Orígenes de las diferencias individuales

  • Maria Jayme Zaro

    Doctora en Psicología por la Universidad de Barcelona. Profesora titular en el Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Barcelona. Profesora consultora de la asignatura de Psicología de las diferencias individuales y psicología de la personalidad en la Universitat Oberta de Catalunya.

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Tercera edición: febrero 2021
© de esta edición, Fundació Universitat Oberta de Catalunya (FUOC)
Av. Tibidabo, 39-43, 08035 Barcelona
Autoría: Maria Jayme Zaro
Producción: FUOC

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Introducción

En la actualidad la psicología en general se plantea la causalidad de los fenómenos psicológicos desde una perspectiva interaccionista, es decir, como resultado de factores genéticos (biológicos) y factores socioculturales (ambientales). El avance del conocimiento desde el siglo pasado hasta la actualidad, junto con el desarrollo de la tecnología y sus aplicaciones, nos ha llevado a un nivel de análisis tan complejo como detallado que nos permite aislar muchos factores implícitos en la causalidad del fenómeno que antes no podían ser considerados por desconocimiento.
Pero la historia de la psicología de las diferencias individuales está inevitablemente marcada, desde sus orígenes, por una controversia intensa, que comportó confrontaciones ideológicas entre diferentes expertos y se vio articulada justamente por la oposición entre biología y cultura como explicación de la variabilidad de la conducta, lo que se conoció como el debate nature-nurture. Una introducción al estado actual de la investigación sobre los orígenes de las diferencias individuales obliga a una referencia sobre este debate y, quizás más importante, las consecuencias sociales que una u otra opción comportaban. La cuestión es si heredamos o adquirimos los rasgos psicológicos, lo que plantea implícitamente si podemos o no modificarlos en función de su origen y de sus características. También determinar la cantidad que heredamos o adquirimos puede ayudarnos a entender la variabilidad.
En este módulo, definido el contexto de oposición entre los factores biológicos y los ambientales, se trata de ver el estado de la cuestión: de qué conocimiento disponemos en la actualidad para acercarnos al problema de la causalidad para dibujar con el máximo detalle los posibles orígenes de las diferencias entre los individuos en los dos constructos clásicos de la disciplina: inteligencia y personalidad. ¿Cuál es la contribución de la biología y cuál es la contribución del ambiente? Esta pregunta es la clave del tema y el punto de partida que ha tenido diferentes repercusiones sociales a lo largo de las décadas.
Las aportaciones de la genética cuantitativa son decisivas en el avance del conocimiento sobre la el origen de la variabilidad. Los métodos aplicados, que fueron iniciados por Galton, han ayudado a realizar estimaciones sobre la heredabilidad de la inteligencia especialmente, pero también de rasgos de la personalidad y han aportado en este caso datos sobre el ambiente que se oponen al contenido de algunas importantes teorías de la personalidad.
El módulo requiere el conocimiento de unos conceptos básicos asociados a la variabilidad fenotípica, genotípica y ambiental, que son los objetos de estudio de la genética cuantitativa y sus métodos en la aplicación que lleva a cabo la psicología de las diferencias individuales para investigar el origen de la conducta.
Material de apoyo
A lo largo de este módulo se desarrollan conceptos que proceden del ámbito de la genética y que os pueden resultar difíciles si no tenéis unas bases teóricas en esta disciplina. Os aconsejamos que consultéis la asignatura Diferencias individuales. En este material de apoyo, sin embargo, os iremos dando definiciones muy básicas de los conceptos más relevantes, relacionados con el estudio de las causas de la variabilidad de la conducta para que podáis sistematizar vuestro estudio.

Objetivos

Objetivos generales
  1. Conocer el debate histórico biología-ambiente aplicado a la conducta.

  2. Saber cómo se estudian los factores genéticos y los factores ambientales en la variabilidad de la conducta o la relación genotipo-fenotipo.

  3. Profundizar en la genética de la conducta y en sus aportaciones al estudio de los orígenes y la variabilidad.

  4. Conocer los principales métodos de estudio de los orígenes de la conducta.

  5. Valorar los resultados generales sobre inteligencia y personalidad.

Objetivos específicos
  1. Valorar las dos visiones, la genetista y la ambientalista, y las consecuencias o aplicaciones sociales que se pueden derivar de ellas.

