciones de cambio, aún cuando el proceso de consultoría implica, necesariamente, la participación conjunta de ambos. En este contexto, el rol del consultor es ayudar al cliente a lograr la mayor compresión posible del problema y tiene lugar una relación de interdependencia en la cual, ambos se van transformando y van construyendo juntos significados compartidos.
2) El proceso básico durante el proceso de consultoría tiene lugar en las relaciones interpersonales establecidas entre consultor y cliente. De modo que lo fundamental son los comportamientos del consultor hacia el cliente, orientados al establecimiento y desarrollo de la relación cliente-consultor.
3) Las relaciones interpersonales establecidas entre consultor cliente deben ser, prioritariamente, de ayuda para el cliente. Esta relación de ayuda debe considerar el estado actual de la situación, el estado deseado y el de reconocimiento.
1.2.8.Desarrollo organizacional
En cuanto a las teorías que tienen que ver con el desarrollo organizacional, una de las pioneras y más importantes ha sido la teoría de los sistemas, ya mencionada anteriormente. Esta teoría fue desarrollada en los años cincuenta en el Instituto Tavistock, por Eric Trist, Fred Emery y otros, y ha tenido un valor decisivo para las bases teóricas del desarrollo organizacional, al aportar elementos conceptuales para la comprensión de la dinámica de las organizaciones y el proceso de cambio.
Esta teoría concibe las organizaciones como sistemas abiertos y por tanto, en intercambio activo y permanente con el medio que las rodea. La teoría de sistemas es uno de los instrumentos conceptuales más poderosos que hay disponibles para la comprensión de la dinámica y del cambio de las organizaciones. A su vez, entre las teorías más importantes derivadas de la teoría de sistemas están: la teoría de sistemas socio-técnicos (TSS) y la planificación de sistemas abiertos (PSA).
Según la teoría de sistemas socio-técnicos (TSS), las organizaciones están constituidas por dos sistemas interdependientes, un sistema social (personas) y un sistema técnico (maquinaria y tecnología), por tanto, para que una organización sea eficaz, ambos sistemas requieren ser optimizados en forma conjunta. En contraste, la planificación de sistemas abiertos (PSA) mira más hacia el lado externo de la organización, estudia el ambiente con el objeto de identificar demandas, expectativas y mercados de otras organizaciones, desarrollar posibles escenarios futuros (realistas e ideales) de la organización e implementa planes de acción a fin de obtener su consecución. La TSS ha sido una base teórica fundamental para dos aspectos importantes en el desarrollo organizacional: el rediseño del trabajo y la reestructuración de la organización.
Otros aspectos teóricos relevantes para el desarrollo organizacional son:
1) La participación y delegación de autoridad. ya que ambos procesos inciden en el incremento del compromiso con la organización, disminuyen la resistencia al cambio y reducen los niveles de tensión de los participantes. En general, a mayor participación mayor delegación de autoridad, lo cual favorece tanto el desempeño como el bienestar de los trabajadores.
2) Los equipos de trabajo y trabajo en equipo son elementos muy valiosos para las organizaciones, ya que pueden incrementar la efectividad, crear sinergia, cubrir necesidades sociales, entre otros.
3) Las estructuras paralelas de aprendizaje pueden ser muy útiles durante el proceso de desarrollo organizacional, ya que su creación tiene como objetivo planificar y guiar el proceso de cambio, ya que son estructuras paralelas a la estructura formal y jerárquica.
4) Las estrategias normativas-reeducativas del cambio hacen referencia a la base teórica subyacente en algunas de las estrategias utilizadas en el desarrollo organizacional, ya que cuando el desarrollo organizacional utiliza herramientas orientadas al cambio de las normas, asume que éstas son la base del comportamiento y por tanto, el cambio obtenido es el producto de un proceso de reeducación. Aunque es preciso recordar que las estrategias también tienen un componente empírico-racional, al enfatizar la importancia de que los participantes involucrados en el proceso de cambio comprendan las ventajas que este proceso tendrá para ellos.
En general, el consultor trabaja junto con el cliente para definir las mejoras que éste quiere hacer, definir los problemas y buscar las soluciones. Las estrategias que utilizará el consultor se orientan a facilitar este proceso, así como descubrir posibles elementos que obstaculicen la resolución efectiva del problema, entre otros. La investigación-acción, podría decirse que es un método para aprender y facilitar el aprendizaje acerca el cambio organizacional y su dinámica organizacional, así como para poner en práctica los esfuerzos orientados al cambio. Sus tres procesos fundamentales son: recopilación de datos, retroalimentación al sistema cliente y planificación de la acción, basándose en los datos. Por último, es preciso resaltar la importancia de los aportes de las ciencias de la conducta al desarrollo organizacional. Los programas de desarrollo organizacional aplican los conocimientos tanto teóricos como prácticos de las ciencias de la conducta, durante todas sus etapas.
Así pues, se puede considerar que el desarrollo organizacional tiene una serie de características distintivas:
1) El desarrollo organizacional se enfoca en la cultura y en los procesos. Los consultores en desarrollo organizacional se orientan más hacia las relaciones y hacia el comportamiento que hacia el contenido. Además, estimulan la colaboración entre los líderes y los miembros de su equipo.
2) El desarrollo organizacional se enfoca en los valores humanos y sociales de la organización.
3) El desarrollo organizacional se dirige hacia el cambio total del sistema. Entiende las organizaciones como sistemas sociales complejos. Se basa en un modelo de investigación-acción.
4) El desarrollo organizacional busca la mejora tanto de los empleados como de la organización. Intenta crear situaciones de "ganar-ganar".
5) Considera la mejora de la organización como un proceso de aprendizaje continuo.

2.Administración del proceso de desarrollo organizacional

2.1.Premisas en un programa de desarrollo organizacional

La rapidez de respuesta que necesita una organización para poder enfrentarse a la multiplicidad de problemas a los que se enfrenta diariamente hace que los cambios en las empresas en ocasiones se realicen de manera precipitada, lo que incrementa las posibilidades de fracaso.
En este sentido, es importante considerar maneras efectivas de realizar el cambio y que este cambio esté planificado y estudiado con anterioridad. Un cambio no se debe improvisar, debe prepararse a conciencia y teniendo en cuenta todas las peculiaridades de la organización en la que éste se desarrollará. Existen una serie de premisas básicas que aumentan la probabilidad de éxito en la implantación de cambios en las organizaciones; no tener en cuenta estas premisas o condiciones dificultarán el desarrollo de la organización en la dirección deseada. Estas premisas son:
1) Implicación de la dirección en el proceso de cambio. Al igual que cualquier otro tipo de intervención, la implicación de la dirección de la organización en el proceso es básica para asegurar el éxito de la misma. Se dice que la dirección debe actuar como motor del cambio y resultará muy complicado, implicar en un cambio al resto de empleados si no se hace explícita una implicación real de toda la dirección de la empresa.
2) Definición de los objetivos. Es de vital importancia definir de forma clara y ordenada cuáles son los objetivos concretos de la intervención y exponer de forma precisa hacia donde deben llevar los cambios. Es decir, cuál es el rumbo que se espera tome la organización a partir del cambio. Este hecho permitirá que los miembros de la organización vean con claridad su utilidad y de este modo, se impliquen en el proceso de cambio. Si no se definen bien los objetivos, es complicado que se vea la idoneidad y utilidad del cambio propuesto. Por otro lado, los objetivos propuestos deberán ser concretos, alcanzables, planificados y definidos temporalmente y por último, medibles, para poder luego ser comprobados. De este modo se consigue que todos los miembros de la organización objetos de cambio, vean la posibilidad real de seguimiento de los cambios esperados.
3) Diseñar un plan para la aplicación. Inmediatamente después de definir con claridad los objetivos, el paso siguiente es diseñar un plan específico y no menos claro de las actividades a realizar. Este plan debe ser factible y no excesivamente optimista. Además debería tener en cuenta las posibles complicaciones que pueden surgir en el proceso de aplicación y, por lo tanto, debe ser flexible para permitir posibles modificaciones. Al mismo tiempo que se diseña este plan se deben elaborar instrumentos y programas que sean útiles a la hora de implantar el cambio; de este modo se evita la improvisación y se optimiza el tiempo de implantación del cambio.
4) Desarrollo de un clima favorable al cambio. Resulta complicado modificar las actitudes de las personas así como sus creencias y se complica mucho más cuando se habla de grupos y de variables de nivel grupal, como es el clima. Por tanto, es de vital importancia preparar a las personas implicadas en un cambio y favorecer las actitudes hacia el cambio. De este modo se podrá conseguir, en la medida de lo posible, un clima favorable al cambio que facilitará el éxito del mismo.
5) Asignación de roles. Todo cambio precisa de acción y la acción debe ser distribuida entre los 'actores'. Por tanto, es importante asignar tareas y responsabilidades a las personas que forman parte de la organización. Así se consigue implicación en el proceso de cambio, ya que las personas se sienten además de perceptores del cambio, protagonistas del mismo. Resulta además muy favorecedor implicar al máximo de trabajadores y, a ser posible, a la totalidad de ellos en mayor o menor medida. La dirección debe hacer ver su interés por el cambio y el protagonismo en el mismo, así como contagiarlo al resto de los empleados.
6) Anticipación a posibles problemas y efectos no esperados. Las organizaciones son sistemas complejos en los que diversas variables se relacionan entre sí. De este modo, la modificación de alguna de las variables implica cambios que, probablemente, afecten al resto y es necesario tener en cuenta y hacer un seguimiento exhaustivo, a todo el sistema en su conjunto, con miras a poder anticiparse a posibles efectos inesperados y problemas que puedan afectar al resultado del proceso.
7) Antes de aplicar cualquier intervención es conveniente ponerla a prueba. Resulta muy adecuado y recomendable a la hora de implementar un cambio en una organización (a nivel general), implantar cambios en departamentos o secciones que sirvan de experiencias 'piloto', ayudando a redefinir y ajustar el plan.
8) Apoyarse en agentes externos. Los agentes externos de cambio tienen la ventaja de conseguir, más fácilmente, que los empleados se expresen con mayor libertad; por el contrario, si el agente de cambio es un miembro de la misma organización, los empleados pueden sentirse cohibidos a expresarse libremente y por tanto, se puede obstaculizar el crecimiento a nivel personal y organizacional.
9) Hacer un seguimiento de la efectividad. La aplicación de un plan de cambio debe estar acompañada de una evaluación de la eficacia del mismo, como también se deben evaluar regularmente los posibles efectos que a medio-largo plazo puede tener el cambio efectuado.
Figura 1. Premisas para el cambio organizacional

