Comportamiento del consumidor

  • Inma Rodríguez-Ardura

     Inma Rodríguez-Ardura

    Profesora agregada de Comercialización e Investigación de Mercados en la UOC, donde también dirige el grupo de investigación Digital Business Research Group. Además, colabora como profesora de la University of Miami School of Business. Ha sido profesora asociada de la Universidad de Barcelona, Visiting Fellow de la Universidad de Oxford y Visiting Professor de Babson College, en Boston. Es doctora en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Barcelona, y desarrolla proyectos de investigación competitiva financiados por instituciones europeas e internacionales. Sus investigaciones se sitúan en los campos del marketing digital y el comportamiento del consumidor en línea, y han sido publicadas en múltiples revistas científicas de impacto. Es autora del libro Marketing digital y comercio electrónico (Pirámide), entre otros.

  • Gisela Ammetller

     Gisela Ammetller

    Profesora agregada de Comercialización e Investigación de Mercados en la UOC. Es licenciada en Administración y Dirección de Empresas y en Investigación y Técnicas de Mercado por la Universidad de Barcelona, y doctora en Sociedad de la Información y el Conocimiento por la UOC. Su investigación se centra en la dinámica marketing-emprendedurismo y las experiencias inmersivas de educación en línea. Ha colaborado en diversos proyectos de investigación, ha presentado ponencias en congresos científicos y ha publicado trabajos en revistas científicas de impacto. Es miembro del grupo de investigación Digital Business Research Group.

PID_00263229
Segunda edición: febrero 2019
© Inma Rodríguez-Ardura, Gisela Ammetller
Todos los derechos reservados
© de esta edición, FUOC, 2019
Av. Tibidabo, 39-43, 08035 Barcelona
Diseño: Manel Andreu
Realización editorial: Oberta UOC Publishing, SL
Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño general y la cubierta, puede ser copiada, reproducida, almacenada o transmitida de ninguna forma, ni por ningún medio, sea éste eléctrico, químico, mecánico, óptico, grabación, fotocopia, o cualquier otro, sin la previa autorización escrita de los titulares del copyright.

Introducción

Las marcas de distribuidor, también denominadas marcas blancas, atrajeron en sus inicios al segmento de clientes menos «marquistas» y más sensibles al precio. Se trataba de artículos básicos, alimentos en su mayoría que se etiquetaban y presentaban de manera muy sencilla, muchas veces bajo el nombre genérico del producto (atún en aceite, harina, arroz, etc.) y una breve referencia al distribuidor que los comercializaba. Más adelante, y aun conservando un nivel de precio bajo, el nombre del distribuidor adquiere un papel más importante en la presentación del producto, incluso este mejora su calidad y envasado. En las últimas décadas, los distribuidores han creado marcas propias, de modo que las denominaciones de estas marcas ya no coinciden necesariamente con el nombre de la empresa distribuidora –como sucede, por ejemplo, con la marca Aliada de El Corte Inglés. Es habitual, además, que un mismo detallista comercialice varias marcas propias (como las marcas Hacendado, Deliplus y Bosque Verde de Mercadona) y que estas se promuevan bajo una imagen de marca muy cuidada y con niveles de calidad similares a los de las marcas líderes en manos de fabricantes (Puelles Pérez y Puelles Gallo, 2003).
En los últimos años, las marcas de distribuidor han aumentado considerablemente, tanto en volumen de ventas y cuota de mercado como en número de referencias –incluso se han extendido a categorías de productos duraderos como electrodomésticos y artículos deportivos y se han especializado en segmentos específicos de consumidores (Carrefour Eco, Productos de Nuestra Tierra, Carrefour Calidad y Origen). Los niveles de calidad percibida en estas marcas son equiparables a los de las marcas de fabricante, y ofrecen, además, una muy buena relación calidad-precio (Castelló Martínez, 2012).
Las marcas de distribuidor se han hecho un hueco en muchos hogares, independientemente de su condición socioeconómica (Delle Femmine, 2016); y es que los consumidores las perciben como una opción de compra inteligente, que les aporta valor (Castelló Martínez, 2012). Atrás queda la asociación de la marca blanca con estrecheces económicas y una baja calidad.
En el diseño de la propuesta de valor de las marcas de distribuidor ha sido fundamental considerar las preferencias de los consumidores, las motivaciones que los impulsan a tomar las decisiones de compra, el proceso por el que toman estas decisiones y los usos que luego dan a los productos. Sin este conocimiento, hubiese sido muy difícil ganar su confianza y lealtad.
El éxito de las iniciativas de marketing depende en gran medida del conocimiento que se tenga de las motivaciones de los consumidores, de las percepciones que se forman sobre las propuestas de valor y de cómo toman sus decisiones de compra. Aunque todos somos consumidores, la complejidad de nuestras decisiones nos pasa muchas veces desapercibida.
Con frecuencia, en nuestras decisiones intervienen percepciones, emociones y aspiraciones personales, lo que hace que nuestros procesos de decisión sean difíciles de racionalizar. De ahí la importancia de las funciones del especialista de marketing, que debe explicar por qué los consumidores adquieren los productos.
Ejemplo
Laura está buscando un bañador. Quiere utilizarlo tanto en unas breves vacaciones en un hotel de montaña, donde espera descansar y relajarse, como en la piscina del gimnasio al que acude regularmente. Desea destinarle poco dinero y comprarlo rápidamente, pues marcha de vacaciones ese mismo fin de semana.
En primer lugar, realiza una búsqueda en tiendas en línea de material deportivo, como Intersport y Adidas, pero allí encuentra piezas diseñadas únicamente para la práctica de natación, por lo que no las considera apropiadas para sus vacaciones. Decide acudir entonces a los grandes almacenes El Corte Inglés, dado que su amplio surtido de productos le permitirá minimizar el tiempo destinado a la compra. En la planta de deportes se prueba un bañador, pero lo descarta por su diseño deportivo; en la planta de mujeres no encuentra ninguno que le atraiga; sin embargo, en la planta joven ve tres que le gustan. Al mirar el precio, prescinde del primero, ya que está muy por encima de lo que está dispuesta a gastar, y decide probarse los dos restantes, pero uno le queda pequeño y el otro no le favorece. Pregunta a un vendedor por una talla mayor del bañador que más le convence, a lo que este le responde que solo está disponible en otro color. Laura ya lo había visto antes, expuesto en el lineal, y no le había gustado. Abandona pues El Corte Inglés y se desplaza a una tienda Decathlon. Una vez allí, descarta de partida todos los bañadores con la espalda cerrada, al verlos poco adecuados para sus vacaciones, y selecciona y se prueba dos bañadores con la espalda abierta y en forma de U. Ambos le sientan bien y tienen un precio que encaja en su presupuesto. El bañador con colores fucsia y violeta es más alegre y algo más económico que el otro, que es negro, pero el escote de este último le parece más adecuado para lucirlo en vacaciones. Finalmente compra el bañador negro.
Los principios y las teorías de las disciplinas que han abordado el comportamiento humano, la formación de preferencias y la toma de decisiones –como la psicología, la economía y la sociología– nos ayudan a entender las decisiones de los consumidores. Podemos afirmar que, a grandes rasgos, elegimos aquellos productos que percibimos que nos aportan más valor, es decir, que nos parece que ofrecen una relación coste-beneficio mayor. La dificultad para el especialista de marketing reside en que los beneficios que percibimos como consumidores pueden llegar a ser muy sutiles y no racionales.
En este módulo analizaremos el proceso por el que los consumidores toman sus decisiones de compra, identificaremos los factores de orden psicológico, sociocultural y situacional que influyen en sus decisiones, y, mediante ejemplos y recursos, veremos cómo se utiliza esta información en el diseño de la estrategia de marketing. Finalmente, estudiaremos el comportamiento de compra de las empresas, que adquieren productos para incorporarlos en sus procesos productivos o de distribución.

Objetivos

Tras haber estudiado y trabajado este módulo, seréis capaces de:
  1. Comprender el proceso por el que los consumidores toman las decisiones de compra.

  2. Explicar qué elementos influyen en la búsqueda de información para las decisiones de compra.

  3. Entender el proceso por el que se evalúan alternativas de compra y se toman decisiones.

  4. Comprender los resultados de las decisiones de compra.

  5. Entender cómo influyen los factores psicológicos, socioculturales y situacionales en el comportamiento de compra de los consumidores.

  6. Comprender las fases del proceso de decisión de compra del cliente industrial.

  7. Discernir las situaciones de compra industrial.

1.El proceso de decisión del consumidor

Como para los especialistas de marketing puede ser difícil explicar el modo como los consumidores tomamos las decisiones de compra, es útil recurrir a un modelo que desglose este proceso de decisión en varias etapas secuenciales –como el modelo que se muestra en la figura 1.
En las decisiones de compra más sencillas y frecuentes, en las compras por impulso y en aquellas en las que el consumidor muestra una alta lealtad por una marca, es posible que el proceso se simplifique considerablemente, de modo que no se produzcan algunas etapas –como las de búsqueda de información y de evaluación de alternativas– o estas sucedan muy rápidamente.
Figura 1. Fases del proceso de decisión del consumidor
Figura 1. Fases del proceso de decisión del consumidor
Actividad
1. Describid una compra reciente en la que hayáis desplegado las cinco etapas características del proceso de decisión de compra, y comparad dicho proceso con una compra por impulso que también hayáis llevado a cabo recientemente.

1.1.Reconocimiento de la necesidad

El proceso de decisión se inicia cuando los consumidores se dan cuenta de que tienen una necesidad o grupo de necesidades insatisfechas y se proponen satisfacerlas.
El reconocimiento de la necesidad o necesidades puede haber sido generado o influido por estímulos internos y externos. Cuando los estímulos internos (el hambre, la sed, la necesidad de abrigo, de estar con amigos, de ir a la moda, etc.) llegan a cierto nivel o umbral, se convierten en impulsos o motivaciones que conducen al consumidor a tratar de satisfacer la necesidad que se le ha presentado. Los estímulos externos son factores exógenos que ponen de manifiesto ciertas necesidades –como las recomendaciones de personas de nuestro entorno, la publicidad, los comentarios y las fotos de celebridades en blogs y redes sociales, etc. Por medio de estos estímulos el consumidor reconoce una necesidad que quizás antes no había identificado.
Las imágenes de objetos de interés publicados por amigos o celebridades en redes sociales pueden llevar a desear una compra similar y convertirlos en éxitos de ventas, como ha sucedido con algunas prendas de Zara.
Fuente: capturas de pantalla de Instagram
Fuente: capturas de pantalla de Instagram
Los consumidores pueden sentirse motivados a satisfacer dos tipos de necesidades: las necesidades funcionales o utilitarias, que los llevan a juzgar y adquirir los productos fundamentalmente por sus prestaciones o su rendimiento; y las necesidades psicológicas, que los mueven a adquirir productos por la gratificación emocional o hedónica que proporcionan (Wang et al., 2007; Xu y Schwarz, 2009).
Ejemplo
Un billete de metro satisface una necesidad funcional, mientras que una moto Harley Davidson satisface una necesidad eminentemente hedónica. Pero hay muchos otros productos que tratan de satisfacer ambos tipos de necesidades. Un Mini Cooper, por ejemplo, destaca por su rendimiento, su conducción ágil y su facilidad de aparcamiento, pero también ofrece beneficios hedónicos y emocionales (como la exclusividad o estatus asociados a la marca y su estética retro). Los conductores que han optado por un Mini probablemente se decidieron por él porque necesitaban hacer desplazamientos cortos y también porque buscaban satisfacer otras necesidades, de orden psicológico.
Actividad
2. ¿La mayonesa Hellmann’s satisface necesidades funcionales o psicológicas de los consumidores? ¿Qué utilidad puede tener esa información para el responsable de marketing de una marca de la competencia?

1.2.Búsqueda de información

Una vez que el consumidor ha reconocido una necesidad o necesidades, buscará información sobre las diferentes opciones que tiene a su alcance para satisfacerlas.
Mediante la búsqueda interna, el consumidor recopilará sus propios conocimientos y los recuerdos acumulados sobre experiencias de compra anteriores. La búsqueda externa, en cambio, lo llevará a buscar información en otras fuentes, como anuncios publicitarios, vendedores personales, sitios web de productos y marcas, etiquetas de productos, opiniones de otros consumidores, evaluaciones de las organizaciones de consumidores, aplicaciones en línea de búsqueda y comparación de productos, etc.
Ejemplo
Internet es un recurso fundamental en la búsqueda externa de información. Imaginemos el caso de Ana, una joven madre que ve en el telediario a los duques de Cambridge saludando en compañía de sus hijos. Como le gusta el estilo de las prendas que llevan los niños, se deja llevar por la curiosidad y descubre en Twitter la procedencia de cada una de ellas, lo que fácilmente le permitirá acceder a las tiendas en línea donde están a la venta y adquirirlas. Pero Ana es una consumidora bien informada, por lo que recurre a una aplicación que compara productos y establecimientos para identificar las tiendas donde se venden esas prendas al precio más bajo y hacer allí las compras –todo ello desde su casa, sin desplazamientos y sin que sus hijos necesiten probarse ningún artículo.
Tuits sobre el origen de los artículos llevados por los niños de la familia real británica
Fuente: capturas de pantalla de Twitter
Fuente: capturas de pantalla de Twitter
El tiempo y esfuerzo que el consumidor destina a buscar información dependen en gran medida del nivel de riesgo en el que este cree que incurrirá si realiza una compra equivocada. Cuando el consumidor considera que la compra tiene poca importancia o que el importe comprometido es pequeño, un error en la decisión tendrá pocas consecuencias –el riesgo económico, fisiológico, psicológico o social será mínimo–, por lo que, muy probablemente, se implicará poco en la búsqueda de información. Todo lo contrario de lo que sucederá si la compra es muy importante para el consumidor o el precio del producto es elevado, de modo que percibe un alto riesgo en la decisión de compra.
Los riesgos económicos y de seguridad personal percibidos por los consumidores en la compra de un automóvil son más altos que con otros productos y aumentan al descubrirse defectos que afectan a la seguridad de los automóviles e incumplimientos de las normativas.
Fuente: capturas de pantalla de El País
Fuente: capturas de pantalla de El País
Por otra parte, los consumidores que tienen un locus de control interno, también denominado lugar de control interno, suelen esforzarse más en la búsqueda de información. Esto se debe a que estas personas perciben que pueden influir en los acontecimientos de su vida cotidiana y que sus éxitos y fracasos personales dependen en gran medida de sus propias acciones. En cambio, los consumidores que tienen un locus de control externo suelen atribuir a la suerte, al azar o a la influencia de otros el origen de lo que les sucede en su vida cotidiana. Precisamente por ello tienden a pensar que el acierto de la decisión de compra no depende tanto de sus propios esfuerzos por informarse cuanto de otros aspectos que son ajenos a ellos y escapan de su control; de ahí que tiendan a implicarse en menor medida en la búsqueda de información.
Marketing móvil y de medios sociales
El locus de control percibido por los consumidores tiene importantes efectos en sus decisiones y comportamientos. Precisamente, el marketing móvil y de medios sociales proporciona valiosas e interesantes herramientas con las que los consumidores pueden ganar un mayor locus de control interno (Grewal y Levy, 2018). Las aplicaciones móviles en el campo de la salud son un ejemplo de ello.
SocialDiabetes es una aplicación que facilita información por la que una persona que padece diabetes tipo 1 puede conocer en tiempo real la dosis de insulina que debe inyectarse. También almacena datos para el seguimiento de la enfermedad, lo que resulta de gran ayuda a los profesionales médicos que llevan el caso. Por su parte, FotoSkin es una aplicación destinada a las personas que deben llevar un estrecho control de las manchas cutáneas o lunares. Las ayuda a hacerse con un registro fotográfico de su piel, por lo que es muy útil para el médico dermatólogo.