  2. Diferenciar, dentro de la genética de la conducta, la genética de poblaciones y la genética cuantitativa: cómo entienden y cómo han estudiado los orígenes de la conducta.

  3. Saber definir las diferentes varianzas (fenotípica, genotípica y ambiental), así como sus componentes respectivos.

  4. Entender el modelo aditivo de la varianza fenotípica, con sus componentes.

  5. Comprender el índice de heredabilidad: de qué informa y de qué no informa.

  6. Diferenciar entre los estudios de gemelos, estudios de familias y estudios de adopciones.

  7. Entender cómo aíslan los componentes ambientales y genéticos y las conclusiones que se pueden derivar de cada método.

  8. Reflexionar sobre datos globales en inteligencia, las limitaciones de cada constructo para su estudio, así como las conclusiones sobre el efecto del ambiente en la personalidad.

  9. Considerar las limitaciones en los estudios sobre rasgos de personalidad.

  10. Reflexionar sobre los datos ambientales en los rasgos de personalidad estudiados e integrarlos en una visión global del temperamento y del carácter.

1.El debate herencia-medio (nature-nurture)

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Considerad este debate como la consecuencia práctica de los inicios en el estudio de la causalidad de las diferencias individuales. Antes de la ciencia ya se había discutido sobre el origen de la conducta, de las antiguas concepciones divinas se evolucionó a una visión matizada por el conocimiento médico y, por lo tanto, biológico. Pero siempre convivieron representantes y defensores de los dos puntos de vista, no exentos de contenidos morales: el ser humano nace como es y no puede cambiar o es el ambiente quien lo hace ser de una determinada manera. Se habla de dos visiones que atribuyen una gran importancia a la cultura:
  • La visión malthusiana del ser humano, que lo entiende como un ser irracional y violento, un animal en un sentido básico y es la cultura quien lo modela para poder convivir con los demás.

  • La visión rousseniana referida a una conceptualización de éste como un ser bueno por naturaleza: la cultura es quien lo transforma negativamente, pero se puede actuar sobre ella, mediante la educación, para evitarlo.

Los inicios científicos fueron claramente biológicos, marcados por el innatismo y por la investigación sobre la variabilidad en la inteligencia y partían especialmente de un posicionismo ideológico donde se consideraba al hombre blanco como superior a todas las demás razas y a las mujeres y los pobres, con la posibilidad de traducirlo en políticas desfavorecedoras para los menos afortunados. En la siguiente enumeración, siguiendo Andrés (1996), relacionamos algunos de los mitos o falsas creencias que se han derivado de la visión genética del comportamiento y que responden a conceptualizaciones sociales deterministas:
  • Determinismo biológico. Los genes determinan absolutamente nuestro comportamiento, estamos programados por ellos, no tenemos ninguna decisión más allá de lo que marca la genética.

  • Nihilismo terapéutico. Si todo está determinado genéticamente, incluidos los trastornos y las enfermedades, no podemos curar a las personas.

  • Conservadurismo sociopolítico. Las políticas de acción social no tienen ningún sentido: la educación preescolar, compensatoria, planes de intervenciones, entrenamientos en habilidades sociales, etc. no modificarán nada de lo que los genes determinan.

  • Darwinismo social. Ocupamos un lugar en el orden natural de la existencia, es inevitable el statu quo social, tenemos que aceptar las diferencias entre los individuos, la pobreza, la riqueza, la desigualdad.

  • Atavismo prehistórico. Nuestro genoma no ha cambiado nada desde que evolucionó en el Pleistoceno, mantenemos los mismos rasgos irracionales y violentos que determinan nuestro futuro como especie.