2.2.Pasos, fases o componentes del proceso de desarrollo organizacional

Aún cuando cada programa de desarrollo organizacional es único, específico para cada organización y elaborado en función de la problemática a abordar, las fases por las que pasa, varían según los autores; en términos generales, podría decirse que coinciden en las siguientes fases o etapas.
Lecturas recomendadas

Cummings, T. y Worley, C. G. (2007). Desarrollo organizacional y cambio. México, DF: Thomson Paraninfo.

Schein, E. (2009). Helping: How to Offer, Give, and Receive Help. San Francisco: Berrett-Koehler Publisher.

Schein, E. (2006). Organization Development. San Francisco: Jossey-Bass. Joan V. Gallos Editor.

2.2.1.Entrada y contratación
La entrada y contratación es la etapa inicial en la cual tiene lugar el contacto inicial entre cliente y consultor (tanto si se trata de un consultor externo como interno), en la cual exploran la situación y motivaciones para requerir la consultoría, y elaboran el contrato. Este contrato establece cómo se realizará el proceso de desarrollo organizacional, por tanto es muy importante invertir el tiempo necesario para elaborarlo. Es una herramienta fundamental para obtener mayor apoyo y compromiso hacia el proceso, y en última instancia, para aumentar la probabilidad de lograr que el proceso de cambio se realice completo y con éxito. El contrato puede definirse formalmente, por escrito o de manera mucho más informal, como un acuerdo verbal. Debe incluir la identificación de las partes y las expectativas de cada una, incluyendo la definición del problema y los resultados deseados, el tiempo estimado para llevarlo a cabo, los recursos asignados y las normas básicas que regirán el proceso.
2.2.2.Diagnóstico
El diagnóstico es la etapa en la cual se conoce cómo funciona la organización en ese momento, incluye la obtención sistemática de la información requerida para diseñar la intervención y su análisis. El diagnóstico puede hacerse a nivel organizacional, grupal o individual; puede dirigirse hacia áreas problemáticas o de desarrollo. Para llevarlo a cabo, el consultor se basa en su propio modelo teórico sobre desarrollo organizacional, según el cual selecciona el tipo de datos a recabar, el tipo de las técnicas a utilizar para recabar la información (por ejemplo, entrevistas, observaciones, cuestionarios, registros de la organización, etc.) y para analizar los datos. Sin embargo, es indispensable que esta etapa se desarrolle en colaboración con los integrantes de la empresa. Así pues, el diagnóstico de una organización proporciona una información esencial con respecto al statu quo de la organización, de sus problemas y oportunidades y de los posibles efectos que pueden tener las acciones relacionadas para el logro de los objetivos. Aunque existen distintos modelos de diagnóstico planteado por diversos autores, en este trabajo presentamos a modo de ejemplo el modelo de French y Bell (1995). De acuerdo con este modelo, para un adecuado diagnóstico del estado de una organización se requiere abordar dos áreas: el diagnóstico de los diferentes subsistemas que constituyen la organización total (ej: equipos naturales como la alta gerencia o un grupo de investigación) y el diagnóstico de los procesos organizacionales (procesos de toma de decisiones o la comunicación). Así, pues, estos autores desarrollaron las siguientes tablas que permiten diagnosticar tanto los sistemas de la organización (tabla 2) como sus procesos (tabla 3). Estas tablas contemplan la información que suele ser la más necesaria habitualmente en un proceso de diagnóstico en un programa de desarrollo organizacional, de manera que pueden entenderse como instrumentos para el diagnóstico de las organizaciones, sus procesos y subunidades.
Fuente: French y Bell (1995).
Tabla 2. Diagnóstico de las subunidades de la organización
Enfoque u objetivo del diagnóstico
Explicación y ejemplos
Información típica que se busca
Métodos comunes que se buscan
La organización total (que tiene una "carta de constitución" o una misión común y una estructura de poder común).
El sistema total es la entidad evaluada y analizada. El diagnóstico también podría incluir, si es pertinente, a organizaciones, grupos o fuerzas de extrasistemas (del entorno), como clientes, proveedores y reglamentaciones gubernamentales. Algunos ejemplos son una empresa manufacturera, un hospital, un sistema escolar o una cadena de tiendas por departamentos.
¿Cuáles son las normas (deberes culturales) de la organización? ¿Cuál es la cultura de la organización? ¿Cuáles son las actitudes, las opiniones y los sentimientos de la organización hacia varios objetos cognoscitivos como compensaciones, dietas de la organización, supervisión y alta gerencia? ¿Cuál es el ambiente de la organización: abierto o cerrado, autoritario o democrático, represivo o de desarrollo, confiado o desconfiado, cooperativo o competitivo? ¿Qué tan bien funcionan los procesos clave de la organización, como la toma de decisiones y el establecimiento de metas? ¿De qué clases y tan efectivos son los mecanismos sensoriales de la organización para inspeccionar las demandas internas y externas? ¿Se comprenden y aceptan las metas de la organización?
Los cuestionarios de encuestas son los más comunes en una organización grande. Las entrevistas, tanto de grupo como individuales, son útiles para obtener la información deseada, en especial si se basa en técnicas de muestreo efectivas. Un grupo de miembros representativos a quienes periódicamente se somete a encuestas o entrevistas es útil para hacer un diagrama de los cambios a lo largo del tiempo. El examen de los "cacharros" de la organización (reglas, regulaciones, políticas, símbolos del cargo y/o estatus, etc.) proporcionan un descubrimiento de la cultura de la organización. Las juntas de diagnóstico que se llevan a cabo en varios niveles de la organización también proporcionan una gran cantidad de información en un breve periodo.
Los grandes subsistemas que por naturaleza son complejos y heterogéneos.
Este grupo que es el objetivo se deriva de hacer diferentes "tajadas" de la organización, por ejemplo por nivel jerárquico, por función y por ubicación geográfica. Dos criterios ayudan a identificar este conjunto de subsistemas: primero, están considerados como un subsistema por ellos mismos o por los demás; u segundo, su composición es heterogénea, es decir, los miembros tienen algunas cosas en común, pero también hay muchas diferencias entre ellos. Algunos ejemplos serían, el grupo de la gerencia a nivel medio, que se compone de gerentes de diversos grupos funcionales; los miembros del departamento de personal de una organización que tiene operaciones muy dispersas con un grupo de personal en cada ubicación; todos en la planta 1 de una compañía que tiene 10 plantas; una división que se compone de varios negocios diferentes.
Todo lo anterior y además: ¿cómo considera este subsistema al todo y viceversa? ¿Cómo se llevan unos con otros los miembros de este subsistema? ¿Cuáles son las demandas propias de este subsistema? ¿Las estructuras y los procesos de la organización están relacionados con las demandas propias? ¿Hay subunidades "altas" y "bajas" dentro del subsistema, en términos del desempeño? ¿Por qué? ¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrentan este subsistema y sus subunidades? ¿Las metas del subsistema son compatibles con las metas de la organización? ¿Lo heterogéneo de las demandas de los roles y la identidad funcional se interponen en el camino de un desempeño efectivo del subsistema?
Si los subsistemas son grandes o están muy dispersos, se recomiendan las técnicas de cuestionarios y de encuesta. Las entrevistas y las observaciones se pueden usar para proporcionar un apoyo adicional o una información de hipótesis-pruebas. Los registros, los reportes y la información de la organización son buenas fuentes de información acerca del desempeño y de los problemas.
Pequeños subsistemas que son simples y relativamente homogéneos.
Estos por lo general son grupos o equipos de trabajo formales que tienen una interacción frecuente de cara a cara. Pueden ser grupos permanentes, grupos comando temporales, o grupos recién constituidos (ej: el grupo encargado de empezar una nueva operación, o el grupo formado por una adquisición o fusión). Algunos ejemplos son equipos de alta gerencia, cualquier gerente y sus subordinados clave, los comités de una naturaleza permanente o temporal, los equipos de grupos comando, la fuerza laboral en la oficina, los maestros de una sola escuela, etc.
Las preguntas sobre la cultura, el ambiente, las actitudes y los sentimientos son pertinentes aquí, además de: ¿cuáles son los principales problemas del equipo? ¿Cómo se puede mejorar la efectividad del equipo? ¿Qué hacen las personas que se interponen en el camino de los demás? ¿Las relaciones miembro/líder son las deseadas? ¿Los individuos saben la forma en que sus trabajos se relacionan con las metas del grupo y de la organización? ¿Son efectivos los procesos de trabajo del grupo, es decir, las cosas que hacen como grupo? ¿Se hace buen uso de los recursos del grupo e individuales?
Los métodos típicos incluyen los siguientes: entrevistas individuales sequidas de una junta del grupo para revisar los datos de las entrevistas; cuestionarios; observación de las juntas de personal y de otras operaciones cotidianas; y una junta formal de grupo para el autodiagnóstico.
Pequeñas organizaciones totales que son relativamente sencillas y homogéneas
Un ejemplo sería una organización profesional local o una pequeña compañía. Los problemas comunes, tal y como los ven los funcionarios, podrían ser un número descendente de miembros, una baja participación, dificultades para dotar de personal a grupos comando especiales, o una mala calidad y una disminución en las utilidades.
¿Cómo ven los funcionarios y los miembros a la organización y sus metas? ¿Qué les agrada y qué les desagrada? ¿Cómo quieren que sean? ¿Cómo es la competencia? ¿Qué fuerzas significativas externas están causando un impacto en la organización?
Los cuestionarios y las entrevistas se usan con frecuencia. Se pueden emplear cuestionarios de adjetivos descriptivos para obtener una lectura rápida sobre la cultura, el tono y el bienestar de la organización. Las juntas de diagnóstico de grupo pueden ser útiles. Se pueden examinar los registros de la organización.
Subsistemas de interfase o intergrupo
Se componen de subconjuntos del sistema total que contiene a miembros de dos subsistemas, tales como una estructura organizacional matriz que requiere que un individuo o un grupo tengan dos líneas para reportarse. Pero casi siempre este objetivo se compone de miembros de un subsistema que tiene problemas y responsabilidades comunes con los miembros de otro subsistema. Nos referimos a incluir a los subsistemas con problemas y responsabilidades comunes, como traslapos de producción y mantenimiento y traslapos de mercadotecnia y producción.
¿Cómo ve cada subsistema al otro? ¿Qué problemas tienen los dos grupos al trabajar juntos? ¿En qué formas los subsistemas se interponen en el camino del otro? ¿Cómo pueden colaborar para mejorar el desempeño de ambos grupos? ¿Son claras las metas, las submetas y las áreas de responsabilidad y de autoridad? ¿Cuál es la naturaleza del ambiente entre los grupos? ¿Cómo quieren los miembros del grupo que sea ese ambiente?
Las juntas de confrontación entre ambos grupos a menudo son el método para recopilar datos y planificar acciones correctivas. Las juntas de espejo organizacionales se usan cuando hay tres o más grupos involucrados. Se pueden emplear entrevistas de cada subsistema, seguidas de una sesión de compartir datos, o una observación de las interacciones.
Díadas y/o tríadas
Las parejas de superior y subordinado, compañeros interdependientes, eslabones (es decir, las personas con membresía en múltiples grupos) son subsistemas dignos de análisis
¿Cuál es localidad de la relación? ¿Las partes poseen las habilidades necesarias para el logro de la tarea? ¿Son colaborativas, o competitivas? ¿Son efectivas como un subsistema? ¿La inclusión de una tercera parte facilita o inhibe su progreso? ¿Se apoyan unas a otras?
Se utilizan entrevistas separadas, seguidas de una junta de las partes para estudiar cualquier discrepancia en los datos de las entrevistas. La verificación de cómo se perciben unas a otras, por medio de situaciones de confrontación, puede ser útil. La observación es una forma importante para evaluar la calidad de la dinámica de la interacción.
Individuos
Cualquier individuo dentro de una organización, como el presidente, los jefes de división, los ocupantes de puestos clave en procesos de flujo de trabajo, por ejemplo, control de calidad, I&D. En un sistema escolar, serían los estudiantes, los maestros o los administradores.
¿Las personas se desempeñan conforme a las expectativas de la organización? ¿Cómo consideran su lugar y su desempeño? ¿Surgen comúnmente ciertas clases de problemas? ¿Las personas satisfacen los estándares y las normas de la organización? ¿Necesitan conocimientos, habilidades o capacidades especiales? ¿Qué oportunidades de desarrollo de la carrera tienen/desean/necesitan' ¿Qué afanes están experimentando?
Las entrevistas, la información derivada de las juntas de diagnóstico del trabajo de equipo, o los problemas identificados por el departamento de recursos humanos son fuentes de información. La autoevaluación que surge de la intervención del equipo o del subsistema es otra fuente.
Roles
Un rol (o papel) es un conjunto de conductas ejecutadas por una persona como resultado de ocupar cierta posición en la organización. Todas las personas en la organización tienen roles que requieren ciertas conductas, por ejemplo, secretarias, supervisores de producción, contadores, científicos y guardianes.