1.3.Evaluación de alternativas

A medida que el consumidor va explorando y adquiriendo información sobre las posibles opciones que podrían ayudarle a satisfacer la necesidad que se le ha presentado, su sistema perceptual interpreta y evalúa esa información.
Una vez interpretada y evaluada, la información es almacenada en la memoria, junto al resto de los conocimientos y experiencias que el consumidor había adquirido en situaciones de consumo anteriores.
1.3.1.Conjuntos evocados y de consideración
Cuando el consumidor inicia la búsqueda y evaluación de información suele contar con un conjunto evocado de alternativas que son las que le vienen a la mente como resultado de sus experiencias anteriores. Para las marcas es importante estar presente en el conjunto inicialmente evocado porque es señal de que son relevantes para el consumidor y de que este las considera como marcas o productos que tendrá que evaluar y sobre las que deberá informarse.
De todos modos, el propio proceso de obtención y evaluación de información puede llevar al consumidor a descartar algunas marcas o productos que inicialmente formaban parte del conjunto evocado, o a incorporar otros que hasta entonces no había considerado. Se conoce como conjunto de consideración aquel conjunto de alternativas sobre las que el consumidor tomará la decisión de compra, es decir, el conjunto de alternativas que para él son factibles.
Ejemplo
Supongamos el caso de un joven consumidor al que le ha surgido un problema de acné y que se plantea la compra de un protector solar adecuado. El conjunto evocado de protectores solares libres de aceites podría estar formado por las marcas Bioderma (cuyos productos podría haber utilizado durante años), Eucerin (imaginemos que ha sido recientemente promocionada en la farmacia) y Avène (de la que supongamos que casualmente tiene una muestra). En el proceso de búsqueda de información, su dermatólogo quizá le mencione Vichy e ISDIN y le proporcione muestras de estas, por lo que también tomará estas marcas en consideración. Es probable que averigüe que los productos de algunas de estas marcas llevan parabenes, perfumes y alergénicos, y que un factor de protección solar más alto no implica necesariamente la protección ante las radiaciones ultravioleta. Con esta información, el consumidor del ejemplo tomará una decisión de compra.
1.3.2.Criterios de evaluación
Las investigaciones sobre el comportamiento del consumidor han mostrado que los consumidores suelen servirse de ciertos atributos o dimensiones importantes de los productos o marcas, a los que se conoce como criterios de evaluación. Sobre la base de estos criterios, los consumidores organizan y examinan la información acerca de las alternativas de compra que someten a consideración, que integran el denominado conjunto de consideración.
Los criterios de evaluación pueden variar notablemente de una categoría de producto a otra, pero hay ciertos criterios que son comunes a la mayoría de los procesos de decisión (como el precio, la garantía, la reputación de la marca, etc.). Sucede, además, que estos criterios pueden ser predominantemente funcionales, esto es, utilitarios o instrumentales, o pueden ser de orden estético, hedónico o emocional.
Para el especialista de marketing resulta clave identificar los criterios de evaluación de los que se sirven los consumidores en la categoría de producto. Además, deberá tener en cuenta que no todos los criterios tienen la misma importancia para cada consumidor, sino que su importancia relativa variará en función de gustos y preferencias personales.
Ejemplo
La prevención de caries, la acción antiplaca y antisarro, la acción blanqueadora, el cuidado de encías sensibles y el precio son atributos funcionales relevantes en la evaluación de dentífricos; en cambio, el sabor y la textura del dentífrico son aspectos más hedónicos.
La importancia relativa de cada criterio de evaluación varía de unos consumidores a otros. Por ese motivo, los fabricantes identifican los atributos más relevantes para los segmentos de consumidores de su mercado objetivo y, sobre la base de esa información, adaptan la propuesta de valor.
Los consumidores emplean algunos atajos para simplificar un proceso de evaluación que podría ser bastante complicado. Para ello, utilizan atributos determinantes y reglas de decisión.
Los atributos determinantes son características o dimensiones de las marcas o productos que, además de ser relevantes para los consumidores, ayudan a diferenciar fácilmente unas marcas de otras (Freling y Forbes, 2005). Por ejemplo, los consumidores podrían considerar que la seguridad es el atributo más importante en la selección de una línea aérea, pero si perciben que no hay diferencias significativas en los niveles de seguridad entre unas compañías y otras, este criterio pasará a un segundo plano y evaluarán las alternativas sometidas a consideración a partir de otros atributos –como el precio, el espacio disponible, la calidad del servicio o dimensiones emocionales asociadas a los viajes. Estos últimos serán los atributos determinantes.
Un precio muy competitivo en largos trayectos es el atributo más relevante de Level, mientras que JetBlue ofrece precios propios de una aerolínea de bajo coste con mayor espacio entre asientos y buena calidad de servicio. Para muchos consumidores, Emirates es una línea aérea de lujo, con equipamientos y niveles de servicio extraordinarios, frente a Hawaiian Airlines, que destaca por la calidad de sus comidas y aspectos emocionales vinculados a las islas de Hawái.
1.3.3.Reglas de decisión
Las reglas de decisión son el conjunto de estrategias o criterios que emplean los consumidores para simplificar y agilizar el proceso de evaluación de cada alternativa del conjunto de consideración, y suelen ser de dos tipos: compensatorias y no compensatorias. Los consumidores que aplican reglas de decisión compensatorias contrarrestan las valoraciones más bajas que se obtienen en algunos atributos con valoraciones altas en otros. Por el contrario, si siguen reglas de decisión no compensatorias, una valoración baja en un atributo puede relegar al producto o marca a un segundo plano, o incluso eliminarlo del conjunto de consideración. Esta última estrategia de decisión es la que más simplifica el proceso de evaluación.
Ejemplo
Cuando un grupo de amigos opta por pagar la entrada en una discoteca con una larga cola para acceder, porque consideran que la música, el ambiente o los bajos precios del local bien valen la espera, están adoptando una regla de decisión compensatoria. En cambio, los consumidores que deciden cambiar de planes al observar la larga cola siguen un proceso no compensatorio.
Actividad
3. Suponed que deseáis contratar un viaje vacacional de verano en un destino alejado. Explicad, a partir de esta situación, la diferencia entre el conjunto evocado y el conjunto de consideración, los criterios de evaluación de alternativas, los atributos determinantes y las reglas de decisión.

1.4.Decisión de compra

Tras evaluar las alternativas del conjunto de consideración, el consumidor identifica la opción preferida y, con ello, se forma una intención de compra. Eso no implica, necesariamente, que el producto o la marca elegidos acaben siendo comprados. Puede suceder que el consumidor aplace la compra para más adelante –por ejemplo, porque el producto seleccionado no está disponible– o que decida no adquirir el producto elegido –quizá porque, tras el proceso de evaluación, no ha encontrado una alternativa aceptable o porque sus necesidades han cambiado.
Un indicador importante para los especialistas de marketing es la ratio de conversión, que mide la proporción de consumidores que, habiendo mostrado la intención de comprar, acaban haciéndolo. Este indicador es especialmente utilizado en sitios web y aplicaciones móviles para el comercio electrónico, lo que obedece a la alta proporción de carritos o cestas de la compra que son abandonados por los clientes tras navegar por el sitio o la aplicación y seleccionar algunos productos.
Creando valor
Los profesionales de marketing pueden adoptar varias medidas con las que generar más valor a los consumidores que visitan el establecimiento electrónico y, por lo tanto, facilitar ratios de conversión más altas. Por ejemplo, pueden ofrecerles listas de compra y listas de deseos, donde indicar los productos que les interesan aunque no tengan intención de adquirirlos inmediatamente. Estas funcionalidades simplifican futuras compras, ya que facilitan la búsqueda de productos o permiten que familiares y amigos puedan regalárselos. Para el establecimiento, tiene la ventaja adicional de que aportan información muy útil sobre las preferencias de los clientes y que, al igual que los datos de registro sobre los productos que han explorado en línea, puede ser utilizada en comunicaciones y recordatorios personalizados.
Listas de compras y deseos, e información que infiere urgencia u oportunidad en la compra en línea
Fuente: capturas de pantalla de Caprabo, Amazon y Booking
Fuente: capturas de pantalla de Caprabo, Amazon y Booking
Otra medida consiste en incorporar informaciones que confieran un cierto sentido de urgencia u oportunidad a la compra, como por ejemplo el número de unidades de producto en stock, el número de clientes que en ese preciso instante están explorando el producto o el número de clientes que lo acaban de comprar.

1.5.Experiencia poscompra

El proceso de decisión del consumidor no acaba con la compra, sino que se completa en esta última fase, en la que el consumidor utiliza o consume el producto y, como consecuencia de ello, percibe emociones y se forma opiniones y actitudes sobre el producto o la marca.
La experiencia con el producto constituye una fuente de información útil para el consumidor, que le servirá para actualizar los conocimientos y preferencias que se había formado y a la que podrá recurrir en las próximas decisiones de compra. De hecho, la información adquirida con el uso o consumo del producto es mucho más viva y expresiva que la que puede obtener consultando fuentes externas; de ahí que en compras posteriores pueda tener una influencia muy superior a la de cualquier otra fuente.
La experiencia con el producto también es muy importante para el especialista de marketing, que necesita conocer las opiniones de los consumidores sobre el producto y sus reacciones. Desde el punto de vista del profesional de marketing, existen cuatro tipos de resultados poscompra que merecen especial atención: la disonancia cognitiva, la satisfacción, la lealtad y la comunicación boca a oreja negativa.
Figura 2. Resultados de la experiencia de compra
Fuente: https://support.skype.com/en/faq/FA12330/what-is-the-full-list-of-emoticons
1.5.1.Disonancia cognitiva
Es muy posible que tras la decisión de compra, especialmente si se trata de una compra importante, de precio elevado o de un producto que solo se adquiere esporádicamente, al consumidor le surjan dudas y se cuestione si tomó una decisión acertada. A esta situación se la conoce como disonancia cognitiva poscompra.
Para reducir este estado de inquietud, el responsable de marketing debe transmitir argumentos que refuercen la decisión tomada por el consumidor e, incluso, que reduzcan la importancia de la decisión de compra.
Ejemplo
Pons Quintana se posiciona como una firma de zapatos y bolsos artesanales de alta calidad y durabilidad, fácilmente identificables por el trenzado de la piel. Para reducir la disonancia cognitiva, la marca difunde información sobre el proceso de elaboración. Por ejemplo, si el consumidor detecta imperfecciones en el trenzado de la piel, puede atribuirlas al trabajo artesanal por el que se ha elaborado el producto, sin dudar de su calidad o de haber tomado la decisión correcta.
Fuente: captura de pantalla de Pons Quintana
Fuente: captura de pantalla de Pons Quintana
1.5.2.Satisfacción
El consumidor, ya sea mediante un proceso consciente o de una manera más sutil, evalúa su experiencia con el producto y se forma percepciones y juicios de valor. Si considera que las expectativas que se había formado en las primeras etapas del proceso de decisión de compra no se corresponden con los resultados reales, surgirán sentimientos de insatisfacción hacia el producto –que quizá se acompañen de emociones de desánimo, arrepentimiento u ofensa. Por el contrario, si confirma sus expectativas previas y considera que el producto sí ha cumplido con sus objetivos, podrán surgir sensaciones de satisfacción, que muchas veces se acompañan de emociones positivas de alegría, placer, entusiasmo, etc.
Los especialistas de marketing pueden adoptar varias medidas para que los consumidores se sientan satisfechos con sus decisiones de compra:
  • Evitar programas de marketing que exageren los beneficios del producto y creen expectativas irreales.

  • Educar a los consumidores en el uso del producto, lo que evitará que aparezcan sensaciones de insatisfacción por una utilización inadecuada.

  • Proporcionar garantías y un servicio de atención al cliente que asesore, resuelva dudas y se anticipe a la aparición de quejas.

  • Desplegar mecanismos de comunicación, con los consumidores y entre los consumidores, con los que se establezca un diálogo abierto y honesto sobre la marca y el producto, que facilite información útil sobre las experiencias de consumo y resuelva problemas.