La genética fue tomando fuerza a lo largo de las primeras décadas del siglo XX y aportó datos sobre los factores biológicos. Con la genética de la conducta se posibilitó un estudio riguroso de los efectos de la herencia y del ambiente no sólo en la inteligencia sino en los rasgos psicológicos, en general especialmente en la personalidad. A pesar de ello, el debate prosiguió; las aportaciones de autores como Jensen o Herrnstein, que difundieron su biologismo con publicaciones donde, con datos, demostraban la inferioridad intelectual de los negros y desaconsejaban cualquier política de compensación educativa entre los miembros de esa raza por razones de determinismo (es imposible cambiar lo que está determinado genéticamente), propiciaron una corriente ambientalista casi de corte político, en oposición al racismo inherente en las investigaciones mencionadas y a casos tan flagrantes como el de Cyril Burt y su particular fraude con los datos de sus impactantes investigaciones sobre la herencia (repasad el módulo 2). Sin embargo, la actualidad se beneficia más que nunca de los avances en genética (ved el cuadro 1).
Cuadro 1. Evolución del debate herencia-medio en el estudio de la variabilidad en la inteligencia y los rasgos psicológicos:

Etapa precientífica

La historia recoge personajes que han defendido el ambientalismo (Rousseau o Locke) y el biologismo (Darwin, Spencer o Descartes).

1870-1920

Domina el determinismo biológico (Galton, McDougall, Terman o Watson).

Poco conocimiento aún.

Objeto: la inteligencia, especialmente, las diferencias intelectuales entre razas y la deficiencia mental.

Problema: ideologías discriminatorias, posturas eugenésicas.

1920-1960

Desarrollo de la genética y aplicación a las ciencias biológicas y a la psicología.

Objeto: la inteligencia, la genética de la conducta.

Aportaciones: se separan los efectos del ambiente y de la herencia.

Se calcula el índice de heredabilidad.

1960-1980

Predominio ambientalista, por oposición al biologismo de Jensen (1969) y Herrnstein (1971), que consideran inútiles los programas de educación compensatoria aplicados a individuos de raza negra y el fraude científico de Burt (repasad el módulo 2).

La genética de la conducta desarrolla programas para determinar la heredabilidad de los rasgos psicológicos, pero no tienen impacto público (incluso se rechazan los datos, parece haber una presión política hacia el ambientalismo).

Sigue la controversia herencia-medio, representada por los debates entre H. J. Eysenck y L. Kamin (1983).

1980-...

Aumentan los estudios sobre adopciones, gemelos, familias que definen estimaciones cuantitativas de la heredabilidad de las capacidades cognitivas, los rasgos de personalidad, etc. (como enfermedades mentales).

El Proyecto Genoma Humano (a partir de 1990) empieza a aclarar el papel de los genes en la explicación de los rasgos psicológicos con el objetivo de identificar todos los genes incluidos en los 23 pares de cromosomas del ser humano.

Una última cuestión referente al debate: las dos perspectivas analizan el mismo fenómeno, pero difieren por los niveles de análisis de la causalidad. Cuando buscamos las causas de un hecho, nos podemos situar dentro de un continuo que oscila entre los factores explicativos más alejados del hecho presente que estudiamos (perspectiva de análisis distal) hasta los factores más próximos al hecho (perspectiva de análisis proximal). El debate, por lo tanto, se articula según dónde situemos las causas del fenómeno. La perspectiva biológica entra dentro de una explicación distal, los genes; la perspectiva ambientalista entra en una explicación proximal, referida a las influencias del entorno inmediato y a todos los factores implícitos en él. Esta diferencia en el nivel de análisis es la que más dificulta la posibilidad de integración cuando las posiciones son muy definidas.

1.1.La genética de la conducta

¿Cuáles son las causas últimas de nuestra conducta? ¿Los genes o el ambiente donde nos criamos?
La genética de la conducta es la disciplina que ha aplicado la psicología diferencial para dar respuesta a esta cuestión. ¿Por qué? Porque justamente estudia la variabilidad de la conducta y las características psicológicas (fenotípicas). ¿Cómo? Constatando la influencia que la estructura genética del organismo ejerce en la determinación de sus rasgos psicológicos.

"La psicología diferencial aporta las técnicas de medida y observación de la variabilidad del comportamiento y la genética de la conducta, la explicación de los factores causales de la variabilidad –genéticos y ambientales– y estrategias de estudio para encontrar las leyes que regulan la variabilidad."