¿Las conductas de los roles se deberían aumentar a, disminuir, o cambiar? ¿El rol está definido en la forma adecuada?¿Cuál es el ajuste entre las personas y el rol? ¿A la persona que representa el rol se le deberían proporcionar habilidades y conocimientos especiales? ¿Es la persona adecuada para ese rol?
Por lo común la información proviene de observaciones, entrevistas, técnicas de análisis de rol, y un enfoque de equipo a la administración por objetivos. Las actividades de planificación de la carrera rinden esta información de salida.
Los sistemas entre-organización constituyen un suprasistema (esta es la arena del DO transorganizacional
Un ejemplo podría ser el sistema de la ley y el orden en una región, incluyendo la policía local, municipal, estatal, federal o de investigación, e instituciones de impartición de la justicia, tribunales, prisiones, agencias de libertad condicional, fiscales y jurados. Casi todos esos suprasistemas son ta complejos que los esfuerzos del cambio tienden a enfocarse en dos o tres subpartes.
¿Cómo ven el todo y a sus subpartes las personas clave en un segmento del suprasistema? ¿Hay fricciones o incongruencias entre las subpartes? ¿Hay subunidades de desempeño superior y de desempeño inferior? ¿Por qué?
El espejo organizacional, o el desarrollo de listas de cómo ve cada grupo a los demás, es un método común de diagnóstico conjunto. Los cuestionarios y las entrevistas son útiles en las intervenciones extensas a largo plazo.
Fuente: French y Bell (1995).
Tabla 3. Diagnóstico de los procesos organizacionales
Proceso organizacional
Identificación, observaciones y comentarios
Información típica que se busca
Métodos comunes de diagnóstico
Patrones, estilos y flujos de comunicación
¿Quién habla con quién, durante cuánto tiempo y acerca de qué? ¿Quién inicia la interacción? ¿Es de un sentido o de dos sentidos? ¿Es de arriba hacia abajo, de abajo hacia arriba, lateral?
¿La comunicación está dirigida hacia arriba, hacia abajo, o en ambas direcciones? ¿Se filtran las comunicaciones? ¿Por qué? ¿En qué forma? ¿Los patrones de comunicación se ajustan a la naturaleza de los trabajos que se van a desempeñar? ¿Cuál es el clima de de las comunicaciones? ¿Cuál es el lugar de las comunicaciones escritas, en comparación con las orales?
Observaciones, en especial en las juntas; cuestionarios para los modelos de gran tamaño; entrevistas y discusiones con los miembros del grupo (todos estos métodos se pueden usar para recabar la información deseada). El análisis de las sesiones de todos los interesados, grabadas en video, es especialmente útil.
Establecimiento de metas
El establecimiento de objetivos de las tareas y la determinación de los criterios para medir el logro de los objetivos tienen lugar en todos los niveles de la organización
¿Se establecen metas? ¿Cómo lo hacen? ¿Quién participa en el establecimiento de metas? ¿Poseen esas personas las habilidades necesarias para un establecimiento efectivo de las metas? ¿Son capaces de establecer objetivos de largo y de corto plazo?
Cuestionarios, entrevistas y observaciones, que permiten formas de evaluar la habilidad de establecer metas de los individuos y los grupos dentro de la organización
Toma de decisiones, resolución de problemas y planificación de la acción
La evaluación de alternativas y la elección de un plan de acción son funciones integrales e importantes para la mayoría de los miembros de la organización. Esto incluye obtener la información necesaria, establecer prioridades, evaluar alternativas, y elegir una alternativa por encima de las demás
¿Quién toma las decisiones? ¿Son efectivas? ¿Se utilizan todas las fuentes disponibles? ¿Son necesarias habilidades de resolución de problemas especiales para la toma de decisiones? ¿Los miembros de la organización están satisfechos con los procesos de resolución de problemas y de toma de decisiones?
La observación de las juntas de resolución de problemas en varios niveles de la organización es particularmente valiosa en el diagnóstico de este proceso. El análisis de las sesiones de todos los interesados, grabadas en video, es de una utilidad especial.
Resolución y manejo de conflicto
El conflicto-interpersonal, intrapersonal, e intergrupo- existe con frecuencia en las organizaciones ¿la organización cuenta con formas efectivas para manejar el conflicto?
¿Dónde existe el conflicto? ¿Cuáles son las partes involucradas? ¿Cómo se está manejando? ¿Cuáles son las normas del sistema para enfrentarse al conflicto? ¿El sistema de recompensas promueve el conflicto?
Las entrevistas, las observaciones de terceras partes y las juntas de observación son métodos comunes para diagnosticar estos procesos
Administración de las relaciones interfase
Las interfases representan las situaciones en las cuales dos o más grupos (subsistemas) se enfrentan a problemas comunes o a un traslapo de responsabilidades. Esto se ve con más frecuencia cuando los miembros de dos grupos separados están relacionados de manera interdependiente en el logro de un objetivo, pero tienen responsabilidades separadas.
¿Cuál es la naturaleza de las relaciones entre los dos grupos? ¿Son claras las metas? ¿Está clara la responsabilidad? ¿A qué problemas importantes se enfrentan los dos grupos? ¿Qué condiciones estructurales promueven/inhiben una administración efectiva de la interfase?
Las entrevistas, las observaciones de terceras partes, y las juntas de observación, son métodos comunes para diagnosticas estos procesos
Relaciones superior-subordinado
Las relaciones jerárquicas formales en las organizaciones dictan que algunas personas guían y otras siguen: estas situaciones a menudo son fuente de muchos problemas en las organizaciones.
¿Cuáles son los estilos de liderazgo existentes? ¿Qué problemas surgen entre supervisores y subordinados?
Los cuestionarios pueden mostrar el clima laboral y las normas de liderazgo generales. Las entrevistas y los cuestionarios revelan las conductas de liderazgo deseadas.
Sistemas tecnológicos y de ingeniería
Todas las organizaciones se basan en múltiples tecnologías (para la producción y las operaciones, para el procesamiento de la información, para la planificación, la mercadotecnia, etc.), a fin de producir artículos y servicios.
¿Son adecuadas las tecnologías para un desempeño satisfactorio? ¿Cuál es el estado de los últimos adelantos tecnológicos y en qué forma se compara con ellos esta organización? Deberían planificarse y ponerse en práctica algunos cambios en la tecnología.
En general, esta no es un área de experiencia del consultor de DO. De manera que debe solicitar ayuda de expertos, ya sea dentro o fuera de la organización. Las entrevistas y discusiones de grupo enfocadas en la tecnología se encuentran entre las mejores formas de determinar lo adecuado de los sistemas tecnológicos. En ocasiones, los expertos externos realizan una verificación y a veces hacen recomendaciones; en ocasiones los expertos internos lo hacen.
Administración estratégica y planificación de largo plazo
Formulación de la visión/misión
Deben tener lugar una inspección del medio ambiente, la adición o eliminación de productos, una predicción de los acontecimientos futuros y una toma de decisiones que afecten la viabilidad largo plazo de la organización, para que siga siendo competitiva y efectiva. La visión y misión establecen el marco de referencia para la estrategia.
¿Quién es el responsable de mirar hacia delante y de tomar decisiones de largo plazo? ¿Cuentan esas personas con el apoyo y los instrumentos necesarios? ¿Han sido efectivas las recientes decisiones de largo plazo? ¿Cuál es la naturaleza de las demandas actuales y futuras del ambiente? ¿Cuáles son los puntos fuertes y las competencias singulares de la organización? ¿Cuáles son las amenazas para la organización? ¿Es clara la misión? ¿Es ampliamente compartida?
Las entrevistas de los individuos clave que determinan las políticas, las discusiones de grupo, y un examen de los registros históricos ofrecen amplia referencia en esta dimensión.
Aprendizaje organizacional
Es esencial aprender de los éxitos y de los fracasos, de los puntos débiles actuales y de todos los miembros de la organización, para que siga siendo competitiva, vital y que desarrolle nuevos paradigmas
¿Cuáles son nuestros puntos fuertes, nuestras áreas problema? ¿Qué observaciones, ideas o sugerencias de todos los miembros de la organización hay disponibles? ¿Nuestra conducta actual concuerda con la que adoptamos? ¿Cuáles son las incapacidades para el aprendizaje de esta organización? ¿Están cambiando los paradigmas actuales? ¿Cómo serán los nuevos paradigmas? ¿Estamos llevando u registro de nuestra filosofía, nuestros aprendizajes y nuestro progreso?
Entrevistas, cuestionarios, métodos de diagnóstico de grupo; examen de las hipótesis y la cultura; juegos y ejercicios para crear la conciencia de las incapacidades de aprendizaje de la organización; examen de las rutinas defensivas; formulación de una visión, incluyendo el análisis del ambiente.
2.2.3.Retroalimentación
La retroalimentación es una etapa clave en el proceso diagnóstico, ya que de ésta depende que tanto la gerencia como el personal de staff, comprendan la situación, se sientan parte de ella y estén dispuestos a canalizar sus esfuerzos hacia la propuesta de intervención. Consiste en la devolución de la información diagnóstica a los miembros de la empresa y es crucial cómo se organice el reporte de los datos y cómo se comuniquen éstos. Cuando se comunican los resultados diagnósticos no sólo es importante centrase en la información más importante, sino además, respetar las reglas de una retroalimentación constructiva (ej., que sea descriptiva, con datos observables, respetuosa, contingente, orientado a la mejora de la situación, entre las más importantes).
2.2.4.Diseño de la intervención
El diseño de la intervención es la etapa de planificación del cambio, pasos que se seguirán para la consecución de las metas. Debe incluir el problema o la oportunidad que se pretende abordar, las metas y los resultados deseados, secuencia de intervenciones. Para elaborar una intervención efectiva, es preciso tomar en cuenta, no sólo las características de la empresa sino también la preparación, la experiencia y habilidades del consultor. La mayor o menor participación de los empleados en esta etapa dependerá del modelo de consultoría sobre el cual se base el consultor.
2.2.5.Intervención
La intervención es la etapa de implementación de las acciones planificadas, por tanto, depende principalmente de las características de la empresa. Ahora bien, en términos generales, el consultor debe incentivar a los empleados a participar en el cambio, para lo cual deberá tomar en cuenta las resistencias presentes. Requiere disponer de una visión compartida que oriente el proceso de desarrollo organizacional, así como contar con el apoyo necesario para lograr y consolidar el cambio. Es la etapa de facilitar el desarrollo de destrezas, entre ellas, la disposición al cambio y reforzar los nuevos comportamientos. En el siguiente módulo de este trabajo se presenta tanto esta etapa como la anterior en mayor detalle, exponiendo de este modo las distintas técnicas y métodos de intervención dentro del marco de un programa de desarrollo organizacional.
2.2.6.Evaluación
En esta etapa se evalúan los resultados del programa de intervención y el proceso utilizado, de acuerdo al marco conceptual empleado. Así pues, la evaluación ofrece una retroalimentación al consultor y los empleados sobre el avance e impacto de la intervención. Esta fase puede plantear la posibilidad de diagnosticar y modificar el programa de intervención o indicar que la intervención ha sido un éxito. Aunque tradicionalmente la evaluación del programa se ha entendido como una fase posterior, esta concepción recientemente se ha señalado como engañosa, dado que es recomendable que se dé a lo largo de todo el programa.
En una fase de evaluación se debe considerar tanto la intervención en sí misma como proceso como sus resultados a largo plazo; de este modo se puede saber si la evaluación está teniendo lugar en realidad durante la implantación y cómo se está haciendo (retroalimentación de implantación) y por otro lado, si después de la implantación de la intervención se podrá saber si se están alcanzando los resultados deseados (retroalimentación de evaluación). Más específicamente, la retroalimentación de implementación informa sobre las distintas características de la intervención y sus efectos inmediatos; mientras que la retroalimentación de evaluación informa sobre el efecto global de la intervención y si se deberían seguir asignándose recursos a dicho programa. Esta información es más costosa de recoger en términos temporales e implica una variedad de medidas de resultados (por ejemplo, rotación, ausentismo, satisfacción laboral, etc.). Unos resultados negativos indican que el diagnóstico tuvo ciertos fallos y que la intervención elegida no fue la apropiada. Así pues, esta retroalimentación sugiere un diagnóstico e investigación más detallados con el objetivo de mejorar el programa. Por otro lado, unos resultados positivos señalan que los objetivos planteados se han alcanzado, pudiendo estimular la búsqueda de medios para institucionalizar el cambio y convertirlo en una parte permanente de la empresa.
Otro aspecto que se debe considerar es quién evalúa. El evaluador desde ser distinto al consultor del proceso de cambio y no puede ser miembro de la organización para garantizar así la objetividad del proceso de evaluación.