Los servicios técnicos oficiales dan tranquilidad y confianza al cliente, lo que redunda en su satisfacción con el producto.
1.5.3.Lealtad
Una situación de satisfacción con el producto o la marca puede derivar en lealtad. Los consumidores leales incorporan el producto o la marca al conjunto evocado, descartando los de la competencia y adquiriendo el producto de la empresa una y otra vez, y, por tanto, es un activo muy valioso.
Con #NightAssistance, Granola ayuda a los consumidores más leales a hacerse con el producto en horas intempestivas.
Pero el compromiso de los clientes leales con la marca o el producto no acaba aquí. Los clientes leales pueden actuar como verdaderos «embajadores» del producto o la marca entre sus redes sociales personales, contribuyendo a su notoriedad y reputación. Además, pueden convertirse en fuente de información, aprendizaje y asistencia en el uso del producto para otros consumidores, especialmente cuando se les proporcionan plataformas como las comunidades de marca en línea, que facilitan la formación de redes sociales virtuales centradas en la marca.
Lo que une a los participantes en las comunidades de marca en línea no es tanto la defensa de unos intereses comunes cuanto la implicación con los valores de la marca (Rodríguez-Ardura, 2017). Los vínculos sociales que se establecen en estas comunidades facilitan a la empresa la construcción de relaciones más fuertes y duraderas con los consumidores (Zaglia, 2013).
Construyendo relaciones
Los responsables de marketing de PlayStation se esfuerzan por mantener viva la comunidad virtual asociada a la marca. La red les permite disputar torneos, jugar en línea y conversar con otros usuarios; y también convertirse en beta testers de los próximos lanzamientos de la marca, lo que para muchos es muy atractivo y para la marca resulta fundamental.
Cualquier usuario de los foros oficiales de PlayStation puede convertirse en beta tester porque la marca recluta testeadores entre miembros de la comunidad con muy diversos niveles de experiencia. En cualquier caso, PlayStation propone como beta testers a los miembros más valiosos de la comunidad, los reconoce públicamente e incluso los premia con medallas.
Los miembros más valiosos de la red de PlayStation son aquellos cuyos perfiles reciben más visitas, que resuelven más y mejor las preguntas y dudas planteadas por los usuarios recién llegados a la marca, y cuyos posts generan más agradecimientos, respuestas y recomendaciones.
Fuente: capturas de pantalla de PlayStation Forum
Fuente: capturas de pantalla de PlayStation Forum
1.5.4.Boca a oreja negativo
A veces las empresas no consiguen sus objetivos y los consumidores se sienten insatisfechos con el producto o la marca; hasta es posible que puedan haberse sentido tratados incorrectamente o haber sido engañados. Las consecuencias de este tipo de situaciones son preocupantes porque los sentimientos de los consumidores insatisfechos pueden llegar a ser más intensos y sus reacciones de mayor alcance que las que se producen en casos de satisfacción.
Cabe distinguir, no obstante, aquellos consumidores insatisfechos que adoptan un papel pasivo y que, aunque no repetirán la compra, no difundirán su insatisfacción, de aquellos otros que, como resultado de su insatisfacción, emprenden comunicaciones boca a oreja negativas o toman medidas contra la empresa (Kucuk, 2016). En este último caso, pueden reclamar una compensación a la empresa, formalizar quejas ante organismos privados o públicos de defensa del consumidor, o incluso emprender acciones legales.
La comunicación boca a oreja negativa tiene lugar cuando los consumidores difunden experiencias personales negativas, críticas o quejas sobre el producto o la marca. Internet proporciona a los consumidores mecanismos diferentes y efectivos con los que difundir opiniones entre muchas personas: Twitter, blogs personales, sitios de redes sociales, espacios del sitio web de la empresa que recogen las opiniones de clientes, agregadores de opiniones como TripAdvisor, etc.
Para dar una respuesta adecuada a estas comunicaciones negativas, las empresas pueden ayudarse de aplicaciones como Adobe Social, Oracle Social o Salesforce, que, mediante técnicas de analítica social, detectan en tiempo real la aparición de comentarios negativos e integran la información en soluciones tecnológicas CRM. Una vez detectado el problema, las empresas pueden recurrir al servicio de atención al cliente (en línea, en centros de atención telefónica o en establecimientos físicos) para gestionar la crítica o queja correspondiente.
Analítica social
La analítica social emplea métodos de minería de opiniones y análisis de sentimientos para procesar y evaluar comentarios publicados en medios sociales. Estas técnicas determinan si las opiniones expresadas en los textos son positivas o negativas, identifican las emociones del autor (alegría, tristeza, enfado, etc.) y el producto o marca a que se refieren. También hay técnicas de redes sociales que permiten conocer la estructura de las relaciones que se construyen en las redes sociales e identificar a los usuarios más influyentes.
Para una marca como Nutella, que genera diariamente un ingente número de comentarios, imágenes y vídeos en medios sociales, la analítica social es imprescindible.
Ética y responsabilidad social en práctica
¿Es correcto ocultar o eliminar las opiniones negativas de los consumidores? Muchas empresas –y los propios consumidores– piensan que no. De ahí que las páginas web de estas empresas recojan todo tipo de opiniones sobre los productos; y sus páginas en redes sociales estén también abiertas a comentarios de usuarios, tanto favorables como desfavorables.
Firmas como IKEA están convencidas de que los comentarios negativos las ayudan a desplegar un diálogo más honesto y creíble con los consumidores y, como se esfuerzan por proporcionar un buen servicio al cliente, pueden mostrar las medidas que adoptan para poner remedio a los errores observados por los consumidores, cómo toman en consideración las sugerencias de los clientes, etc., todo lo cual acaba teniendo un efecto positivo.
71504_m4_35.jpg
Fuente: capturas de pantalla de Facebook
Fuente: capturas de pantalla de Facebook

2.Implicación del consumidor en la decisión de compra

El proceso de decisión de compra que hemos explicado hasta ahora es aplicable a buena parte de las decisiones que toman los consumidores cuando se sienten implicados en la compra, el precio del producto es elevado o consideran que incurrirán en un riesgo importante en caso de que se equivoquen en su decisión. En este tipo de situaciones, como hemos visto, los consumidores valoran diferentes opciones de compra, evalúan sus atributos e integran y actualizan el conocimiento y las experiencias que van acumulando. Se considera que, en estos casos, el proceso de decisión de compra es un ejemplo de resolución extensa de problemas.
Pero hay muchos otros procesos de decisión en los que no se producen exactamente todas las etapas que hemos descrito. Suelen corresponderse con compras que el consumidor percibe como poco importantes, para adquirir productos con los que está familiarizado y en los que tiene mucha experiencia. Se trata de procesos de decisión que se ajustan a una resolución limitada de problemas y que se caracterizan por que el consumidor se siente poco implicado.
La implicación es el grado de importancia del producto para el consumidor, su interés por el producto.
El modelo de probabilidad de elaboración es una teoría del comportamiento del consumidor que nos ayuda a comprender cómo influye el grado de implicación del consumidor en sus actitudes hacia el producto (Petty y Cacioppo, 1986). Imaginemos una situación en la que dos consumidores, con grados muy distintos de implicación en un mismo producto, se exponen a un anuncio de este. El consumidor con un alto nivel de implicación probablemente examinará exhaustivamente la información del anuncio, poniendo especial atención en los aspectos clave del producto (precio, calidad, prestaciones, etc.). Ese consumidor comparará la información del anuncio con los conocimientos y las experiencias con los que ya contaba sobre el producto y acabará formándose una opinión, tanto sobre el anuncio (si es creíble o no, por ejemplo) como sobre el propio producto (que podrá ser favorable o desfavorable). Las impresiones así formadas tenderán a ser más intensas y duraderas, más difíciles de cambiar, y suscitarán comportamientos acordes con ellas: si el consumidor adopta actitudes positivas, estas facilitarán en mayor medida la intención de compra; y si son negativas, provocarán un rechazo acusado del producto.
En cambio, el consumidor con un bajo nivel de implicación probablemente prestará bastante menos atención al anuncio y no examinará los argumentos clave de este (sobre el precio, las funciones del producto, etc.), sino elementos periféricos o heurísticos (como el nombre de la marca anunciada, el personaje famoso que aparece en el anuncio, la música utilizada, el placer estético del anuncio, etc.). Por este motivo, las impresiones que se formará el consumidor, ya sean favorables o desfavorables, probablemente serán más superficiales y menos duraderas.
Figura 3. Modelo de probabilidad de elaboración

2.1.Resolución limitada de problemas

En los procesos de decisión en los que el consumidor está poco implicado, y que por lo tanto se corresponden con una resolución limitada de problemas, el consumidor suele confiar más en su experiencia que en la información externa. En estos casos es habitual que el consumidor despliegue mecanismos o tácticas con las que simplifica el proceso de decisión y elija rápidamente. Muchas veces esto se debe a que, en el pasado, ya llevó a cabo un proceso de decisión complejo que le dio resultados positivos y, sobre la base de estos resultados, toma ahora nuevas decisiones.
Un caso frecuente de resolución limitada de problemas es la compra por impulso, la que se produce sobre la marcha, cuando el consumidor visualiza la mercancía. Mientras Miguel espera su turno en la panadería, ve expuestos unos cake pops (pastelitos en forma redonda o de galleta que se sujetan con un palo) y rápidamente compra dos de ellos para regalárselos a sus sobrinas, a quienes verá esa misma tarde. Al ver el producto a la venta, Miguel ha reconocido una necesidad e inmediatamente ha decidido resolverla, sin buscar información ni evaluar ninguna alternativa. El establecimiento ha facilitado la compra por impulso proyectando estímulos a los que fácilmente se expone el consumidor (Mohan et al., 2013): ofreciendo el producto con una presentación atractiva o a un precio razonable; mostrándolo en un lugar preferente, como al lado de la caja de salida, etc.
Los dulces y golosinas son muchas veces objeto de compras por impulso.
Fuente: https://pixabay.com/en/cake-pops-pastries-cake-sweet-693646/
Otro proceso de decisión de compra que absorbe poco tiempo y energía al consumidor es la compra rutinaria, que tiene lugar cuando este elige repetidamente un producto sin haberse planteado el motivo por el que lo hace, ni haber adquirido información ni evaluado alternativas al respecto. Tampoco se requiere que el consumidor tenga una preferencia clara por el producto elegido, ya que se decide por él únicamente como resultado de un hábito adquirido. Miguel siempre ha consumido productos de La Central Lechera Asturiana. Esa era la marca de leche que se tomaba en casa de sus padres, que además pasaban los veranos en Asturias, sin que desde entonces –quizá porque siempre le ha gustado la leche de esa marca– se haya planteado si existe alguna alternativa mejor.
Aunque la lealtad de marca da como resultado una compra reiterada de un mismo producto, esta surge de una preferencia clara del consumidor (Liu-Thompkins y Tam, 2013). Fruto de una evaluación de las marcas realizada previamente y de haber llegado a la conclusión de que la marca preferida es la que mejor se adapta a sus necesidades y la que proporciona más valor, el consumidor opta por esa marca en cada ocasión de compra.
Rutina y lealtad de marca
Aunque la compra rutinaria del producto o marca pueda parecer una situación deseable para la empresa, en realidad se fundamenta en una vinculación débil por parte del consumidor, por lo que puede ser alterada con relativa facilidad por algún competidor que se proponga que los clientes actuales de la empresa cambien sus rutinas.
En cambio, será mucho más difícil que un cliente fiel a la marca se decida por la competencia. De ahí la importancia de mantener y cultivar el compromiso de los clientes leales con la marca. Para ello, es bueno que la empresa invierta en la reputación de la marca y premie su lealtad.
Royal Caribbean premia la fidelidad de sus clientes mediante programas de lealtad, a la vez que fomenta la difusión de historias y experiencias únicas en Instagram, un canal en el que se inspiran muchos consumidores al contratar productos vacacionales.
Royal Caribbean premia la fidelidad de sus clientes mediante programas de lealtad, a la vez que fomenta la difusión de historias y experiencias únicas en Instagram, un canal en el que se inspiran muchos consumidores al contratar productos vacacionales.
Fuente: capturas de pantalla de Royal Caribbean e Instagram
Fuente: capturas de pantalla de Royal Caribbean e Instagram

3.Factores que influyen en el proceso de decisión del consumidor

El proceso de decisión del consumidor está influido por diversos factores que podemos agrupar en cuatro grandes grupos. En el primer grupo situamos las variables del marketing mix de la empresa. El segundo grupo está formado por los factores internos del individuo, que tienen carácter eminentemente psicológico (como su motivación de consumo o su actitud hacia el producto). En el tercer grupo se encuentran los factores externos al individuo, que son de orden fundamentalmente social y cultural (como la familia y los grupos de referencia). Y en cuarto lugar cabría considerar las variables situacionales, como el motivo o la razón de la compra, así como el momento y lugar concretos en los que esta se realiza.
Figura 4. Factores que influyen en el proceso de decisión del consumidor