Andrés, 1997

Premisa: entender que los fenómenos –los rasgos– psicológicos tienen un componente biológico que los determina, es decir, están codificados en términos genéticos, hay una relación de causalidad entre genotipo (dotación genética del individuo) y fenotipo (expresión del genotipo en un determinado ambiente).
Reflexión
Quizás hay que matizarlo antes de proseguir: afirmar esta relación no supone entender la genética como causa única del fenotipo. A lo largo de este tema iréis integrando la importancia del otro factor causal, el ambiente, así como veréis el tipo de interacción que establecen los dos factores. La posición que defiende la genética como causa única de la variabilidad de la conducta se conoce como determinismo genético; lo contrario, atribuir las causas exclusivamente a los efectos del ambiente, se llama determinismo ambiental. En cualquier caso el razonamiento es reduccionista, reduce las causas a uno de los dos factores y sus mecanismos.
La genética de la conducta sigue el modelo básico de la genética, que define el fenotipo como resultado de la interacción entre gen y ambiente, según la fórmula F = G x A. A pesar de ello, hay que destacar que la genética de la conducta es multidisciplinar –agrupa, entre otros, a genetistas, psicólogos, biólogos, estadísticos–y va más allá de la genética, ya que su planteamiento se guía por la identificación de los factores que influyen en el comportamiento humano, tanto biológicos como ambientales. Por eso ha desarrollado diferentes métodos de análisis para descomponer la variabilidad del comportamiento en los factores causales.
1.1.1.¿Cómo se ha estudiado la relación genotipo-fenotipo?
Inicialmente, desde una perspectiva monogenética que, con el avance del conocimiento, ha sido progresivamente sustituida por una perspectiva o modelo poligenético. En los dos tipos de modelos se ha definido la relación entre genotipo y fenotipo en términos de herencia:
a) Modelos monogenéticos: cada rasgo fenotípico depende de un gen específico. Aproximación de estudio: genética de poblaciones.
  • Herencia monogenética: para cada rasgo hay un gen determinado. Estudiada por la genética de poblaciones y definida por Mendel. En el ámbito de la variabilidad de la conducta difícilmente se cumple esta relación.

b) Modelos poligenéticos: cada rasgo fenotípico es el resultado de la acción combinada de diferentes genes. Aproximación de estudio: genética cuantitativa. Se refieren, pues, a la herencia poligenética, estudiada por la genética cuantitativa, y considera:
  • Efectos indirectos: un solo gen ejerce múltiples efectos indirectos sobre diferentes rasgos (herencia pleiotrópica).

  • Efectos combinados: diferentes genes ejercen efectos combinados sobre diferentes rasgos.

En la siguiente figura se representan estos dos modelos conceptuales de las relaciones entre rasgos psicológicos –conducta– y genes, así como las disciplinas de la genética que los representan. Los modelos poligenéticos responden al conocimiento actual.
Modelos de estudio de la relación entre genes y conducta
Modelos de estudio de la relación entre genes y conducta

1.2.Genética de poblaciones

La genética de poblaciones se aplicó durante los años treinta al estudio de la variabilidad en la inteligencia, al considerar que las capacidades mentales son rasgos hereditarios discretos, determinados por un gen específico.
Tenía por objeto:
  • Nivel descriptivo: la frecuencia de los alelos –localización espacial de un gen en un cromosoma– y los genes en una población, así como su estructura genética (la combinación de genes o alelos y sus frecuencias).

  • Nivel explicativo: factores que determinan el conjunto genético y la estructura de variabilidad de la población (qué factores han determinado la variabilidad).

Premisa: la variabilidad entre los individuos tiende a mantenerse estable a lo largo de generaciones en poblaciones (en condiciones de reproducción al azar, aunque también la favorece la endogamia o el apareamiento direccional, que hace referencia a que dos personas que comparten un mismo rasgo afectado por la herencia, aumentan la probabilidad de que los descendientes no hereden genes muy similares). El modelo monogenético permite asegurar que la variabilidad fenotípica se relacione directamente con la variabilidad genotípica.
Aplicaciones: métodos de estudio de familias y gemelos básicos en el estudio de la variabilidad del comportamiento.

1.3.Genética cuantitativa

Estudia la varianza de una población –no genotipos particulares– y se centra en rasgos fenotípicos con distribución continua y mecanismos de herencia poligenética. Considera tanto factores genéticos como ambientales:
  • Las diferencias genéticas entre individuos se reflejan en diferencias fenotípicas.

  • Las diferencias ambientales entre individuos pueden producir diferencias fenotípicas.