3.Barreras en un proceso de desarrollo organizacional (fuerzas de resistencia al cambio)

Aun cuando existen autores que no están de acuerdo en utilizar el término resistencia al cambio (ej., Weisbord, 1987) para referirse al comportamiento de los miembros de la organización en un momento dado del proceso, resulta útil conocer diferentes aspectos individuales y organizacionales que pueden hacer menos fluido el proceso de cambio.
Las llamadas resistencias al cambio, si bien pueden ser positivas al promover cierto grado de estabilidad y predictibilidad en la conducta, pueden ser también una fuente potencial de conflictos funcionales. Por otro lado, puede obstaculizar la adaptación a nuevas propuestas y al progreso que éstas suponen.
Un problema al que se ven enfrentadas las organizaciones cuando intentan llevar un proceso de cambio es la interpretación del cambio que hacen las personas, este puede ir desde la aceptación plena hasta una gran resistencia. Se pueden además encontrar diferentes niveles de resistencia, desde una resistencia pasiva a una resistencia activa y fuerte como por ejemplo, una huelga. Así pues, la resistencia al cambio puede presentarse de forma abierta, inmediata, implícita o diferida. Tanto la implícita como la diferida, son las más difíciles de manejar para la gerencia. Ya que la implícita es una resistencia sutil, difícil de identificar (pérdida de lealtad hacia la organización, falta de motivación para trabajar, más errores, mayor absentismo, etc.). La diferida implica aplazar la reacción de rechazo al cambio, ya sean semanas, meses o años; es decir, implica una acumulación de la resistencia que puede aflorar ante cualquier estímulo de cambio aparentemente insignificante, de modo que cuando tiene lugar la reacción puede parecer una respuesta desproporcionada.