3.1.Factores psicológicos

Aunque el marketing mix busca orientar los deseos de los consumidores hacia el producto y estimular su demanda, hay muchos factores internos al consumidor, de orden psicológico, que influyen en el modo como el consumidor percibe la propuesta de valor de la empresa. Entre estos factores psicológicos destacan la motivación, la percepción, el aprendizaje, la actitud y el estilo de vida.
3.1.1.La motivación
La motivación surge cuando el consumidor reconoce una determinada necesidad y su deseo por satisfacer esa necesidad es lo suficientemente fuerte como para que adopte comportamientos con los que tratará de complacerla: de búsqueda de información, de evaluación de la información o de decisión de compra.
Los consumidores están motivados por necesidades y deseos.
Las personas tienen muchas necesidades, a veces de forma simultánea. Para conocerlas es útil recurrir a la pirámide de necesidades que propuso Abraham Maslow ya en 1943. Maslow defendía que las necesidades de las personas aparecen de manera sucesiva: cuando perciben tener satisfechas en un grado aceptable las necesidades más elementales, se sienten motivadas a satisfacer necesidades situadas en un nivel jerárquico superior.
En la base de la pirámide de Maslow se sitúan las necesidades básicas, que son fisiológicas: la necesidad de comer, de permanecer hidratado, de dormir, de no padecer dolor o de cubrirse con ropa y vivir a cobijo.
Cuando las necesidades fisiológicas están relativamente satisfechas, las personas buscan sentirse seguras y protegidas de peligros o amenazas, tanto física como personal y económicamente. Las alarmas de incendio, los airbags de los coches, los seguros de salud, los alimentos biológicos, orgánicos o ecológicos, los gimnasios y los programas antivirus se proponen satisfacer este tipo de necesidades.
Una vez que la persona percibe tener las necesidades básicas y de seguridad satisfechas en un nivel adecuado, se planteará cubrir necesidades de afiliación y afecto. Los medios sociales digitales, los clubes sociales y deportivos, y los sitios y aplicaciones de citas son ejemplos de propuestas de valor que buscan satisfacer estas necesidades, ya que tratan de facilitar la pertenencia a grupos, la aceptación social o las relaciones personales y afectivas.
En el siguiente nivel de la pirámide se sitúan las necesidades de reconocimiento, por las que las personas buscan sentirse aceptadas y valoradas por los demás y por ellas mismas. Los productos o marcas que se proponen satisfacer este tipo de necesidades llaman la atención, denotan estatus o prestigian socialmente a quienes los poseen; también los bienes y servicios que hacen sentir a las personas más competentes y útiles, que les dan confianza en sí mismos, más independencia y libertad.
A muchos jóvenes, el móvil y las aplicaciones asociadas les dan sensación de independencia y libertad.
Fuente: https://pixabay.com/es/chica-teen-caf%C3%A9-por-la-ventana-1848478/
Cuando las necesidades en los cuatro niveles anteriores son satisfechas regularmente, las personas se mostrarán altamente motivadas por satisfacer necesidades de autorrealización, que están situadas en el nivel más alto de la jerarquía. Las personas que se sienten a gusto con su vida y con el modo en que la viven habrán satisfecho este último tipo de necesidades, para lo que probablemente habrán alcanzado su máximo potencial en aquellos ámbitos o facetas que más importantes eran para ellas (ser un gran padre, alcanzar el éxito profesional, vivir en el campo, ayudar a otras personas, contar con un mérito académico, etc.).
Muchos productos se orientan a satisfacer más de un tipo de necesidades. Las botas de agua Hunter evidentemente nos protegen de la lluvia, los charcos y el barro, pero también denotan un particular estilo de vida.
Figura 5. Pirámide de Maslow
Figura 5. Pirámide de Maslow
3.1.2.La percepción
El modo concreto como los consumidores satisfacen las necesidades puede variar de un consumidor a otro debido a sus distintas percepciones.
La percepción es el proceso por el que las personas seleccionamos, organizamos e interpretamos la información y nos formamos una imagen de lo que nos rodea.
Como consumidores, cada día nos exponemos a multitud de estímulos de marketing (publicidad en Facebook, vallas publicitarias en edificios, promociones en tiendas, anuncios en la prensa, etc.), pero solo prestamos atención y procesamos una porción muy reducida de estos estímulos. Esto se debe a que la percepción es un proceso selectivo en todas sus fases:
1) Atención selectiva. Nuestros sentidos y nuestras propias mentes solo se percatan de la información que nos interesa; el resto de los estímulos externos a los que nos exponemos nos suelen pasar desapercibidos.
Es posible que nunca nos hayamos interesado por las neveras pero cuando necesitemos comprar una prestaremos más atención a los anuncios que las promocionan.
2) Interpretación selectiva. Solemos convertir los estímulos exteriores en elementos con significado personal, y para ello es habitual que excluyamos, adaptemos o modifiquemos selectivamente las ideas e informaciones que son contrarias a nuestras actitudes y creencias. Si, por ejemplo, somos verdaderos fans de Apple, probablemente ignoraremos aquellos anuncios de la competencia que sugieran que sus productos tienen prestaciones superiores a las de Apple.
3) Retención selectiva. Solemos recordar con más facilidad la información que nos interesa o nos es más próxima, que confirma nuestras creencias y actitudes o que nos parece que va a sernos útil en el futuro.
3.1.3.El aprendizaje
El aprendizaje se refiere a los cambios en los procesos mentales o en los comportamientos de las personas producidos como resultado de sus experiencias.
El aprendizaje se produce a lo largo de todo el proceso de decisión de compra del consumidor. En la búsqueda de información y en la evaluación, los consumidores descubren nuevos productos y marcas, sus funcionalidades, sus niveles de precios…, y esta información podrá ser recordada y utilizada en experiencias posteriores. Por su parte, la fase poscompra les permitirá conocer directamente las características y prestaciones del producto, lo que también será muy útil en sus próximas decisiones.
Ejemplo
Por medio del aprendizaje, los consumidores se forman percepciones y actitudes. Las opiniones de Paula sobre las marcas de café han cambiado desde que probó el café de Oxfam Intermón y descubrió el impacto del comercio justo en la mejora de las condiciones de vida en los países productores. No solo se ha convencido de que el aroma y el sabor del café de Oxfam son excelentes, sino que también ha decidido que esta será la marca de café que comprará a partir de ahora. Además, ha desarrollado una actitud mucho más positiva ante otros productos de comercio justo, como el azúcar, el chocolate y las infusiones, que Oxfam también comercializa en sus tiendas.
3.1.4.La actitud
La actitud es el punto de vista que se ha formado una persona sobre un producto, un anuncio, una empresa o una idea. Se trata de una predisposición aprendida con la que responde, favorable o desfavorablemente, a un objeto o a una idea.
En marketing, las actitudes de los consumidores son muy importantes porque influyen en los procesos selectivos de percepción, en el aprendizaje y en las decisiones de compra. Y es que la simpatía, aversión o indiferencia que desarrollamos hacia ciertos productos o marcas acaba influyendo en el interés que les prestamos, en la información que nos hacemos sobre ellos y en nuestras intenciones de compra.
Las actitudes son duraderas a la vez que difíciles de cambiar. Suele requerir menos esfuerzo modificar y adaptar la propuesta de valor a las actitudes predominantes entre los consumidores que influir en ellas y modificarlas. Es lo que ocurrió, por ejemplo, con la incorporación de un tapón de rosca a los envases de tetrabrik. Esta mejora tenía su origen en las actitudes negativas que los consumidores habían adoptado hacia la apertura de este tipo de envases. Aun así, la empresa puede esforzarse por provocar cambios de actitud con respecto a un producto o marca, lo que requerirá comunicaciones de marketing persuasivas, reparto de muestras gratuitas y otros métodos que permitan a los consumidores adquirir una experiencia personal directa con el producto.
El gazpacho Alvalle se comercializa en un envase de tetrabrik con tapón de rosca porque este modo de apertura tiene una mayor aceptación.
Fuente: https://www.adeevee.com/2005/12/pepsico-alvalle-gazpacho-all-the-vegetables-print/
Las actitudes tienen un componente cognitivo, otro afectivo y un tercero relacionado con el comportamiento. En marketing, el componente cognitivo de la actitud aglutina las ideas, creencias u opiniones que el consumidor se ha formado sobre un determinado producto o marca, es decir, los atributos que considera que reúne ese producto o marca. El componente afectivo, en cambio, se refiere a las emociones que la persona asocia con el producto o marca; si le gusta, le desagrada o le resulta indiferente. Por su parte, el componente comportamental se traduce en las acciones que lleva a cabo el consumidor como consecuencia de las ideas y creencias que se ha formado y de las sensaciones que le suscita un cierto producto o marca. Por ejemplo, Cristina e Iñaki ven un anuncio de la plataforma de televisión de pago HBO. En él aparecen las series de televisión que se podrán ver ese año en la plataforma; muchas de ellas son series de calidad que les resultan muy conocidas (componente cognitivo de la actitud). Cristina e Iñaki empiezan a pensar que HBO es una plataforma de televisión ideal para ellos, dado que les encanta el tipo de series que ofrece HBO y disfrutaron mucho con las temporadas anteriores de Juego de Tronos y Girls (componente afectivo). Poco después consultan un artículo en El País en el que se comparan los precios, el catálogo audiovisual y las características técnicas de HBO con los de Netflix y Movistar (Marcos, 2016); y además exploran los sitios web de cada plataforma. Tras sopesarlo cuidadosamente, Cristina e Iñaki deciden contratar HBO (componente de comportamiento).
La publicidad influye en la formación de actitudes.
Las personas solemos buscar cierta armonía o consistencia entre los componentes cognitivo, afectivo y de comportamiento de la actitud. De ahí que cuando existen incongruencias entre estos componentes, lo que se conoce como disonancia cognitiva, tratemos de reducirlas. Si, por ejemplo, hemos desarrollado una actitud negativa hacia la comida procesada alta en grasas pero hoy nos hemos comprado una hamburguesa en una cadena de comida rápida, es posible que tratemos de modificar alguno de los componentes actitudinales: que alteremos nuestro comportamiento y no nos acabemos la hamburguesa; que cambiemos nuestra cognición para considerar que podemos compensar una «mala» comida haciendo algo de ejercicio, o que de vez en cuando podemos hacer una excepción (lo que justificaría la comida de hoy); o incluso que neguemos la información que contradice nuestras creencias –considerando, por ejemplo, que la hamburguesa no tiene tanta grasa como le habíamos atribuido.
Actividad
4. Una empresa tecnológica ha desarrollado una cerradura electrónica para las viviendas que permite abrir y cerrar la puerta con el teléfono móvil. Pensad ahora cómo debería ser la publicidad de esta nueva cerradura de modo que considere los componentes cognitivo, afectivo y de comportamiento de la actitud.
5. Explicad las áreas en común y las diferencias, si las hay, entre la disonancia cognitiva que se produce entre los componentes cognitivo, afectivo y de comportamiento de la actitud y la disonancia cognitiva poscompra.
3.1.5.El estilo de vida
Las personas que comparten una misma cultura y clase social, con edades y niveles de educación similares, pueden llevar modos de vida y adoptar patrones de consumo bien distintos.
El estilo de vida es una variable subjetiva que se refiere al modo como las personas invierten su tiempo y su dinero, y que refleja sus intereses, sus opiniones y las actividades que realizan.
El estilo de vida se suele asociar fácilmente con el consumo de ciertos productos, de ahí su utilidad en marketing. Además, la comprensión del estilo de vida de los consumidores del mercado objetivo es fuente de ideas en publicidad.
Saber que el mercado objetivo disfruta de salidas en familia a la naturaleza permite conocer mejor su perfil humano que las variables edad o nivel de renta.
Fuente: https://pixabay.com/en/children-hiking-nature-landscape-535399/

3.2.Factores socioculturales

Además de las motivaciones, las actitudes, el estilo de vida y demás factores psicológicos analizados, existe una gran variedad de elementos externos, de carácter social o cultural, que influyen en los procesos de decisión del consumidor.
3.2.1.La familia
Muchos bienes y servicios son consumidos por toda la familia. De ahí la importancia de conocer los procesos de decisión que conducen a la compra de estos productos, y la influencia o participación que puede tener cada miembro de la familia en estos procesos.
Ejemplo
En muchos programas de marketing se venía considerando a la mujer como el principal agente de compra de alimentos y otros productos de gran consumo, reflejando roles tradicionalmente atribuidos a la mujer. Sin embargo, a medida que la sociedad avanza se produce un reparto más equilibrado de los roles de compra en el seno de las familias, que son asumidos crecientemente por hombres e hijos mayores.
Estos cambios, como es natural, se trasladan a los programas de marketing, que cada vez más reflejan la mayor implicación de los hombres en los procesos de decisión de compra o en el consumo para el hogar.
Cuando las familias toman decisiones de compra suelen tener en cuenta las necesidades y preferencias de cada miembro, como sucede muchas veces, por ejemplo, al contratar un viaje vacacional, alquilar una vivienda o adquirir un nuevo automóvil. Por lo general, las familias tienden a realizar compras colectivas cuanto más tiempo disponible tienen para tomar decisiones conjuntas y más importante es la decisión de compra –más alto es el precio y mayor es el riesgo percibido con la compra.
El conocimiento de las decisiones de compra colectivas sirve para diseñar y presentar una propuesta de valor acorde con las necesidades y los deseos de cada miembro de la familia.
Fuente: Canal YouTube de Renault
El ciclo de vida familiar es un concepto útil para comprender cómo cambian las necesidades y las pautas de consumo de las familias a medida que las personas se comprometen en relaciones de pareja, tienen hijos, los hijos abandonan el hogar paterno y los padres se retiran (Bauer y Auer-Srnka, 2012). Los jóvenes solteros y las parejas sin hijos suelen estar más dispuestos a probar nuevos productos y marcas, cuyos precios y características evalúan a fondo; y destinan una proporción más elevada de su presupuesto a actividades de ocio, como acudir al cine, a restaurantes, etc. Cuando se establecen en un nuevo hogar suelen incurrir en gastos considerables para hacerse con la vivienda y adquirir muebles y electrodomésticos; y cuando nace el primer hijo, al importante gasto en vivienda se añaden bienes y servicios educativos y para el cuidado infantil. Para afrontar estos desembolsos, muchas familias realizan compras a plazos y reducen su nivel de ahorro. Las situaciones de separación y divorcio pueden suponer un gasto proporcionalmente aún mayor en vivienda y, por lo tanto, una menor disponibilidad de dinero para afrontar otras compras. Cuando los hijos alcanzan la adolescencia aumenta el gasto en prendas de vestir, productos de ocio y servicios educativos. En cambio, las personas cuyos hijos han abandonado el hogar suelen disfrutar de una situación económicamente más desahogada y cuentan con más tiempo libre, por lo que vuelven a gastar en actividades de ocio y en productos que no pudieron permitirse anteriormente (Perreault et al., 2017).
Los patrones de consumo de las familias cambian considerablemente de una etapa a otra del ciclo de vida; de ahí la utilidad de esta variable para identificar segmentos y oportunidades de negocio.
3.2.2.Los grupos de referencia
A menudo las sensaciones que suscitan ciertas marcas y productos, e incluso las decisiones de compra, se ven influidas por las opiniones, los valores y los comportamientos de otros miembros de la familia, de los amigos, de los compañeros de trabajo o de personas a las que el consumidor admira, aunque no las conozca personalmente. Estas fuentes de influencia reciben el nombre de grupos de referencia y no son mutuamente excluyentes, de modo que el consumidor puede ser influido simultáneamente por varios grupos de referencia (Schulz, 2015). Tomemos el ejemplo de Gabriel, que consulta a su profesora de música sobre qué guitarra le conviene comprarse, habla con sus colegas de trabajo sobre marcas de trajes y corbatas, pide a su pareja que le acompañe y asesore en la compra de un nuevo coche, sigue al pie de la letra los menús y las recetas de cocineros populares, y llama a su tía para que le recomiende hoteles y destinos exóticos para sus próximas vacaciones.
Los grupos de referencia influyen directa o indirectamente sobre las decisiones de compra del consumidor, ya sea proporcionando información, estimulando ciertos comportamientos de compra o mejorando la imagen que se forma el consumidor sobre sí mismo. La información ofrecida por los grupos de referencia puede ser presentada por ellos directamente (a través de una recomendación o un consejo personal) o mediante la observación de sus propias actividades y comportamientos.
En otros casos, los grupos de referencia estimulan determinadas compras, ya sea porque fomentan unas pautas de consumo acordes con sus valores, estilos de vida o preferencias, o porque rechazan ciertas prácticas de consumo. Por ejemplo, Gabriel puede inclinarse por comprar sus trajes y corbatas para el trabajo en establecimientos de los que sabe que son clientes sus compañeros de trabajo, y así hacerse con prendas equiparables a las que estos llevan.
La publicidad de algunos productos suele mostrar los principales grupos de referencia del consumidor.
Además, los consumidores que se identifican o integran en ciertos grupos de referencia pueden crear, mejorar o mantener su autoimagen sobre la base de su pertenencia a estos grupos y adoptar decisiones de compra que son consistentes con dicha imagen (Ward y Broniarczyk, 2011). Por ejemplo, la afición de determinados grupos de jóvenes hacia el anime, el manga, los cómics o los videojuegos se extiende al modo de vestir o peinarse, en la elección de ciertos establecimientos, etc.
Los adolescentes adoptan algunas decisiones de consumo para vincularse a grupos de referencia. Al gestionar la impresión que causan en su relación con los demás construyen, mejoran o mantienen su propia identidad.
Fuente: https://www.lacarmina.com/blog/2015/08/hong-kong-causeway-bay-shopping-tips-map/
La influencia de los grupos de referencia varía según el tipo de producto y, más concretamente, en función de si el producto se consume en público o en privado, y de si se trata de un producto de prestigio o es un producto común que cubre una necesidad básica.
Cuando el producto se utiliza de una manera visible, las opiniones de las personas y la aprobación social son elementos más importantes en el proceso de decisión de compra. En los productos visibles más comunes e indispensables, de los que disponen casi todos los consumidores (como teléfonos móviles, automóviles, prendas de vestir, relojes, etc.), la posesión del artículo no es un factor relevante, pero sí lo es, en cambio, su marca. En este caso, por lo tanto, los grupos de referencia influyen fundamentalmente sobre la elección de la marca pero no sobre el hecho de disponer o no del producto. En cambio, la posesión del producto es tan importante como la marca cuando se trata de un bien de prestigio que se consume de manera visible (como barcos, pertenencia a clubes de golf, segundas residencias en destinos de esquí, etc.).
Sin embargo, la influencia de los grupos de referencia es menos intensa cuando las necesidades se satisfacen de manera privada. La influencia sobre la marca pierde importancia en las compras de bienes de prestigio de consumo privado (cuberterías de lujo, obras de arte, alfombras persas, etc.) y tanto las decisiones de marca como las de producto se ven poco afectadas por las opiniones de los grupos de referencia para los bienes de consumo privado que son indispensables (alimentos, colchones, toallas, etc.).
Actividad
6. Explicad el concepto de grupos de referencia por medio de un ejemplo personal que ilustre cómo ejercen su influencia en el proceso de decisión de compra de un producto de vuestra elección. ¿Qué implicaciones tiene ese comportamiento para un especialista de marketing?
Los líderes de opinión
En marketing, un líder de opinión es una persona que influye en las opiniones y las decisiones de compra de los consumidores, fruto de su compromiso, interés o experiencia en determinados productos. Los líderes de opinión ejercen su influencia tanto sobre el tipo de producto que considera el consumidor como sobre la marca elegida.
Los líderes de opinión no son necesariamente personas famosas, con un alto nivel educativo o ingresos elevados. Además, las personas líderes en un tema o en una categoría de producto (como los veterinarios en la compra de alimentos para animales de compañía, los peluqueros en champús o los profesionales de la informática en las decisiones sobre ordenadores y software) no siempre lo son en otras categorías de producto.
Los medios sociales (sitios de redes sociales, blogs, microblogs, servicios de mensajería instantánea, etc.) facilitan enormemente la comunicación entre consumidores. Los mecanismos que proporcionan para seguir a consumidores de ciertos grupos de referencia y para amplificar los comentarios y las recomendaciones de los líderes de opinión hacen de estos medios un poderoso instrumento de marketing.
Marketing móvil y de medios sociales
Estudios recientes (Sotiriadis, 2017) han mostrado que los líderes de opinión en viajes que se sirven de los medios sociales para difundir sus comentarios y aportaciones (TripAdvisor, Facebook, Twitter, etc.) son usuarios avanzados y especialmente innovadores en lo digital. Cuando planifican sus propios viajes suelen consultar comentarios y reseñas publicadas por otros viajeros. Pero a diferencia de como es habitual entre los viajeros corrientes, para los que la opinión de un turista que haya visitado un destino en el que tienen interés es más creíble y útil que la información proporcionada por empresas y destinos turísticos (Fotis et al., 2012), los líderes de opinión consideran especialmente útil la consulta de guías turísticas oficiales, folletos de agencias de viajes y materiales publicitarios de los destinos (Yoo et al., 2011; Zeng y Gerritsen, 2014). Asimismo, se ha comprobado que las reseñas negativas tienen una influencia más intensa en la formación de actitudes y la intención de compra que la que ejercen las opiniones favorables (Jeong y Koo, 2015; Zhao et al., 2015).
¿Cómo no tener en cuenta la opinión de un viajero con más de un millón de lectores sobre sus experiencias en Filipinas en la planificación de un viaje a ese destino?
Fuente: captura de pantalla de TripAdvisor
Fuente: captura de pantalla de TripAdvisor
3.2.3.La clase social
Las clases sociales aglutinan a personas o familias que disfrutan de unas condiciones de vida similares y que pertenecen a un mismo estrato socioeconómico. Es habitual que las personas de una misma clase social compartan valores, necesidades, estilos de vida y patrones de consumo; de ahí su importancia en marketing (Henry y Caldwell, 2008).
La clase social influye en los patrones de consumo porque ¿qué consumidores juegan a golf, asisten a conciertos de ópera y compran costosos relojes?
Fuente: https://pixabay.com/en/golf-feng-shui-golf-panorama-golf-1179908/, https://c1.staticflickr.com/8/7018/6716360979_ab8b0c4597_b.jpg y https://www.adsoftheworld.com/media/print/rolex_watch
Aunque en muchos países existe una cierta relación entre el nivel de ingresos y la clase social de la persona o familia, lo cierto es que los ingresos no son siempre un determinante de la clase social, dado que, muchas veces, personas o familias con niveles de ingresos parecidos pertenecen a clases sociales distintas (Sivadas, 1997). En realidad, la identificación de la persona o la familia con una clase social está muy influida por el nivel de educación que haya recibido y por la ocupación que desempeñe, así como también por el estatus al que aspira, su grado de participación en la comunidad y la clase social a la que pertenecían sus padres. Y aunque las clases sociales suelen ser relativamente estables, la formación y la trayectoria profesional de las personas facilitan su movilidad de una a otra.
3.2.4.La cultura
La cultura es el conjunto de significados, opiniones, valores, normas y costumbres que comparte un grupo de personas para comunicarse e interactuar. Aunque la cultura recoge elementos abstractos –como valores, actitudes, ideas y normas de conducta–, también aglutina elementos materiales, como la producción artística y los productos y marcas, que asimismo influyen en el modo de vida de las personas y en sus decisiones de consumo.
La cultura se transmite oralmente, mediante la literatura y el arte, y por medio de las instituciones, y suele aprenderse gracias a un proceso de socialización por el que se asimilan significados, valores, normas y costumbres. Si bien se transmite de generación en generación, también cambia y evoluciona, integrando nuevas ideas y valores.
Un mismo consumidor puede participar en diferentes culturas: la herencia cultural familiar, que condiciona, por ejemplo, el tipo de comidas y las celebraciones que tienen lugar en el hogar; la cultura organizativa del centro de trabajo o de la universidad o la escuela en la que estudia; la cultura predominante en la localidad, el país o la región donde vive; la cultura propia del grupo étnico al que pertenece; la cultura común a las personas con quienes comparte una misma afición; etc. Lo que hace especialmente atractiva una cultura determinada desde la perspectiva del marketing es que aglutine a un segmento de consumidores con hábitos de compra peculiares y un potencial de compra significativo para la empresa.
Ejemplo
Los especialistas de marketing deben prestar especial atención a las dimensiones étnicas del mercado. Por un lado, porque los grupos étnicos crecen rápidamente, con frecuencia a ritmos superiores a los del resto de la población. Por otro, porque las dimensiones étnicas del mercado son cambiantes a la vez que muy sutiles, por lo que se requieren análisis rigurosos y alejados de ideas estereotipadas que puedan inducir a graves errores.
Las iniciativas de marketing inspiradas en otras culturas pueden ser percibidas como apropiaciones culturales, especialmente si la cultura de la que se nutren históricamente ha sufrido daños de un grupo o una cultura de referencia.
Fuente: https://i.dailymail.co.uk/i/pix/2014/06/04/article-2648742-1E77B4E200000578-911_634x822.jpg
Actividad
7. Tomad un anuncio publicitario a vuestra elección e identificad su público objetivo. ¿Podría utilizarse en otras culturas? ¿Por qué motivos?