3.1.Barreras individuales

Existen diferentes motivos que llevan a una persona a mostrar resistencia al cambio:
1) Intereses de la persona. Las personas se preocupan de las consecuencias que el cambio va a tener sobre ellos. Puede pensar que va a perder parte de su estatus o de aspectos valorados del trabajo.
2) Predisposición del individuo respecto del cambio. Es algo muy personal, ciertas personas tienen facilidad para aceptar los cambios mientras que otras son muy propensas a la estabilidad.
3) Predisposición al hábito. Las personas tomamos decenas de decisiones cada día; a través de los hábitos y las costumbres, nos resulta más fácil enfrentarnos a la complejidad del entorno en el que vivimos. Sin embargo, cuando debemos enfrentarnos al cambio esta tendencia se vuelve una fuente de resistencia.
4) Temor al fracaso. Existe la posibilidad de que la persona no se acople a la nueva situación.
5) Temor a lo desconocido. Además del temor al fracaso, la incertidumbre y el miedo a lo desconocido puede suponer una importante fuente de tensión.
6) Se puede haber generado un ambiente de desconfianza o que no se haya proporcionado la información adecuada o que se hayan generado malos entendidos.
7) Puede haber empleados que no estén de acuerdo con las razones para el cambio o que no perciban ventajas. Este es el caso por ejemplo de los factores económicos. Si los cambios pueden asociarse a reducción de ingresos o si se trata de cambios en las rutinas o tareas establecidas y el trabajador teme no alcanzar los criterios.
8) Puede estar alterando las relaciones grupales.
9) Seguridad: mayor necesidad de seguridad, mayor resistencia al cambio
10) Procesamiento selectivo de la información: las personas al procesar la información pueden hacerlo de forma que les permita mantener la percepción que han elaborado del mundo.
Figura 2. Factores individuales de resistencia al cambio

3.2.Barreras organizacionales

Por otro lado, desde las organizaciones también se produce una resistencia al cambio. De hecho, pocas son las empresas que tienen la innovación y el dinamismo como base. Habitualmente las organizaciones tienen estructuras y culturas difíciles de modificar y que se perpetúan en el tiempo.
En este sentido, desde la organización, la resistencia al cambio se manifiesta desde las siguientes fuentes:
1) Inercia estructural. Los mecanismos que las organizaciones incorporan para producir estabilidad (ej., proceso de selección, promoción, etc.) ofrecen resistencia frente a los posibles cambios a fin de conservar la estabilidad. Las organizaciones mantienen sus estructuras a través de diferentes procesos, como el de socialización de los nuevos empleados que lleva a éstos a comportarse de acuerdo a unas normas y reglas definidas por la organización.
2) Enfoque limitado del cambio. En ocasiones las organizaciones llevan a cabo un cambio en uno de los departamentos o equipos sin pensar que éste afecta a todos los departamentos o equipos relacionados.
3) Inercia de los grupos. Incluso cuando las personas quieren cambiar las normas, el grupo puede estar impidiendo o dificultando ese cambio. Las normas grupales pueden bloquear o limitar la aceptación del cambio, aunque haya empleados que individualmente estarían dispuestos a aceptarlo.
4) Amenaza a la destreza. Los grupos especializados pueden ver amenazadas la utilidad de sus destrezas con la incorporación de cambios en las pautas organizacionales.
5) Amenaza a las relaciones de poder. Cualquier cambio en la organización puede afectar a las relaciones de poder establecidas, por lo que este cambio puede ser visto como una amenaza por el grupo o por la persona que tiene el poder.
6) Amenaza a la distribución existente de recursos. Esta amenaza es similar a la anterior. El grupo o la persona que recibe una mayor cantidad de recursos puede pensar que con los cambios que se vayan a introducir va a perder parte de esos recursos.
Figura 3. Factores organizacionales de resistencia al cambio
Tabla 4. Cuadro resumen con las barreras presentes en un proceso de desarrollo organizacional
Criterio de clasificación
Tipo de barrera
Barrera
Nivel de origen de la barrera
Individuales
Hábitos
Seguridad
Factores económicos
Miedo a lo desconocido.
Procesamiento selectivo de la información
Organizacionales
Inercia estructural
Alcance limitado del cambio
Inercia de los grupos
Amenaza a la destreza
Amenaza a las relaciones de poder establecidas
Amenaza a la asignación establecida de recursos
Forma de manifestarse
 
Resistencia abierta
Resistencia inmediata
Resistencia implícita
Resistencia diferida

3.3.¿Qué pueden hacer los agentes del cambio para superar estas barreras?