3.3.Factores situacionales

Los factores que hemos estudiado hasta ahora (factores psicológicos y socioculturales) suelen influir de un modo parecido en cada decisión de compra del consumidor. Sin embargo, este tipo de influencias pueden verse condicionadas, o incluso no ser relevantes, en ciertas situaciones. Y es que el motivo o la razón por la que se compra, el momento en el que tiene lugar la compra y el entorno físico o virtual en el que se realiza la compra pueden determinar el modo como esta se desarrolla, los beneficios buscados, las actitudes y la propia decisión de compra. Por ejemplo, a Berta le encantan los paraguas de bastón, grandes, a prueba de viento, con colores llamativos y diseños innovadores, que le permiten destacar de entre la multitud. Pero su elección puede ser muy distinta si se ve sorprendida por una tormenta y tiene que hacerse rápidamente con un paraguas, o si decide comprar un paraguas para llevar en el bolso los días en los que amenaza lluvia.
Los factores situacionales que determinan las decisiones del consumidor tienen que ver con el motivo o la razón de la compra, el momento y el lugar en que se realiza.
3.3.1.El motivo de compra
El conjunto de alternativas de compra consideradas y los criterios de evaluación de estas pueden variar en función de la razón o motivo por el que se realiza la compra. Por ejemplo, la compra de flores, de vinos o de un pañuelo pueden ser muy distintas si el destinatario final es el propio consumidor o se trata de un presente para la pareja, para los padres, para una amistad o es fruto de un compromiso profesional.
La elección de vinos y cavas suele estar influida por el motivo de compra.
3.3.2.El momento de compra
El tiempo es una dimensión importante en el proceso de decisión del consumidor. El momento en el que se realiza la compra puede influir en el estado de ánimo del consumidor, lo que le hará más o menos receptivo a los estímulos de marketing del establecimiento y a las sugerencias de los vendedores. Del mismo modo, el tiempo disponible para realizar la compra y la urgencia de esta también condicionarán el proceso de compra. Por ejemplo, un consumidor que ha tenido problemas de aparcamiento antes de acceder al establecimiento quizá afronte la compra con mal estado de ánimo, lo que podrá hacer que sea una actividad menos atractiva e interesante para él, e incluso podrá influir en su percepción de los estímulos de marketing en el establecimiento o la imagen que se forme sobre este. Por el contrario, un menor tiempo disponible para la compra podrá influir en la elección del establecimiento, probablemente en favor de tiendas en régimen de autoservicio o donde se presta un rápido servicio de atención al cliente y se prescinde de espacios de socialización. Y en las compras imprevistas, que son consecuencia de un acontecimiento inesperado, de un cambio de planes o de una emergencia, los consumidores estarán menos predispuestos a examinar un amplio abanico de opciones de compra.
Los beneficios buscados en la compra de un paraguas y la receptividad a los estímulos de marketing varían en función del momento de compra.
Fuente: https://www.adsoftheworld.com/media/print/regency_tiles_style_make_a_new_statement_umbrella
3.3.3.El lugar de compra
El ambiente inmediato que rodea a la compra influye en el proceso de decisión. La atmósfera general del establecimiento, el personal de ventas, las demostraciones y las promociones en el punto de venta y el envase o embalaje de los productos son factores situacionales que influyen en las decisiones del consumidor, una vez que este visita el establecimiento.
Muchos detallistas se esfuerzan por desarrollar una atmósfera de ventas única en el interior de sus tiendas: desde su diseño arquitectónico hasta el modo como exponen los productos, los olores o aromas que se perciben en el establecimiento, la temperatura, la música de fondo, la intensidad de luz, el número de personas que lo visitan, etc. Los detallistas trabajan, en definitiva, para acompañar el producto de distintos elementos sensoriales que apelen a los sentidos del consumidor, que faciliten la compra y que hagan de esta una experiencia única y memorable para el consumidor.
Abercrombie & Fitch ha desplegado atmósferas de compra diferenciadas gracias a la estética interior de las tiendas, su tenue iluminación, el uso de colores neutros, el alto volumen de la música, el perfil joven del personal de ventas y el aroma distintivo en el establecimiento.
Fuente: https://media.bizj.us/view/img/622351/rop-abercrombie-fitch*1200xx4503-2533-0-234.jpg
El personal de ventas puede influir en las decisiones de compra al informar al consumidor sobre las características de los productos, las ventajas de unos sobre otros, o sus argumentos para adquirir productos relacionados o complementarios.
Las tiendas Apple reducen al mínimo el mobiliario para facilitar la interacción de los consumidores con el personal de ventas. El personal está especialmente formado para acoger al cliente, comprender lo que necesita y presentarle una solución.
Fuente: https://blogs-images.forbes.com/salesforce/files/2014/09/shutterstock_129631193.jpg
Las demostraciones y promociones en el punto de venta atraen a consumidores que quizá no estaban inicialmente interesados en el producto o la marca, o que no habían planificado la compra del producto. Por su parte, un envase o embalaje atractivos y diferenciados, capaces de atraer la atención del consumidor, son especialmente importantes en productos o marcas que comparten el lineal o espacio de ventas con múltiples artículos de la competencia, como sucede con los alimentos envasados y los artículos de limpieza, higiene y belleza.
La línea de productos de baño Moussel se reconoce fácilmente por su presentación en un envase octogonal fucsia y el diseño de su apertura.
Fuente:  https://www.facebook.com/MousseldeLegrain/photos/a.221490884546967.69820.130542863641770/1138693206160059/?type=3&theater

4.Las decisiones de compra de empresas y organizaciones

Tendemos a asociar la palabra cliente con los consumidores finales. Sin embargo, muchas iniciativas de marketing se dirigen a clientes que no son consumidores finales sino empresas u otras organizaciones (como administraciones públicas y organizaciones sin ánimo de lucro). Estas empresas y organizaciones compran productos para satisfacer sus necesidades, que en este caso consistirán en servir de manera adecuada a sus respectivos clientes y usuarios. Utilizan los productos adquiridos para atender la demanda de sus clientes, ya sea produciendo nuevos bienes y servicios o revendiendo los productos adquiridos a otros intermediarios o a los consumidores finales.
Aunque no todos los clientes organizativos son empresas, en marketing se les suele llamar compradores industriales, clientes industriales o compradores intermedios, y a los mercados de este tipo de clientes se los suele conocer como mercados industriales o mercados B2B (del inglés busines-to-business o «empresa a empresa»).
Una misma empresa puede dirigirse tanto a mercados de consumidores finales como a mercados industriales o B2B. No obstante, el marketing mix que utilice podrá variar notablemente entre un caso y otro.

4.1.Características de los mercados industriales

Los mercados de las organizaciones, o mercados industriales o B2B, reúnen características distintas a las de los mercados de consumidores finales, lo que tiene consecuencias en sus decisiones de compra. Los responsables de marketing de las empresas que se dirigen a los mercados industriales deben tenerlas bien presentes al diseñar la estrategia de marketing. Estas características se resumen en las siguientes:
1) Hay menos compradores pero estos tienen mayor capacidad de compra. La empresa debe tratar con un número inferior de clientes, que muchas veces suelen concentrarse en ciertas áreas geográficas. De hecho, es frecuente que los compradores industriales se localicen en unas zonas geográficas determinadas porque esta proximidad les permite acceder a un mercado de trabajo altamente cualificado, a productos especializados y a innovaciones y conocimientos relevantes. Además, suele haber una alta concentración del poder de compra, de modo que un número reducido de clientes industriales realiza la mayor parte de las compras del producto.
Valeo produce componentes para el automóvil, por lo que se orienta a un número reducido de compradores (Grupo Volkswagen, Renault, etc.) con alto poder de compra.
El reducido número de clientes industriales, y sus potencialmente elevados volúmenes de compra, facilitan el establecimiento de una relación más directa, estrecha y personal entre la empresa y cada uno de los clientes. Por su parte, la alta concentración del poder de compra proporciona a los clientes industriales una clara posición de fuerza en los procesos de negociación con la empresa.
Las agencias publicitarias, las firmas de auditoría o consultoría y los institutos de investigación de mercados suelen contar con ejecutivos de cuentas y consultores que mantienen una estrecha relación con los clientes industriales gracias a que asumen sus objetivos como propios y se preocupan por colaborar estrechamente.
Fuente: https://www.lapatria.com/sites/default/files/especiales/2013/Ago/ejecutivos_trabajando.jpg
2) Los elementos funcionales de la propuesta de valor son clave. Los clientes industriales analizan con especial detenimiento el coste total del producto, no solo el precio inicial de compra (por ejemplo, considerarán el coste que supondrá el mantenimiento de una pieza de maquinaria durante toda su vida útil). Para el cliente industrial también será importante la fiabilidad de la empresa en sus entregas, puesto que le interesa asegurar que no se quedará sin stock de producto, lo que podría afectar a sus procesos productivos o de distribución. Asimismo, será importante la calidad del producto que se suministra, puesto que un mal funcionamiento o un escaso rendimiento de este podrían tener consecuencias para la imagen y reputación del cliente industrial.
3) La compra es realizada por profesionales. Los especialistas que se responsabilizan de las actividades de compra del cliente industrial disponen de formación técnica en el área y conocen bien las características y las necesidades de su empresa, lo que les permite gestionar las compras a proveedores con criterios objetivos y de un modo eficiente.
Los responsables de compras aportan el enfoque profesional que requiere el desempeño de estas actividades.
Fuente: captura de pantalla de LinkedIn
Fuente: captura de pantalla de LinkedIn
4) Influyen más personas en la decisión de compra. Es habitual que en los procesos de compra del cliente industrial intervengan bastantes personas. Aunque el responsable de compras coordina las relaciones de la empresa con los proveedores, hay otros profesionales de la empresa con gran influencia en la decisión: el personal de producción, el departamento de investigación y desarrollo, la dirección general, etc.
Los clientes industriales suelen contar con un comité, departamento o centro de compras dedicado a las actividades de aprovisionamiento o suministro para la organización. El centro de compras suele estar formado por representantes de varios departamentos de la organización, cada uno con características e intereses particulares. Por ejemplo, el departamento de producción puede ser el que plantee la necesidad, quizá porque necesita contar con una determinada materia prima o una nueva maquinaria para las líneas de producción. En casos así, además de ser los iniciadores del proceso de compra serán también los usuarios del producto que se acabe adquiriendo, por lo que probablemente también definirán las especificaciones del producto que se ha de comprar y valorarán su rendimiento o resultados. Es posible que el personal del departamento de investigación y desarrollo ayude a especificar las características que debe reunir el producto y algunos criterios de selección de los proveedores, y que aporte información, opiniones o asesoramiento que influyan en la decisión de compra. Los responsables de tomar la decisión de compra suelen ser los agentes o directores de compras, para lo que considerarán las distintas ofertas recibidas de los proveedores y negociarán con ellos las condiciones de los contratos de suministro. Sin embargo, si el producto supone un gasto considerable, es posible que se requiera la autorización de un directivo de rango superior.
Debido a que la configuración del centro de compras puede variar de una decisión de compra a otra, el personal de ventas de la empresa proveedora debe estudiar cada caso individualmente para conocer quiénes serán sus interlocutores y los roles que estos desempeñan. Cuando se trata de una decisión de compra importante (como un nuevo sistema de información, una maquinaria clave, una materia prima esencial o un edificio) el trabajo del personal de ventas del proveedor se puede prolongar durante meses o incluso años.
5) Cuentan con procedimientos establecidos. Los clientes industriales suelen definir procedimientos formales sobre los que realizan las compras. Por ejemplo, es posible que los empleados o departamentos a los que se presente una necesidad de compra tengan que completar formularios estandarizados con los requisitos de su petición. Para compras de gran volumen o importe, probablemente se habrán establecido procedimientos y normas por las que se deberán reunir y examinar propuestas de varios proveedores. Cuando el cliente industrial es una empresa de gran tamaño con diferentes sedes es posible que las funciones de aprovisionamiento estén centralizadas.
Construyendo relaciones
Aunque las relaciones de intercambio en el marketing B2B están muy formalizadas, ya que se conducen de acuerdo con procedimientos y normas prestablecidos, las relaciones personales son también importantes. El proveedor, más que tratar de colocar el producto, ha de trabajar codo con codo con el cliente industrial para ayudarle a definir sus necesidades y encontrar soluciones a sus problemas.
El cliente industrial es especialmente receptivo a libros blancos y casos de estudio que analizan cuestiones críticas en la industria y proponen vías de mejora, como por ejemplo tecnologías avanzadas. Aunque este tipo de materiales o trabajos sugieran el producto del proveedor como solución, son muy efectivos si se fundamentan en análisis objetivos y rigurosos. Por su parte, los blogs y medios sociales pueden dar notoriedad, aportar información que no se encuentra en los resultados de los buscadores y educar a los clientes industriales en el producto o solución tecnológica de la empresa, a la vez que ayudan a estrechar vínculos con el cliente industrial. Twitter y la red social LinkedIn son asimismo útiles para cultivar los vínculos profesionales con posibles clientes.
HubSpot, empresa de software de marketing, tiene un gran número de seguidores en Twitter gracias a los contenidos que produce, desde entradas de blog a libros blancos, y a la libertad que proporciona a su departamento de medios sociales para tuitear y construir conversaciones con la audiencia. Para sus seguidores, HubSpot es una valiosa fuente de información.
Fuente: captura de pantalla de Twitter
Fuente: captura de pantalla de Twitter

4.2.El proceso de decisión de compra del cliente industrial

El proceso de decisión de compra de los clientes industriales suele estar más formalizado y ser más largo y complejo que el que siguen los consumidores finales, si bien consta, como este, de varias etapas secuenciales y tiene un único propósito: satisfacer una necesidad o un grupo de necesidades. En el caso de los clientes industriales, sin embargo, los bienes o servicios que se adquieran deberán servir para dar respuesta a la demanda de su mercado objetivo. Es decir, la principal necesidad del cliente industrial es satisfacer a sus propios clientes o consumidores.
Las etapas del proceso de decisión de compra son:
  • Reconocimiento de la necesidad. Es muy común que en la etapa inicial el cliente industrial no haya definido su necesidad o problema con precisión: quizá se trate de un fabricante que busca reducir los costes de sus operaciones, de un comerciante que requiere productos más innovadores o de una universidad que necesita renovar su equipamiento informático. El cliente industrial u organizativo se esforzará por delimitar el problema e identificar los tipos de productos o soluciones que podrán satisfacer sus necesidades. Ya en esta etapa, la empresa vendedora podrá trabajar en colaboración con el cliente industrial en la definición del problema y sus posibles soluciones.

  • Desarrollo de especificaciones. Una vez se ha identificado la necesidad, se han considerado diversas soluciones alternativas y se ha decidido qué tipo de bien o servicio se necesita, el cliente industrial determina las características que debe reunir el producto y las cantidades de este que se propone adquirir. Cuando se trata de productos técnicamente complejos, las especificaciones recogen en detalle los requisitos técnicos del producto o sus prestaciones.

  • Búsqueda de proveedores. Una vez desarrolladas las especificaciones del producto deseado, se inicia la búsqueda de proveedores y se invita a aquellos más cualificados a presentar propuestas ajustadas a las especificaciones. En ocasiones, este proceso consiste simplemente en una comunicación en el sitio web de la empresa o en portales B2B; en otras, sin embargo, se contacta directamente con aquellos proveedores a los que se considera mejor cualificados.

Ejemplo
Las empresas y organizaciones de gran dimensión y las administraciones públicas suelen dar a conocer en sus propios sitios web las necesidades de productos que se les plantean y los procesos de presentación y evaluación de propuestas mediante los que prevén adquirirlos. Este tipo de comunicaciones puede ser suficiente para hacerse con propuestas de potenciales proveedores suficientemente variadas e interesantes. Por su parte, a las pequeñas y medianas empresas les pueden resultar especialmente útiles los portales B2B, que les ponen en contacto con profesionales independientes (como sucede con los portales Upwork y Freelancer), les dan acceso a gran número y variedad de proveedores (es el caso de Alibaba y Perfect Commerce) o les proporcionan proveedores altamente especializados (como Exostar y Elemica).
Los portables B2B pueden ser de gran ayuda para las pequeñas y medianas empresas a la hora de construir y mantener la cadena de suministro, dado que facilitan el intercambio de información y la realización de transacciones con sus proveedores a la vez que agilizan las negociaciones y reducen sus costes. A través de estos portales el cliente industrial podrá acceder a un número elevado de potenciales proveedores, que competirán por presentar una propuesta atractiva. Esto puede redundar en precios más bajos, mejores calidades de los productos o en ventajas adicionales en el servicio de suministro.
Alibaba facilita el comercio B2B sin fricciones.
  • Evaluación de propuestas, negociación y selección. El examen de las propuestas de los proveedores se realiza a partir de las especificaciones técnicas definidas para el producto pero teniendo en cuenta también otros factores, como el precio y las condiciones de pago, el servicio técnico del proveedor, su experiencia y reputación, etc. Cuando el producto que se desea adquirir es crítico para la empresa, es habitual que esta negocie con cada potencial proveedor las condiciones del posible acuerdo.

  • Formulación del pedido. En esta fase se realiza el pedido al proveedor o proveedores seleccionados. El pedido recoge las especificaciones que debe cumplir el producto, las condiciones en las que se debe entregar, el precio, los procedimientos de consulta y reclamación, las garantías y el servicio posventa. Además, puede incorporar cláusulas de penalización que se activarán en el caso de que no se cumplan ciertas condiciones.

  • Evaluación poscompra. El cliente industrial examina tanto el rendimiento del producto como la actuación del proveedor que lo ha suministrado, lo que en el futuro le permitirá introducir mejoras en los procesos de suministro.

Figura 6. Fases del proceso de decisión del cliente industrial
Figura 6. Fases del proceso de decisión del cliente industrial
Actividad
8. Suponed que trabajáis para el área de marketing de un conocido club de fútbol. El club compite en la primera división de la liga española y se plantea cambiar de patrocinador. El director de marketing os ha solicitado que colaboréis en la elaboración de las especificaciones del patrocinio; ¿cuál sería vuestra propuesta de especificaciones?

4.3.Las situaciones de compra industrial

El proceso de decisión de compra industrial varía según la novedad de esta decisión y la información que se requiere para tomarla, así como de si se consideran o no alternativas de compra. La mayoría de las situaciones de compra B2B se corresponden con alguna de las situaciones o modalidades de compra siguientes:
  • Compra nueva. Surge al plantearse una nueva necesidad o problema para el cliente industrial, lo que conduce a adquirir un producto sobre el que no se dispone de experiencia previa. En estos casos, la compra suele ser de alta implicación para el cliente industrial, por lo que su centro de compras probablemente desplegará todas las fases del proceso de decisión, y en ese proceso participarán personas y departamentos diversos.

  • Recompra modificada. Se produce cuando el cliente industrial, ya sea porque no está satisfecho con los resultados de las compras anteriores o porque se ha producido un cambio en sus necesidades, quiere estudiar de nuevo la situación de compra. Por este motivo busca información adicional, revisa las especificaciones y los criterios de selección de proveedores, y vuelve a identificar y evaluar fuentes alternativas de suministro.

    La empresa que hasta ese momento ha sido proveedora del cliente industrial, aun debiendo invertir nuevos esfuerzos para mantener el contrato de suministro, parte con ventaja respecto a sus competidores, a menos que el motivo por el que se modifica la compra sea un problema con el producto o la insatisfacción con el servicio de suministro.

  • Recompra directa. Se trata de una compra recurrente y de carácter rutinario que ha ido precedida de muchas compras similares, por lo que su realización requiere poco tiempo. Lo más probable es que el comprador no busque más información ni fuentes alternativas de suministro.

A las empresas proveedoras les interesa tener clientes que realicen recompras directas porque, aunque suelen ir precedidas de un proceso de negociación inicial largo y complejo, se acaban plasmando en pedidos regulares y establecidos de una manera estandarizada.
Los sistemas de comercio electrónico suelen canalizar la mayoría de las recompras directas, que gestionan de manera automatizada. Los clientes industriales suelen programar estos sistemas para que formulen pedidos a los proveedores correspondientes en cuanto detectan una reducción en las existencias de ciertos productos o componentes.
Actividad
9. Identificad tres situaciones de compra distintas para una librería que comercializa en línea todo su catálogo.

Resumen

El éxito en marketing depende del conocimiento preciso que los responsables de marketing tengan del comportamiento de los consumidores. Para conocer el comportamiento de los consumidores, hay que estudiar las decisiones de compra, todas las actividades importantes que la preceden, así como las experiencias poscompra. También hay que comprender las variables psicológicas, socioculturales y situacionales que influyen en los procesos de decisión. No todas las decisiones de compra siguen un patrón común, puesto que, cuando los consumidores están poco implicados en la compra, los procesos de decisión se simplifican considerablemente. Finalmente, debemos tener presente que los clientes industriales toman decisiones de compra sobre la base de criterios fundamentalmente económicos o de coste-beneficio, que en las decisiones pueden influir distintas personas y departamentos de su organización, y que los procesos de decisión suelen estar altamente formalizados y estructurados.