Tal y como se ha planteado en este módulo, el objetivo del desarrollo organizacional en su conjunto, y en particular de cualquier intervención orientada al desarrollo organizacional, es implantar cambios en las organizaciones. Aunque por definición el cambio se entiende como un hecho positivo en sí mismo que ayuda a crecer, puede existir la creencia de que las organizaciones no están preparadas para éste. Los cambios también llevan consigo una falta de control y una cierta ambigüedad que no siempre es bien recibida por los propios clientes. Las personas están acostumbradas a hacer las cosas de un determinado modo y el desarrollo tecnológico, en ocasiones, atropella y les genera una ansiedad que las deja indefensas a la hora de responder adecuadamente al cambio. De modo que los miembros de las organizaciones a menudo rechazan los cambios por miedo a la incertidumbre que plantean y sus posibles implicaciones.
Estudios realizados por Van de Ven (1986) refuerzan la teoría de que las personas tienen una limitación cognitiva para percibir situaciones nuevas y complejas sobre las que tienen un control limitado. Desde este punto de vista, se debe tener en cuenta que no es conveniente introducir demasiados cambios (más cambios de lo necesario), ni tampoco con una regularidad excesiva, ya que esto podría hacer percibir el contexto excesivamente confuso y carente de control por parte de los empleados. Además, la necesidad del cambio debe ser bien establecida, "sentida" por los miembros de la organización y se precisa una visión clara de hacia dónde va el cambio y sus ventajas para los empleados.
Como se ha señalado anteriormente, algunas de las barreras más relevantes que se levantan y que complican la aceptación y adaptación al cambio, tienen su origen en las personas que forman parte y trabajan en las organizaciones y otras, en la propia estructura de la organización, que impide poder adaptarse y desarrollarse adecuadamente en la misma.
Hay varios pilares básicos sobre los que siempre debería estar asentado cualquier proceso de cambio. En primer lugar, es fundamental que los empleados estén informados acerca del proceso de cambio. De esta forma, no sólo se ayuda a que vean cuáles son las razones que han motivado ese cambio, qué objetivos se persiguen y qué proceso se va a seguir para alcanzarlos, sino que al mismo tiempo se reducen los posibles rumores y la transmisión errónea de información. En segundo lugar, la participación de los empleados en el proceso de cambio hace más probable que acepten ese cambio en lugar de rechazarlo. En tercer lugar, puede haber problemas de resistencia al cambio por una falta de ajuste entre los empleados y sus nuevas funciones, en ese caso se debe ayudar a enfrentar la incertidumbre y el miedo que esto pueda ocasionar y dedicar el tiempo que sea preciso a mejorar el ajuste con cursos de formación si fueran necesarios. La cuarta recomendación sería generar un clima de confianza, a lo que puede ayudar un buen diseño de la comunicación a través del proceso de cambio. Finalmente, con personas o grupos que se resisten al cambio se puede negociar o llegar a un acuerdo y tratar de vencer esa resistencia al cambio a través de incentivos o de la eliminación de los elementos que perciben como amenazadores. Además, distintos problemas requieren distintos enfoques y, por lo tanto, es útil contar con diversas estrategias a la hora de afrontar las barreras que se pueden encontrar de cara a la implantación de un cambio. Estos métodos para reducir la resistencia al cambio se pueden dividir en las siguientes categorías:
1) Educación y comunicación. Se trata de ofrecer la información adecuada a todas las partes implicadas en el cambio, es preciso informar con claridad acerca del cambio: el qué, el por qué, el cómo y las expectativas de actuación (Boyett y Boyett, 2003). Este hecho permite que no existan malos entendidos que dificulten la implicación de todas las personas en el cambio propuesto. Además, impide la generación de falsas creencias, valoraciones y/o expectativas equivocadas sobre el objeto e implicación del cambio. Es una estrategia útil si la resistencia proviene de comunicación inadecuada (ej., información errónea o inefectiva) y existe confianza y credibilidad entre la gerencia y los empleados. Puede implementarse a través de conversaciones individuales, memorándum, presentaciones grupales, informes, etc. Su utilidad dependerá del balance entre las ganancias que supone su uso en relación con el tiempo y el esfuerzo que requiere.
2) Participación. Consiste en promover la participación de las personas opuestas al cambio, en el proceso de toma de decisiones, ya que la disponibilidad de los empleados a participar en el proceso de aplicación de un cambio, favorece su implicación y actitud más positiva hacia éste, al sentirse partícipes en la acción, en la decisión y en la planificación del cambio. Ventajas: aporte significativo de estas personas al proceso, su compromiso con éste y mayor calidad de la decisión; además de ofrecer la posibilidad de crear un equipo efectivo para promover el cambio. Desventaja: posibilidad de llegar a una decisión inadecuada y alta inversión de tiempo.
3) Apoyo, facilidades y respaldo. El apoyo social (sobre todo de los supervisores) es un recurso básico y muy importante en la adaptación de cualquier empleado a una nueva situación laboral. Por lo que es vital que se perciba por parte de los empleados una disponibilidad de apoyo por parte de toda la organización. En este sentido, la organización puede ofrecer diferentes medios para manejar adecuadamente el temor y la ansiedad generados ante el cambio (ej., asesoría, capacitación, permisos remunerados). Desventajas: alto coste e inversión de tiempo sin garantía de éxito.
4) Negociación. Si la resistencia viene de una persona o grupo con algún poder, se puede dar algo de valor para disminuirla. Desventaja: coste elevado, riesgo de chantaje posterior por personas/grupos de poder.
5) Manipulación y cooptación. "La manipulación se refiere a los intentos encubiertos de influir" (pág. 278, Robbins, 1998). Esto incluye falsear información (tergiversar, distorsionar), retener información, crear rumores falsos, etc. La cooptación es manipulación y participación. Consiste en ganarse el respaldo de los líderes que muestran resistencia al cambio, ubicándoles en puestos clave en el proceso de toma de decisiones relativa al cambio pero con papel más simbólico que sustantivo. Ventajas: poco costosos y fácil de conseguir. Desventaja: si las personas se dan cuenta que están siendo engañadas o utilizadas, se pierde toda credibilidad en el agente de cambio.
6) Coerción. Consiste en forzar a los empleados que se oponen al cambio a su aceptación, ya sea de forma implícita o explícita. Por ejemplo, amenazar, implementar medidas contra los resistentes al cambio, insistir en las consecuencias que puede traer el oponerse al cambio: despidos, transferencia de empleados, bloqueo de las promociones. Las ventajas y desventajas son similares al anterior.
Cabe señalar el hecho de que estas dos últimas deben ser usadas sólo como último recurso dado su elevado nivel de riesgo, ya que pueden crear problemas en el futuro si las personas se sienten manipuladas en exceso y desacreditar a los iniciadores del cambio.
Kotter y Schlesinger (1979) nos ofrecen un cuadro en el que muestran estas seis estrategias para superar la resistencia al cambio.
Tabla 5. Estrategias para superar la resistencia al cambio
Estrategia
Situaciones en que se usa
Ventajas
Desventajas
Educación + comunicación
Cuando existe falta de información o si la información o el análisis son imprecisos.
Una vez convencidas, las personas frecuentemente ayudan a la implantación del cambio.
Pueden requerir mucho tiempo si participan muchas personas.
Participación + dedicación
Cuando los iniciadores no cuentan con la información necesaria para diseñar el cambio o cuando otras personas tienen poder considerable para resistirse a él.
Los participantes se comprometen con la puesta en práctica del cambio y la información pertinente que tengan se integra al plan de cambio.
Puede requerir mucho tiempo cuando los participantes diseñan un cambio
inapropiado.
Facilitación + apoyo
Cuando las personas se resisten a causa de problemas de ajuste.
Ninguna otra estrategia funciona tan satisfactoriamente con los problemas de ajuste.
Puede requerir mucho tiempo, ser costosa y pese a todo ello, fracasar.
Negociación + acuerdo
Cuando una persona o grupo sufra pérdidas evidentes con el cambio o si tienen poder suficiente para resistirse a él.
En ocasiones, es una forma relativamente sencilla de evitar resistencias considerables.
Puede ser demasiado costosa en muchos casos, si alerta a otros para que negocien su acatamiento.
Manipulación + invitación a participar
Cuando otras prácticas no funcionan o son demasiado costosas.
Puede ser una solución relativamente barata y rápida a los problemas de resistencia.
Puede generar problemas futuros si las personas se sienten manipuladas.
Coerción explícita + coacción implícita
Cuando la rapidez es fundamental y los iniciadores del cambio tienen poder considerable.
Es rápida después de superar cualquier tipo de resistencia.
Implica un alto riesgo, si hace que las personas se molesten con los iniciadores.
Por tanto, es fundamental, por un lado que se establezca claramente la necesidad que inspira o justifica el cambio, contar con una visión clara y compartida, utilizar las estrategias más adecuadas para cada situación y por último, que el consultor o agente de cambio cuente con la preparación académica y las destrezas específicas en el área, así como alguna experiencia en la gestión de procesos de cambio. Además, como se puede observar no hay una estrategia que sea la óptima en cualquier situación sino que dependerá de las circunstancias que sea preferible optar por una u otra estrategia.

4.El consultor en desarrollo organizacional

Llegados a este punto, una pregunta importante sería: ¿quiénes son las personas encargadas de dirigir el cambio organizacional? Los agentes de cambio son los principales responsables de estimular, facilitar y coordinar el cambio; ahora bien, éstos pueden ser personal de la empresa (agentes internos) o consultores externos contratados específicamente para esta tarea. La participación de estos últimos, tiene la ventaja de ofrecer un punto de vista más objetivo, poseen una experiencia muy diversa y están más dispuestos a iniciar cambios más drásticos, ya que no vivirán las consecuencias de estos, mientras que los agentes internos suelen ser más reflexivos y cautelosos. Sin embargo, los consultores externos cuentan con un conocimiento limitado de la historia de la organización, su cultura, procedimientos de operación y del personal de la compañía, lo cual les exige tomarse el tiempo necesario para llenar este vacío o trabajar en equipo junto con consultores internos.
El consultor aborda su tarea basándose en sus propias concepciones respecto al cambio, a partir de éstas diagnosticará la situación, seleccionará la estrategia e iniciará la acción. De allí la importancia de tener muy claros cuáles son los principios en los cuales se basa, sus concepciones asociadas al proceso de cambio y las organizaciones, su marco conceptual sobre la naturaleza del cambio, su modelo teórico del cambio.
Otro aspecto importante a considerar es el cierre de la relación de consultoría. Como consultor organizacional este punto suele ser menos problemático, dado que el consultor no está trabajando bajo el sistema de experto sino como facilitador. Sin embargo, es fundamental que sea capaz de identificar cuándo puede dar por concluido el proceso, con la seguridad de que ha logrado transferir a la organización las habilidades y los conocimientos necesarios para que el cambio implementado permanezca.

4.1.Competencias del consultor en desarrollo organizacional

Teniendo en cuenta la complejidad que el proceso de desarrollo organizacional tiene y la dedicación que precisa, es habitual que las organizaciones recurran a expertos (tales como asesores o consultores) para que lo lleven a cabo. Como se acotó anteriormente, el hecho de elegir que sea un profesional externo a la organización quien ejecute el proceso tiene la principal ventaja de ser un agente independiente financiera y administrativamente y esto permite un trato más objetivo. Pero, ¿qué justifica invertir recursos económicos de la empresa en contratar a alguien externo para realizar algo que podría ser realizado por la plantilla de la propia empresa? Básicamente son tres las habilidades que un consultor puede ofrecer y de las que habitualmente, carece un departamento de personal o recursos humanos de una organización (Furnham y Gunter, 1993).
En primer lugar las habilidades de diagnóstico. Los asesores externos son capaces de dar una "segunda opinión" que no es posible ofrecerla "desde dentro". En ocasiones, encontrarse inmerso en la propia organización objeto del cambio hace que no se pueda tener una visión lo suficientemente clara de la situación y es recomendable contratar a una asesor externo que pueda ofrecer otro punto de vista a la hora de realizar un diagnóstico.
Por otro lado, los asesores externos, suelen poseer más información sobre metodologías de medición en comparación con los gestores de personal de las empresas. Los gestores de personal tienen otras muchas demandas laborales distintas a la de evaluar y medir el desempeño de sus empleados, las habilidades y competencias personales. Además, existen en la actualidad, numerosas pruebas que pueden ser utilizadas en contextos laborales y con toda seguridad un buen consultor será capaz de elegir aquellas que se ajusten más a las características de cada organización. Adicionalmente, muchos gestores de personal frecuentemente evitan los datos "objetivos" y prefieren entrevistas, informes internos o declaraciones ofrecidas por "informantes clave" de su organización. Estos datos son importantes pero, sin duda, es adecuado y en ocasiones indispensable, complementarlos con mediciones más objetivas y válidas.
Finalmente, una competencia que se espera de un consultor (aunque a veces no es el caso) y que no es imprescindible de un gestor de personal, es la capacidad para formar adecuadamente, influyendo y liderando el cambio de actitudes de los empleados. Es decir, un agente externo capacitado es capaz de instruir y capacitar a los empleados para vivir el cambio. Los procesos formativos son especialmente relevantes en procesos de cambio y desarrollo organizacional.
Así pues, las competencias que necesita un consultor en desarrollo organizacional dependen en parte del modelo que guía su trabajo, pero en general, pasan por las habilidades interpersonales: incluyendo habilidades de retroalimentación y de comunicación efectiva; de liderazgo, negociación, manejo de resistencia al cambio, etc. Por tanto, cada vez más, el consultor requiere no sólo formación académica en el campo del desarrollo organizacional, el comportamiento y el cambio organizacional, así como experiencia en el ámbito real, sino también desarrollo y fortalecimiento de sus propias destrezas.
Sin embargo, también sería importante ver las destrezas del consultor en función de la etapa del proceso de consultoría, ya que algunas serán comunes a través de todo el proceso mientras que otras serán más importantes según la fase del proceso de consultoría.
Warrick (2005) al hablar de las competencias las dividen en: conocimientos fundamentales, destrezas conceptuales y destrezas de consultoría. Sólo a modo de ejemplo, puede mencionarse que incluye información sobre las tendencias actuales y futuras, conocimientos en desarrollo organizacional y disciplinas asociadas, fundamentos del área de negocios, rol de los agentes de cambio, fundamentos de facilitación de grupos presenciales y virtuales, en la categoría de conocimientos fundamentales. Entre las destrezas de pensamiento, menciona desarrollar una modelo sólido de modelo filosófico y ético de la práctica del desarrollo organizacional, aprender a innovar a través de la experiencia y la práctica. Por último, entre las destrezas de consultoría menciona las destrezas en el acceso a la organización, comunicación de ideas, entrevista, recolección y análisis de datos, feed-back, para cambiar y mejorar la salud de la organización, entre otras.