Actividades

1. Describid una compra reciente en la que hayáis desplegado las cinco etapas características del proceso de decisión de compra, y comparad dicho proceso con una compra por impulso que también hayáis llevado a cabo recientemente.
2. ¿La mayonesa Hellmann’s satisface necesidades funcionales o psicológicas de los consumidores? ¿Qué utilidad puede tener esa información para el responsable de marketing de una marca de la competencia?
3. Suponed que deseáis contratar un viaje vacacional de verano en un destino alejado. Explicad, a partir de esta situación, la diferencia entre el conjunto evocado y el conjunto de consideración, los criterios de evaluación de alternativas, los atributos determinantes y las reglas de decisión.
4. Una empresa tecnológica ha desarrollado una cerradura electrónica para las viviendas que permite abrir y cerrar la puerta con el teléfono móvil. Pensad ahora cómo debiera ser la publicidad de esta nueva cerradura de modo que considere los componentes cognitivo, afectivo y de comportamiento de la actitud.
5. Explicad las áreas en común y las diferencias, si las hay, entre la disonancia cognitiva que se produce entre los componentes cognitivo, afectivo y de comportamiento de la actitud y la disonancia cognitiva poscompra.
6. Explicad el concepto de grupos de referencia por medio de un ejemplo personal que ilustre cómo ejercen su influencia en el proceso de decisión de compra de un producto de vuestra elección. ¿Qué implicaciones tiene ese comportamiento para un especialista de marketing?
7. Tomad un anuncio publicitario a vuestra elección e identificad su público objetivo. ¿Podría utilizarse en otras culturas? ¿Por qué motivos?
8. Suponed que trabajáis para el área de marketing de un conocido club de fútbol. El club compite en la primera división de la liga española y se plantea cambiar de patrocinador. El director de marketing os ha solicitado que colaboréis en la elaboración de las especificaciones del patrocinio; ¿cuál sería vuestra propuesta de especificaciones?
9. Identificad tres situaciones de compra distintas para una librería que comercializa en línea todo su catálogo.
Decisiones de marketing
Restaurante Al Pil-Pil
De la idea al negocio
Al acabar el grado de Gastronomía y Artes Culinarias en España, Ibai Goicoechea decide destinar los primeros años de su carrera a trabajar en restaurantes de otros países, con chefs reputados. Su idea es fundar en un país extranjero un restaurante dedicado a la cocina española o latina.
En el viaje de fin de grado visita Ámsterdam con sus compañeros de estudios y aprovecha para explorar la oferta de comida hispana en la ciudad. Se da cuenta entonces de que la oferta disponible se centra en platos típicos y convencionales, que dejan poco a la innovación. A Ibai le sorprende que una ciudad cosmopolita como Ámsterdam, que tiene tantos restaurantes y genera una actividad turística tan intensa, no cuente con algún establecimiento que, aunque fiel a los orígenes de la cocina española o latina, arriesgue un poco más –como ha hecho, por ejemplo, el chef José Andrés en los establecimientos que gestiona en varias ciudades de Estados Unidos.
Ibai decide mudarse a Ámsterdam y durante seis meses trabaja en un restaurante argentino frecuentado por turistas. Al atender a los españoles y latinos que visitan el establecimiento, averigua que el principal motivo por el que lo eligen es su deseo de comer buena carne a un precio asequible. Tras esta primera experiencia, se incorpora a un reputado restaurante de cocina internacional, sofisticado e innovador, con precios bastante más elevados que el anterior y un público variado.
Durante ese tiempo aprende holandés, hace amistades entre los locales y recorre los diversos restaurantes de la ciudad para familiarizarse con los gustos holandeses en la mesa, sus platos más comunes, las tendencias emergentes, la procedencia de los productos, su nivel de servicio, etc. También estudia el tipo de clientela que atraen los principales establecimientos, sus precios y su ambientación, entre otros aspectos. Asimismo, observa la acogida de estos restaurantes entre los usuarios de TripAdvisor y las reseñas que generan, para lo que además tiene en cuenta el nivel de contribución de los usuarios a esta red y el idioma que utilizan.
A los tres años de vivir y trabajar en Ámsterdam decide dar el salto y montar un restaurante de comida española, auténtica a la vez que innovadora, de calidad y a un precio asequible, que además incorpore una pequeña barra de pinchos vascos. Da los últimos toques a su plan de negocio, se hace con financiación y encuentra y acondiciona un antiguo local. Meses más tarde, inaugura el restaurante, que llama Al Pil-Pil, en un guiño a una de las salsas más emblemáticas de la cocina vasca, hecha con aceite, guindillas y ajo. En la barra del local presenta una escueta carta de pinchos vascos y en el comedor ofrece platos tradicionales de la cocina española junto a otros platos que, aunque inspirados en esta misma cocina, incorporan un toque innovador.
Empiezan las preocupaciones
Al año de la puesta en funcionamiento del restaurante, Ibai siente que el negocio no cumple con las expectativas depositadas. La afluencia de público es menor de la esperada, especialmente en los almuerzos de lunes a viernes. La mayoría de los clientes no pasan de la barra, donde toman unos pocos pinchos a la vez que trabajan con su portátil o consultan el teléfono. Muchos consumidores observan el restaurante desde la calle, pero no acaban entrando porque la pequeña barra está tan concurrida que tienen la sensación de que no hay espacio disponible. De quienes entran, son pocos los que pasan al salón contiguo, y si lo hacen no suelen pedir los platos que dan más margen de beneficio. Ibai se plantea incluso cerrar esa zona del restaurante al mediodía.
Los pinchos y los platos más innovadores tienen bastante salida pero suponen un coste elevado, no solo por el mayor precio de sus ingredientes sino también porque son más elaborados y, por tanto, requieren mayor tiempo de preparación. En cambio, los platos que reportan más margen, como la tortilla de patatas con pimientos, son poco solicitados. Además, la demanda de platos es muy fluctuante, lo que obliga a disponer de muchos productos frescos que no siempre se acaban utilizando.
Algunas de las reseñas en TripAdvisor no son buenas, especialmente por la falta de espacio en la barra y el consiguiente tiempo de espera para hacerse con un sitio. Pero Ibai ve difícil ponerle remedio sin incurrir en una mayor inversión en personal, que además no se puede permitir. Como los camareros suelen explicar personalmente qué lleva cada pincho o plato y cómo se elabora, el tiempo dedicado a cada cliente antes de hacer el pedido suele ser más elevado que en otros restaurantes. Estos comentarios suelen preceder a otros, sobre la procedencia de los productos empleados o los vinos idóneos para acompañar la comida, lo que acaba provocando que la estancia en el establecimiento se alargue y, por lo tanto, la afluencia total de personas sea menos elevada de lo deseable. Lo único que consuela a Ibai es que la calidad de la comida está muy bien valorada, aunque los mejores comentarios son sobre la barra de pinchos y no del salón comedor.
Un jueves noche cualquiera, una camarera susurra a Ibai que los comensales de una mesa del comedor han preguntado por él, lo que le preocupa… pero por poco tiempo. Allí encuentra a uno de sus antiguos profesores, que se acompaña de un chef conocido. Tras explicarles su experiencia profesional en Ámsterdam, comparte con ellos los problemas que se está encontrando en el restaurante.
El chef le propone definir de manera más clara el negocio, ya sea como un restaurante de comida española o como un establecimiento dedicado exclusivamente a la cocina vasca. También le sugiere rediseñar el local para que al mediodía se presente como un restaurante informal, con un espacio amplio y mayor al actual para tomar pinchos. Esta fórmula podría favorecer la afluencia de público, especialmente entre los consumidores que desean tomar un almuerzo rápido o frugal, solos o en compañía. En cambio, el salón comedor podría ser un excelente destino gastronómico y de ocio nocturno. Además, ¿por qué no ofrecer pinchos también a la hora de cenar, si son un producto estrella?
El profesor le recomienda consultar varias investigaciones sobre el comportamiento de los consumidores en establecimientos de restauración, y tomar decisiones sobre la base del conocimiento que aportan estos trabajos. Concretamente, le aconseja los artículos de Wall y Berry (2007), Walter et al. (2010) y Spence et al. (2014b), y reflexionar sobre tres grandes elementos que intervienen en la experiencia del consumidor: la calidad de la comida, el comportamiento e interacción de los empleados con el cliente, y la ambientación del establecimiento. También le sugiere otras investigaciones que han explorado el efecto de determinados elementos del establecimiento sobre las elecciones de los clientes, su tiempo de permanencia en el restaurante o el gasto en él (Kontukoski et al., 2016; North et al., 1999; Jacob et al., 2010; etc.).
El chef plantea algunas recomendaciones adicionales: ha observado que, tras marchar los demás clientes, no se ha bajado el volumen del hilo musical, lo que los ha obligado a elevar el tono de voz más de lo deseado. También ha notado que entraba corriente de aire cada vez que abandonaba el local un grupo de clientes, lo que no es agradable para quienes en ese momento están comiendo. La iluminación también debe mejorarse, pues se ven sombras al leer la carta y tomar la comida.
Al hacer el pedido, el chef preguntó sobre un alérgeno poco común, lo que llevó al personal de sala a consultar en cocina, con la consiguiente demora. Ibai asiente y confiesa que el tiempo de espera percibido es elevado; a lo que el profesor añade que la buena calidad del menú, por sí sola, no es un factor determinante del éxito (Parsa et al., 2005).
Ibai escucha atentamente todos los consejos. La ampliación de la barra de pinchos ya le rondaba por la cabeza, y las palabras del chef son el impulso decisivo para llevarla a cabo. Considera que va a tener más éxito si se posiciona como un restaurante para almuerzos rápidos, auténticos y naturales en días de trabajo, y como un establecimiento con estilo donde experimentar por la noche la comida de inspiración vasca (Astuti y Hanan, 2012). También ha leído que los restaurantes con más éxito son los que despliegan un concepto claro y consistente (Parsa et al., 2005), lo que se corresponde con la observación del chef. Además, los platos inspirados en la cocina vasca son los preferidos por los clientes, por lo que focalizarse en esta cocina tiene sentido. Son los platos que requieren más elaboración, pero cree que debe correr ese riesgo.
La mejora del local
Ibai considera muy necesaria la remodelación de la zona de pinchos porque muchos potenciales clientes miran desde la calle si hay sitio para sentarse y, si no es así, se alejan del local. Además, desde la calle no pueden ver el salón comedor, habitualmente muy tranquilo, por lo que se pierden clientes que, de haberlo sabido, hubiesen accedido a esta área. Y aunque la barra está muy bien iluminada y cuenta con luz natural, el salón interior no dispone de ventanas y tiene una iluminación deficiente.
Los trabajos de remodelación empiezan por la extensión de la zona de barra y la mejora de la ambientación y los elementos sensoriales del establecimiento. Se eliminan los elementos decorativos que hacían del restaurante una opción rústica, aunque acogedora, y se adopta un estilo más moderno y actual, con motivos vascos. Para ello, se contrata a un diseñador de interiores, que además se ocupa de mejorar la luminosidad del salón comedor, para lo que cambia los focos, utiliza luz indirecta con la que producir efectos luminosos tenues y no localizados, e introduce dos grandes espejos. Estos espejos tienen dos ventajas adicionales: dan mayor amplitud al local y se ubican de tal manera que hacen posible que, desde la calle, se vea el salón comedor.
Ibai quiere que los clientes se sientan bien cómodos. Con ayuda del diseñador, prueba distintas disposiciones para las mesas hasta encontrar la ideal, y se asegura de que existe la distancia mínima recomendada entre mesas, sillas y pasillos (Wall y Berry, 2007). También se preocupa de que ningún comensal sienta la corriente de aire que se produce al abrirse la puerta. Mantiene las mesas y sillas de madera que se compraron inicialmente para el establecimiento, pero cambia la mantelería actual por una de tejidos blancos. Esto implica sustituir la vajilla blanca actual por otra nueva, que genere un buen contraste con la mantelería.
Consciente de la importancia del trato personal, Ibai decide contratar a un responsable de sala para que asuma algunas funciones que hasta ahora desempeñaban los camareros, como aportar explicaciones sobre los platos y optimizar el flujo de pedidos en cocina, lo que debería reducir los tiempos de espera. Además, para anticiparse a las preguntas y dudas de los clientes del salón comedor, preparará una nueva carta donde se aportarán descripciones detalladas sobre cada plato. Ibai duda entre dividir la carta en dos partes: una más breve, pensada para facilitar el pedido de los consumidores más decididos o más familiarizados con el restaurante; y otra parte más extensa. Lo que sí tiene claro es que la carta proporcionará información sobre la materia prima y su procedencia, el proceso de elaboración de cada plato y los aspectos nutricionales, porque todo ello favorece la formación de actitudes positivas por parte de los consumidores (Fakih et al., 2016).
Ibai apuesta por mantener abierto el servicio de comedor durante el almuerzo, para lo que decide probar la fórmula francesa del «plato del día» para los comensales del salón interior, y dejar a la entrada del local la barra de pinchos, que ahora será mucho más amplia.
Para la barra de pinchos diseña etiquetas con el nombre de cada plato, y añade pizarras en la pared en las que figuran su nombre y contenido. También prepara cartas de pinchos en forma de cuartilla, que incorporan información nutricional, y las sitúa en las mesas del salón comedor con el fin de atraer a aquellos clientes que prefieren pinchos al plato del día o que desean completar su pedido con algún pincho.
Investigando el comportamiento del consumidor
El restaurante permanece cerrado durante unos días y, poco antes de su reapertura, Ibai organiza varias visitas de amigos, allegados y algunos clientes fieles. En estas visitas quiere testar el nuevo concepto del negocio y los cambios que está sopesando para la ambientación y la carta del salón comedor.
Ibai tiene la impresión de que la fórmula del plato del día para el almuerzo va a tener éxito. El salón interior se podrá llenar de clientes con un perfil similar al de la barra: personas que se escaparán brevemente del trabajo, solos o en pequeños grupos, para almorzar rápidamente. La zona de pinchos también se llenará, y los clientes sin sitio en la barra solicitarán sentarse con su plato de pinchos en el salón interior. Pero el gran reto lo debe afrontar a la noche, y de las cenas depende su consolidación como restaurante.
Sigue los consejos de Spence et al. (2014a) y Kontukoski et al. (2016) y se hace con varias muestras de vajillas, con formas y colores distintos, que podrían sustituir la vajilla blanca actual. Tras observar las reacciones de los comensales cuando se les sirve la comida y los postres, les solicita su opinión. Replica este test un par de veces más con nuevos amigos y allegados hasta determinar la vajilla con la forma y el color ideales.
Por el experimento de North et al. (1999) sabe que el estilo musical influye en la elección del vino; así, por ejemplo, los clientes son más proclives a solicitar vino francés al sonar música francesa. De ahí que opte por melodías vascas y españolas, más acordes con los vinos que predominan en la carta. También sabe, gracias al trabajo de Jacob et al. (2010), que los motivos marineros en las mesas estimulan la demanda de platos de pescado, que precisamente aportan un buen margen y son fundamentales en la cocina vasca. Para Ibai sería importante que estos estímulos funcionaran porque le ayudarían a predecir la demanda de platos de pescado y limitar el gasto en producto fresco que luego no es utilizado.
Ibai también pone a prueba el formato y los contenidos de la nueva carta. Confecciona dos posibles cartas, una de ella escueta y otra más extensa. Esta última consta de dos secciones: en la primera se presenta una breve descripción de cada plato y en la segunda se aporta una explicación mucho más detallada. La carta dividida en dos partes sorprende inicialmente a los comensales que la reciben, que se sienten algo perdidos, y destinan mayor tiempo a su lectura. No obstante, la leen con detenimiento y agradecen la explicación detallada. En cambio, los comensales con la versión corta de la carta hacen más preguntas al personal de sala y, hasta la llegada de la comida, dudan más de haber elegido bien. Ibai decide optar por la carta extensa e instruir al personal para que explique a los comensales que esta consta de dos partes, lo que prevendrá posibles confusiones. Al cabo de un tiempo prudencial, el personal se volverá a aproximar para solicitar si desean algo para beber o si ya puede tomar nota.
Para describir los platos de la carta, Ibai tiene en cuenta los resultados recabados por Ozdemir y Caliskan (2013): utiliza adjetivos como «dorado», «tierno» y «natural», puesto que favorecen la elección de los platos (Lockyer, 2006), y se asegura de que las carnes no se describen como «delicadas» –porque eso haría desistir a algunas personas de pedirlas como plato principal (Dizik, 2015).
Durante los días de prueba, los primeros comensales piden algún pincho como aperitivo, mientras esperan la llegada de los platos. Esto lleva a Ibai a decidir que, tras acomodar a los clientes y ofrecerles la carta, se colocará en el centro de sus mesas una bandeja con un pincho por comensal. Esta acción es valorada de manera muy positiva, tal como anticipaba uno de los artículos que ha leído recientemente y, además, los mantiene ocupados mientras llega el pedido, lo que favorece una evaluación más positiva de la espera (McGuire et al., 2010). A su vez, esta iniciativa permite dar a conocer nuevas preparaciones a un coste mínimo y facilita su aceptación.
Referencias
Astuti, Sri; Hanan, Himasari (2012). «The behaviour of consumer society in consuming food at restaurants and cafes». Procedia - Social and Behavioral Sciences (vol. 42, págs. 429-435).
Dizik, Alina (2015, 24 de marzo). «What you order for dinner tells a restaurant more than you might expect» [en línea]. The Wall Street Journal. https://www.wsj.com/articles/what-you-order-for-dinner-tells-a-restaurant-more-than-you-might-expect-1427210992
Fakih, Khodr; Assaker, Guy; Assaf, A. George; Hallak, Rob (2016). «Does restaurant menu information affect customer attitudes and behavioral intentions? A cross-segment empirical analysis using PLS-SEM». International Journal of Hospitality Management (vol. 57, núm. 5, págs. 71-83).
Jacob, Céline; Guéguen, Nicolas; Boulbry, Gaëlle (2010). «L’effet d’éléments figuratifs sur le comportement de consommation: une illustration de l’influence du choix d’un plat dans un restaurant». La Revue des Sciences de Gestion, Direction et Gestion (vol. 45, núm. 242, págs. 61-67).
Kontukoski, Maija; Paakki, Maija; Thureson, John; Uimonen, Heikki; Hopia, Anu (2016). «Imagined salad and steak restaurants: consumers’ colour, music and emotion associations with different dishes». International Journal of Gastronomy and Food Science (vol. 4, núm. 2, págs. 1-11).
Lockyer, Tim (2006). «Would a restaurant menu item by any other name taste as sweet?». Hospitality Review (vol. 24, núm. 1, págs. 21-31).
McGuire, Kelly A.; Kimes, Sheryl, E.; Lynn, Michael; Pullman, Madeline E.; Lloyd, Russell C. (2010). «A framework for evaluating the customer wait experience». Journal of Service Management (vol. 21, núm. 3, págs. 269-290).
North, Adrian C., Hargreaves, David J.; McKendrick, Jennifer (1999). «The influence of in-store music on wine selections». Journal of Applied Psychology (vol. 84, núm. 2, págs. 271-276).
Ozdemir, Bahattin; Caliskan, Osman (2014). «A review of literature on restaurant menus: specifying the managerial issues». International Journal of Gastronomy and Food Science (vol. 2, núm. 1, págs. 3-13).
Parsa, H. G.; Self, John T.; Njite, David; King, Tiffany (2005). «Why restaurants fail». Cornell Hotel and Restaurant Administration Quarterly (vol. 46, núm. 3, págs. 304-323).
Spence, Charles; Piqueras-Fiszman, Betina; Michel, Charles; Deroy, Ophelia (2014a). «Plating manifesto (II): the art and science of plating». Flavour (vol. 3, núm. 1, págs. 4-15).
Spence, Charles; Puccinelli, Nancy M.; Grewal, Dhruv; Roggeveen, Anne L. (2014b). «Store atmospherics: a multisensory perspective». Psychology & Marketing (vol. 31, núm. 7, págs. 472-488).
Wall, Eileen A.; Berry, Leonard L. (2007). «The combined effects of the physical environment and employee behavior on customer perception of restaurant service quality». Cornell Hotel and Restaurant Administration Quarterly (vol. 48, núm. 1, págs. 59-69).
Walter, Ute; Edvardsson, Bo; Öström, Åsa (2010). «Drivers of customers’ service experiences: a study in the restaurant industry». Managing Service Quality: An International Journal (vol. 20, núm. 3, págs. 236-258).
Yang, Sybil S.; Kimes, Sheryl E.; Sessarego, Mauro M. (2009). «Menu price presentation influences on consumer purchase behavior in restaurants». International Journal of Hospitality Management (vol. 28, núm. 1, págs. 157-160).
Preguntas para la reflexión y el debate
1. Identificad y describid los estímulos internos y externos que pueden influir en los consumidores para elegir el restaurante argentino donde Ibai Goicoechea encuentra su primer trabajo, tras acabar la carrera.
¿Los clientes que acuden al prestigioso restaurante internacional donde Ibai trabaja poco después, se sienten motivados por satisfacer necesidades eminentemente funcionales o psicológicas? Razonad vuestra respuesta.
2. ¿Qué condiciones se han de dar para que el restaurante Al Pil-Pil forme parte del conjunto evocado de alternativas para los residentes en Ámsterdam? ¿Son las mismas que se requieren para formar parte del conjunto de consideración?
3. Describid la experiencia de consumo de un cliente habitual de la barra de pinchos del Restaurante Al Pil-Pil al mediodía, y comparadla con la de un cliente que lo visita para cenar en fines de semana. Determinad la influencia de los factores situacionales en cada experiencia de consumo.
4. ¿Es posible que los clientes de Al Pil-Pil experimenten disonancia cognitiva? ¿Es este un fenómeno habitual en el negocio de la restauración? Analizad las experiencias de consumo que se muestran en TripAdvisor para ilustrar y completar vuestra respuesta.
5. ¿Qué impacto prevéis que tendrán todos los cambios que ha introducido Ibai Goicoechea en la propuesta de valor del restaurante? ¿Se reducirán los tiempos de espera?, ¿aumentará el flujo de clientes del salón comedor?, ¿se incrementará el gasto medio de los clientes en el restaurante y la demanda de platos con mayor margen? ¿Por qué?

Glosario

actitud f
Predisposición aprendida que lleva a la persona a responder favorable o desfavorablemente hacia un objeto, un producto, una empresa o una idea.
analítica social f
Método de investigación observacional en marketing que proporciona información sobre los contenidos generados y la interacción de usuarios en medios y redes sociales.
aprendizaje m
Cambio en los procesos mentales o en el comportamiento de la persona como resultado de sus experiencias.
atributo determinante m
Característica o dimensión de una categoría de producto que, además de ser relevante para el consumidor, le permite diferenciar fácilmente entre productos o marcas alternativos.
centro de compras m
Unidad de la empresa u organización que lleva a cabo las acciones necesarias para adquirir productos, y en la que se integran representantes de los distintos departamentos o áreas de valor implicadas en la decisión de compra.
ciclo de vida familiar m
Secuencia de fases por las que pasa la familia a lo largo del tiempo. Su conocimiento facilita la segmentación del mercado objetivo y la comprensión del comportamiento del consumidor.
clase social f
Agrupación de personas o familias con condiciones de vida similares que pertenecen a un mismo estrato socioeconómico. Las personas de una misma clase social suelen compartir valores, necesidades, estilos de vida y patrones de consumo.
comportamiento del consumidor m
Conjunto de procesos mentales, emociones y actividades de los individuos o las organizaciones por los que seleccionan, compran y utilizan productos que satisfacen sus necesidades.
compra por impulso f
Decisión de compra que se produce cuando el consumidor reconoce una necesidad al ver el producto a la venta e inmediatamente decide adquirirlo, sin buscar información ni evaluar ninguna alternativa.
compra rutinaria f
Decisión de compra que tiene lugar cuando el consumidor elige repetidamente un producto sin haberse planteado el motivo por el que lo hace, ni haber adquirido información ni evaluado alternativas previas.
conjunto de consideración m
Conjunto de productos o marcas alternativos sobre los que el consumidor tomará una decisión de compra.
conjunto evocado m
Conjunto de productos o marcas que vienen a la mente del consumidor cuando se propone satisfacer una necesidad.
criterio de evaluación m
Dimensión o atributo de una categoría de producto por el que el consumidor organizará y examinará la información sobre las alternativas de compra sometidas a consideración.
cultura f
Conjunto de significados, opiniones, valores, normas y costumbres que comparte un grupo de personas para comunicarse e interactuar.
disonancia cognitiva f
En psicología, estado de inquietud o tensión que se produce cuando el individuo sostiene ideas, creencias o valores contrapuestos, realiza acciones que contradicen sus ideas, creencias o valores, o se expone a informaciones que contradicen sus ideas, creencias o valores.
disonancia cognitiva poscompra f
Disonancia cognitiva que se produce cuando el consumidor, tras haber adquirido un producto, se cuestiona el acierto de su decisión de compra.
estilo de vida m
Modo en que la persona invierte su tiempo e ingresos. Se refleja en sus intereses, sus opiniones y las actividades que lleva a cabo.
grupo de referencia m
En marketing, conjunto de personas que influyen sobre las decisiones de compra del consumidor, ya sea proporcionando información, estimulando ciertos comportamientos de compra o mejorando la imagen que se forma el consumidor sobre sí mismo.
implicación f
En marketing, grado de importancia del producto para el consumidor.
lealtad f
En marketing, predisposición del consumidor a adquirir reiteradamente un producto fruto de una preferencia clara por este formada tras una evaluación previa de las alternativas de compra.
líder de opinión m
y f En marketing, persona que influye en las decisiones de compra de los consumidores sobre determinados productos fruto de su compromiso, interés o experiencia en estos.
locus de control m
En psicología, percepción que tiene una persona sobre el origen de los acontecimientos de su vida cotidiana. Las personas con un locus de control externo suelen atribuir a la suerte, al azar o a la influencia de otros el origen de lo que les sucede, mientras que las personas con un locus de control interno tienden a asociar sus éxitos y fracasos con su propio esfuerzo y acciones.
sin. lugar de control
lugar de control m
Véase locus de control.
motivación f
En marketing, disposición de la persona a adoptar ciertos comportamientos con el fin de satisfacer una necesidad o deseo.
percepción f
Proceso por el que las personas seleccionan, organizan e interpretan la información y se forman una imagen de lo que las rodea.
proceso de decisión de compra m
Conjunto de etapas secuenciales que sigue una persona o una organización desde que reconoce que tiene una necesidad hasta que adquiere un producto para satisfacerla y se forma una experiencia con el uso o consumo del producto.
ratio de conversión f
Proporción que representan los consumidores que han efectuado una compra sobre el total de los consumidores con intención de compra.
regla de decisión f
En marketing, estrategia o criterio utilizado por el consumidor para simplificar la evaluación de cada alternativa de compra considerada. Puede ser compensatoria, si contrarresta valoraciones bajas en algunos atributos con valoraciones más altas en otros; o no compensatoria, si una valoración baja en un atributo puede relegar al producto o marca, o eliminarlo del conjunto de consideración.
riesgo de compra m
Magnitud de daños económicos, fisiológicos, psicológicos o sociales percibidos por el consumidor en caso de tomar una decisión de compra equivocada.

Bibliografía

Bauer, Martina; Auer-Srnka, Katharina J. (2012). «The life cycle concept in marketing research». Journal of Historical Research in Marketing (vol. 4, núm. 1, págs. 68-96).
Castelló Martínez, Araceli (2012). «La batalla entre marca de distribuidor (MDD) y marca de fabricante (MDF) en el terreno publicitario». Pensar la Publicidad (vol. 6, núm. 2, págs. 381-405).
Delle Femmine, Laura (2016, 18 de marzo). «¿Quién compra las marcas blancas? ¿Son cosa de ricos o pobres?» [en línea]. El País. https://economia.elpais.com/economia/2016/02/25/actualidad/1456397603_355036.html
Fotis, John; Buhalis, Dimitrios; Rossides, Nicos (2012). «Social media use and impact during the holiday travel planning process». En: Matthias Fuchs; Francesco Ricci; Lorenzo Cantoni (eds.). Information and communication technologies in tourism 2012 (págs. 13-24). Viena: Springer-Verlag.
Freling, Traci H.; Forbes, Lukas P. (2005). «An empirical analysis of the brand personality effect». Journal of Product & Brand Management (vol. 14, núm. 37, págs. 404-413).
Givhan, Robin (2014, 2 de noviembre). «What the Redskins and fashion world share: Borrowing, sometimes badly, from cultures – Washington’s football team and an array of designers borrow from other cultures in sometimes troubling ways». The Washington Post.
Grewal, Dhruv; Levy, Michael (2018). Marketing (6.ª ed.). Nueva York: McGraw-Hill Education.
Henry, Paul; Caldwell, Marylouise (2008). «Spinning the proverbial wheel? Social class and marketing». Marketing Theory (vol. 8, núm. 4, págs. 387-405).
Jeong, Hyo-Jin; Koo, Dong-Mo (2015). «Combined effects of valence and attributes of e-WOM on consumer judgment for message and product: the moderating effect of brand community type». Internet Research (vol. 25, núm. 1, págs. 2-29).
Kucuk, S. Umit (2016). Brand hate: navigating consumer negativity in the digital word. Londres: Palgrave Macmillan.
Liu-Thompkins, Yuping; Tam, Leona (2013). «Not all repeat customers are the same: designing effective cross-selling promotion on the basis of attitudinal loyalty and habit». Journal of Marketing (vol. 77, núm. 5, págs. 21-36).
Marcos, Natalia (2016, 7 de diciembre). «¿Netflix, HBO o Movistar» [en línea]. El País. https://cultura.elpais.com/cultura/2016/12/03/television/1480762612_522890.html
Maslow, Abraham H. (1943). «A theory of human motivation». Psychological Review (vol. 50, núm. 4, págs. 370-396).
Mohan, Geetha; Sivakumaran, Bharadhwaj; Sharma, Piyush (2013). «Impact of store environment on impulse buying behavior». European Journal of Marketing (vol. 47, núm. 10, págs. 1711-1732).
Perreault, William D.; Cannon, Joseph P.; McCarthy, E. Jerome (2017). Essentials of marketing: a marketing strategy planning approach (15.ª ed.). Nueva York: McGraw-Hill Education.
Petty Richard E.; Cacioppo, John T. (1986). «The elaboration likelihood model of persuasion». Advances in Experimental Social Psychology (vol. 19, págs. 123-205).
Phillip, Abby (2014, 4 de junio). «Pharrell wore a headdress on the Elle UK cover. Native Americans are #NotHappy. He now says he’s sorry». The Washington Post, blogs.
Puelles Pérez, José Antonio; Puelles Gallo, María (2003). «Marcas de distribuidor. Más de 30 años de un proceso dinámico, competitivo e imparable». Distribución y Consumo (vol. 69, págs. 55-71).
Rodríguez-Ardura, Inma (2017). Marketing digital y comercio electrónico. Madrid: Pirámide.
Schulz, Heather Marie (2015). «Reference group influence in consumer role rehearsal narratives». Qualitative Market Research (vol. 18, núm. 2, págs. 210-229).
Sivadas, Eugene (1997). «A preliminary examination of the continuing significance of social class to marketing: a geodemographic replication». Journal of Consumer Marketing (vol. 14, núm. 6, págs. 463-479).
Sotiriadis, Marios D. (2017). «Sharing tourism experiences in social media: a literature review and a set of suggested business strategies». International Journal of Contemporary Hospitality Management (vol. 29, núm. 1, págs. 179-225).
Wang, Liz C.; Baker, Julie; Wagner, Judy A.; Wakefield, Kirk (2007). «Can a retail web site be social?». Journal of Marketing (vol. 71, núm. 3, págs. 143-157).
Ward, Morgan K.; Broniarczyk, Susan M. (2011). «It’s not me, it’s you: how gift giving creates giver identity threat as a function of social closeness». Journal of Consumer Research (vol. 38, núm. 1 págs. 164-181).
Xu, Jing; Schwarz, Norbert (2009). «Do we really need a reason to indulge?». Journal of Marketing Research (vol. 46, núm. 1, págs. 25-36).
Yoo, Kyung-Hyan; Gretzel, Ulrike; Zach, Florian (2011). «Travel opinion leaders and seekers». En: Rob Law; Matthias Fuchs; Francesco Ricci (eds.). Information and communication technologies in tourism 2011 (págs. 525-535). Viena: Springer-Verlag.
Zaglia, Melanie E. (2013). «Brand communities embedded in social networks». Journal of Business Research (vol. 66, núm. 2, págs. 216-223).
Zeng, Benxiang; Gerritsen, Rolf (2014). «What do we know about social media in tourism? A review». Tourism Management Perspectives (vol. 10, págs. 27-36).
Zhao, Xinyuan (Roy); Wang, Liang; Guo, Xiao; Law, Rob (2015). «The influence of online reviews to online hotel booking intentions». International Journal of Contemporary Hospitality Management (vol. 27, núm. 6, págs. 1343-1364).