4.2.Valores

El consultor debe tener siempre presente que los valores fundamentales sobre los cuales se apoyan las intervenciones en desarrollo organizacional son humanísticos; en general, los autores coinciden en incluir:
1) Respeto por las personas y por los valores de la organización de sus miembros.
2) Confianza y apoyo. como características predominantes del ambiente organizacional. Se otorga importancia a la confianza interpersonal y se considera que el empleado tiene deseos de crecimiento y capacidad de cambio.
3) Distribución de poder. más que control y poder jerárquico, centralizado se caracteriza por el apoyo a la gerencia participativa.
4) Confrontación de los problemas. Los problemas se identifican, no se esconden y se enfrentan constructivamente.
5) Participación. Mayor participación de los involucrados, mayor compromiso con los cambios propuestos. La colaboración y la comunicación son estimuladas y apreciadas. Los equipos de trabajo son considerados esenciales para el proceso de cambio.

Resumen

Las organizaciones, al igual que la sociedad, han evolucionado y continúan haciéndolo. Esta evolución ha propiciado la actual humanización de las organizaciones que supone el trabajo en equipo, la búsqueda de la calidad total y la constante necesidad de mejorar los procesos y productos. En este sentido, en las últimas décadas, el desarrollo organizacional se ha considerado una necesidad; pasar de una organización rígida, basada en la productividad a base del control de tiempos y sincronismo de sus miembros, a una idea de organización basada en la flexibilidad, el valor humano, la participación de los empleados y el desarrollo.
En los últimos años, se han desarrollado diversos modelos y teorías relacionadas con el desarrollo organizacional. Así, modelos como el de cambio trifásico de Kurt Lewin; el modelo de "planeación" de Lippitt, Watson y Westley; el modelo del "cambio del sistema total" propuesto por Ralph Kilmann ; el modelo de análisis de flujo de Jerri I. Porras; el modelo causal de desempeño e innovación organizacional (Burke-Litwin,) y finalmente, el modelo de consultoría relacional (Alonso y Gil), se han detallado en el presente módulo y pueden tomarse como referencia para entender y fundamentar cómo el desarrollo organizacional se ha venido tratando en el último siglo.
Ante la necesidad de implantar un cambio en una organización y evitar que ésta implantación sea improvisada y mal ejecutada, se han señalado al menos 9 aspectos que no se deben olvidar, éstos son: la implicación de la dirección en el proceso de cambio, la definición de los objetivos, el diseño de un plan para la aplicación, el desarrollo de un clima favorable al cambio, la asignación de roles, la anticipación a posibles problemas y efectos no esperados, la puesta a prueba de la intervención antes de ser implantada de forma masiva, el apoyo en agentes externos y el seguimiento de la efectividad.
En la ejecución del proceso de cambio, cuando éste es ejecutado por un agente externo o consultor, se distinguen las siguientes fases:
1)Entrada y contratación.
2)Diagnóstico.
3)Retroalimentación.
4)Diseño de la intervención.
5)Intervención.
6)Evaluación de los resultados del programa de intervención.
Por otro lado, se ha resaltado el hecho de que, aunque existen multitud de barreras que dificultan el proceso de cambio tanto a nivel individual como organizacional, también se debe señalar que aspectos como la motivación intrínseca de los empleados, el fomento de la comunicación, la participación, así como el compañerismo y el respeto entre los colegas se convierten en motivadores y facilitadores del cambio.
Finalmente, se enfatizó en la importancia que tiene para el proceso de consultoría, la claridad del consultor en cuanto a sus valores, sus concepciones sobre el proceso de cambio y las organizaciones, así como su modelo teórico del cambio.

Actividades

Caso práctico: pérdida de competitividad en una empresa de telecomunicaciones
Communication es una empresa española de telecomunicaciones que presta servicios de telefonía móvil, con equipos de última generación. Era el operador líder en el mercado español hasta el primer trimestre de este año, pionera en servicios innovadores y de avanzada. La política de esta empresa se ha centrado desde su inicio en el desarrollo tecnológico y la innovación, especialmente en lo referido al desarrollo de productos o servicios. Uno de sus valores fundamentales es la satisfacción del cliente. Se inició como una pequeña empresa familiar que ha ido creciendo en función de la demanda, con una estructura jerárquica tradicional de varios niveles: dirección general, 6 gerencias que atienden las diferentes áreas (recursos humanos, marketing, atención al cliente, logística, soporte técnico y desarrollo), más de 5.000 empleados y 17 sucursales por todo el país. Cuanta con millones de clientes alrededor de todo el territorio nacional.
En su plantilla se pueden distinguir dos tipos de empleados: los que trabajan en la empresa desde sus inicios en 1976, mucha experiencia, menor formación técnica y mayor promedio de edad, y los incorporados recientemente, jóvenes sin experiencia, con amplia formación en el área, diferentes nacionalidades y "usuarios" de los diferentes servicios de telefonía avanzada. Algunas de estas incorporaciones han tenido lugar en cargos de nivel gerencial.
A pesar de su privilegiada posición en el mercado, durante el primer trimestre de este año, las ventas de esta empresa empezaron a bajar, los beneficios empezaron a disminuir, ha aumentado el ausentismo laboral y el clima organizacional se ha deteriorado.
Desde los departamentos correspondientes se han diseñado y llevado a cabo estrategias agresivas de marketing para subir las ventas. Se establecieron reuniones periódicas entre gerencias y departamentos con el fin de encontrar soluciones y poner cosas en común. Aunque todos asisten, hasta el momento no están resultando efectivas (no cumplen con las tareas asignadas dando alguna excusa, los participantes en la reunión no comunican los acuerdos obtenidos al resto de su grupo, etc.). Además, pareciera que cada sector de la empresa quiere tener un papel protagonista y no están dispuestos a trabajar conjuntamente. En la evaluación de clima los resultados mostraron que los empleados perciben un nivel medio-bajo de calidad de vida laboral, a diferencia de evaluaciones anteriores.
Por todo ello, la directiva de la empresa está interesada en hacer todo lo que esté en su mano, tanto en lo referido a los recursos económicos como humanos, para lograr reposicionarse en el mercado de las telecomunicaciones, subir las ventas, conservar a todos sus empleados y mejorar la percepción del clima laboral.
Tras la lectura del caso práctico: Pérdida de competitividad en una empresa de telecomunicaciones, contestad a las siguientes cuestiones:
1. Explicad por qué se requiere un proceso de desarrollo organizacional.
2. Identificad los objetivos del proceso de desarrollo organizacional, según vuestro parecer, en este caso.
Identificad los objetivos del proceso de desarrollo organizacional, según vuestro parecer, en este caso.
3. Analizad y justificad la conveniencia de que sea un consultor externo o interno quien se ocupe de este caso. Razonad la respuesta.
4. Identificad las funciones principales del consultor en cada paso del proceso.
5. Identificad cuáles pueden ser las barreras de resistencia al cambio que complicarían su aplicación.
6. Enunciad cómo se podrían superar las barreras identificadas anteriormente.

Solucionario

1. Porque la intervención requerida debería enfocarse principalmente en el aspecto humano de la organización, específicamente en los valores, actitudes, procesos, grupales (comunicación, liderazgo, etc.), funcionamiento de los equipos y clima organizacional. Sin descartar, la revisión de la estructura de la organización (el organigrama).
2. Los objetivos podrían plantearse, tanto a nivel organizacional, grupal e individual. El primero orientado al aumento de la productividad de la empresa. El segundo dirigido a mejorar la percepción del clima laboral dentro de la empresa y facilitar la integración y cohesión de grupos heterogéneos de trabajo (por cultura, formación y experiencia); y mayor apertura al cambio. Por último, a nivel individual, promover la disposición al aprendizaje (nuevos conocimientos, uso de tecnologías), desarrollo de destrezas (ej., autoevaluación).
3. Como se trata de una empresa familiar que ha ido creciendo en tamaño y alcance, cuya situación actual requiere cambios profundos, quizás el punto de vista de un consultor externo pueda ofrecer una perspectiva más objetiva, menos contaminada por variables personales y emocionales, con más independencia política y financiera. Por otra parte, el consultor externo, puede estar más actualizado en el área de medición de variables y tener mayores destrezas para la formación del personal. Además, como está dedicado por completo al proceso de DO, dispone de más tiempo y energía que un consultor interno. Aunque, por supuesto, siempre será preciso evaluar ventajas y desventajas de elegir un consultor externo o interno, en función de características propias de la empresa (las cuales no aparecen reflejadas en el resumen del caso presentado).
4.En primer lugar, el consultor necesita tener claro cuál será el marco conceptual que guiará su trabajo. (ej., teoría de sistemas, la organización como un sistema abierto).
Entrada y contratación: entrar en contacto con la empresa COMUNICATION, a fin de explorar su motivación para solicitar sus servicios y establecer el contrato.
Diagnóstico: decidir a qué nivel realizará el diagnóstico, decidir las estrategias a utilizar para obtener la información requerida y analizarla. Promover la participación de los empleados de la empresa en el proceso diagnóstico. En este caso particular, el diagnóstico podría estar dirigido a la solución del área problemática específica, planteada por la organización; y el diagnóstico, podría hacerse a tres niveles: organizacional, específicamente en cuanto a la estructura de la organización; grupal, para determinar cómo han sido diseñados los grupos de trabajo (ej., composición, normas, características de la tareas, etc.); individual para conocer mejor las características de los empleados, en cuanto a sus habilidades en relación a las tareas, experiencia, etc. El consultor tendrá que preguntarse: ¿la percepción del clima es igual en todos los grupos/departamentos?, el organigrama de la empresa ¿muestra la estructura real de la empresa?, ¿responde a sus características actuales?, ¿qué se ha hecho hasta ahora para abordar el problema?, ¿cuál es la cultura prevaleciente?, ¿cuáles son los valores reales de la empresa?, ¿los grupos definidos formalmente son eficientes?, ¿tienen metas claras?, ¿qué habilidades se requieren para cada cargo?
3)Retroalimentación: comunicar, tanto a la gerencia como alstaff,los resultados del diagnóstico. Promover su participación en el proceso de cambio.
4)Diseño de la intervención: decidir el tipo de intervención y elaborar la propuesta, a través del trabajo conjunto consultor-miembros de la empresa. Tomando en cuenta, por ejemplo, las resistencias al cambio identificadas, los posibles problemas de comunicación, las características de los empleados que parecen situarlos en dos grupos bastante definidos.
5)Intervención: implementar las acciones planificadas. Por ejemplo, construir la visión y valores compartidos de la empresa promoviendo la participación de todos, en pequeños grupos heterogéneos, donde participen empleados de diferente género, formación, antigüedad y cultura. Identificar las figuras clave de apoyo. Trabajar en la construcción de equipos efectivos de trabajo e integración de equipos, en el desarrollo de destrezas como apertura al cambio, comunicación, etc.
6)Evaluación: evaluar los resultados del programa de intervención y el proceso utilizado. Decidir cuál es el momento de concluir el proceso de consultoría y señalar posibles áreas de mejora, si procede. No obstante, esta fase sería recomendable que la realizara otro consultor experto para otorgar mayor objetividad a este proceso de evaluación.
5.Las barreras de resistencia al cambio en este caso, podrían ser implícitas y diferidas, toda vez que, actualmente, los grupos asisten a las reuniones periódicas convocadas por la gerencia alta y media para encontrar soluciones y compartir ideas, pero no cumplen con las tareas asignadas. Sin embargo, no lo hace de forma abierta y explícita, sino que dan una excusa para ello. No comunican los acuerdos obtenidos al resto de su grupo y los diferentes grupos parecieran estar luchando por el reconocimiento. Además, se ha deteriorado el clima laboral.
Pudieran identificarse, tanto barreras individuales como organizacionales. Entre las individuales podrían mencionarse: hábitos, ya que las personas que tienen más tiempo en la organización pueden estar acostumbradas a hacer las cosas de una forma específica y no están dispuestos a que una persona joven, sin experiencia, venga a decirle cómo hacer las cosas.
Seguridad, factores económicos y miedo a lo desconocido. Sobre todo en épocas de crisis económica, la necesidad de conservar el puesto de trabajo se convierte en una prioridad. La incorporación de personas jóvenes preparadas, dispuestas a innovar puede generar mucho temor a los empleados con mayor antigüedad en la empresa y más edad a que cambien los parámetros de evaluación de rendimiento y ellos no lleguen a lograrlos, por ejemplo. Por otro lado, las personas recién incorporadas pueden sentir la necesidad de demostrar su valor a pesar de su inexperiencia.
En cuanto a las resistencias al cambio de tipo organizacional, no es mucho lo que se puede inferir a partir del caso presentado, pero podría pensarse en la inercia de los grupos, ya que no se comunican los acuerdos de las reuniones en forma efectiva. Amenaza a las relaciones de poder establecidas y amenaza a la asignación establecida de recursos, debido a la incorporación de personal en cargos elevados.
6.Inicialmente, entre las estrategias más importantes estarían:
Educación y comunicación: informar claramente, en cada etapa del proceso de cambio, a todas las partes implicadas, acerca de lo que se hará y cómo se hará, así como establecer conjuntamente las expectativas.
Participación: promover la participación de los empleados en grupos heterogéneos, diferentes a los grupos formalmente constituidos y a los grupos sociales, donde coexistan personas con antigüedad y de reciente incorporación, diferentes culturas y formación, etc.

Glosario

clima laboral
Percepción compartida del ambiente generado por las emociones de los miembros de un grupo u organización, el cual está relacionado con la motivación de los empleados. Muestra un cierto nivel positivo o negativo en las interacciones, de seguridad o inseguridad para expresar los sentimientos o hablar sobre las preocupaciones, de respeto o falta de respeto en la comunicación entre los miembros de la organización.
consultor (en recursos humanos)
Profesional que provee de consejo experto en recursos humanos y gestión de personal. Su función es asesorar en las cuestiones sobre las que posee un conocimiento especializado. Los consultores también poseen una especialización dentro de su actividad, ejemplo de esto es un consultor con un nivel de especialización mayor en los aspectos relacionados con el desarrollo o el cambio organizativo.
consultoría
Servicio de asesoramiento ofrecido, habitualmente, por un agente externo, basado en el conocimiento experto relativo a una temática determinada. Se suele hablar de consultoría organizacional para definir un servicio profesional orientado a identificar y definir los principales problemas que afectan a las organizaciones. De este modo, el propósito es ayudar a mejorar y esclarecer las causas que provocan los mencionados problemas, diseñar y aplicar acciones orientadas hacia la mejora. La labor actual del consultor como "agente de cambio" implica, además, la transferencia de conocimientos y la capacitación del personal de las propias organizaciones.
empresa
Unidad económico-social, con fines de lucro, en la que el capital, el trabajo y la dirección se coordinan para realizar una producción socialmente útil, de acuerdo con las exigencias del bien común. En general, se entiende por empresa al organismo social integrado por elementos humanos, técnicos y materiales cuyo objetivo natural y principal es la obtención de utilidades, o bien la prestación de servicios a la comunidad, coordinados por un administrador que toma decisiones en forma oportuna para la consecución de los objetivos para los que fueron creadas.
evaluación
Descripción y cuantificación de las características de una organización a partir de unos criterios diagnósticos que permitirán establecer prioridades a la hora de definir una intervención.
intervención
Acción programada y justificada que se realiza sobre una organización, un grupo de empleados o individuos concretos, con el objetivo de modificar una situación, proceso, relación social o situación que se ha evaluado previamente y se considera susceptible de mejora.
organización
Sistema social diseñado para lograr metas y objetivos por medio de los recursos humanos y de otro tipo. Además, las organizaciones suelen estar compuestas por subsistemas interrelacionados que cumplen funciones especializadas. Grupo social compuesto por personas, tareas y administración, que forman una estructura sistemática de relaciones de interacción, tendientes a producir bienes y/o servicios para satisfacer las necesidades de una comunidad dentro de un entorno y así poder satisfacer su propósito distintivo que es su misión.
recursos humanos
Trabajo que aporta el conjunto de los empleados o colaboradores de una organización. Conjunto de personas que, con su trabajo, forman parte activa de la organización.
retroalimentación
Traducción al español del término feedback. Hace referencia al proceso mediante el cual se comparten observaciones, preocupaciones y sugerencias, con la intención de ofrecer información, a nivel individual o colectivo, para mejorar o modificar diversos aspectos del funcionamiento de una organización. La realimentación tiene que ser bidireccional de modo que la mejora continua sea posible, en el escalafón jerárquico de la organización, de arriba abajo y de abajo arriba.

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