  • Si las diferencias genéticas son importantes en un rasgo fenotípico determinado, encontraremos similitudes en el rasgo entre familiares consanguíneos, en función de la similitud genética que tengan (máxima, 100%, en gemelos homocigotos, menor según disminuye el grado de parentesco –50% padres-hijos, 50% gemelos dicigotos, 25% abuelos-nietos, 12,5% primos, etc. –, 0% si no hay relación familiar).

  • Si los factores del ambiente compartido influyen en un rasgo determinado, las similitudes fenotípicas en el rasgo son el resultado de la acción de los factores ambientales compartidos por las familias.

A continuación se describen conceptos básicos de la genética cuantitativa: varianza fenotípica, genotípica y ambiental, con sus respectivos componentes, el modelo lineal de descomposición de la varianza fenotípica y el índice de heredabilidad.
Locus y mapa
Recordad que el locus es una posición fija sobre un cromosoma (la de un gen, la de un marcador genético o biomarcador). El mapa genético es el listado ordenado de locus para un genoma determinado. En los seres humanos (diploides) los genes tienen dos formas alternativas, cada una procedente de un progenitor, que son diferentes entre sí por su secuencia y es posible que lleven informaciones diferentes por la función del gen al que pertenecen. Son los alelos y se ubican en el mismo locus cromosómico.
1.3.1.¿Qué es la variancia fenotípica, V(F)?
Para el enfoque diferencialista, estamos hablando de la variabilidad de un rasgo o conducta observada en una población. La podemos representar por la distribución de sus medidas psicológicas (por ejemplo, si estudiamos la inteligencia, disponemos de la distribución de puntuaciones en una muestra en la que hemos administrado un determinado test psicométrico, según el CI).
1.3.2.¿Qué es la varianza genética, V(G)?
La proporción de la varianza fenotípica es efecto de los genes. Representa la acción de los alelos en la herencia poligenética y tiene tres posibles efectos:
  • Aditivos: variabilidad producida por la acción diferenciada de genes en uno o varios locus, con independencia de los alelos con los que se aparejan los genes al azar: los efectos de todos los alelos que afectan a un rasgo:

  • Por dominancia: los alelos de un mismo locus interactúan y provocan una desviación del efecto genético aditivo.

  • Epistásicos la interacción inter-locus de los alelos provoca una desviación del efecto genético aditivo.

La varianza genética será el resultado de la suma de cada uno de estos tres componentes de varianza más elementales:
V(G) = V(Ga) + V(Gd) + V(Ge)
1.3.3.¿Qué es la varianza ambiental, V(A)?
Describe la proporción de varianza fenotípica que puede atribuirse a los factores del entorno, según dos tipos de efectos:
  • Compartidos: ambiente que compartimos en la familia (variabilidad interfamiliar).

  • Específicos o no compartidos: propios de cada miembro de la familia, desde el orden de nacimiento en su ambiente específico, por amistades, la escuela, actividades, etc. (variabilidad intrafamiliar).

La varianza ambiental será el resultado de la suma de estos dos componentes de varianza más elementales:
V(A) = V(Ac) + V(Ae)
En la figura siguiente se representan los componentes respectivos de las varianzas genéticas y ambientales:
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1.3.4.Modelo básico de descomposición de la varianza fenotípica, V(F)
La varianza fenotípica V(F) puede descomponerse en unos componentes:
  • la suma de los efectos producidos por las dos fuentes: genética, V(G), y ambiental, V(A),

  • más el efecto de la covariación entre las dos fuentes, Cov(G)(A),

  • más el efecto de la interacción entre las dos fuentes, V(GxA),

  • más el efecto de la varianza del error, V(e), que es la constante a considerar

para describir una fórmula matemática:
V(F) = V(G) + V(A) + 2Cov(G)(A) + V(GxA) + V(e)
Considerando que los diferentes efectos pueden descomponerse en efectos más básicos que hemos descrito antes:
V(G) = V(Ga) + V(Gd) + V(Ge)
V(A) = V(Ac) + V(Ae)
  • Covariación genes-ambiente, 2Cov(G)(A) describe la correlación entre ambiente y genotipo en la población y se refiere a los efectos de la exposición diferencial de los individuos en los ambientes. Robert Plomin (1994), experto en genética de la conducta que ha dirigido diferentes estudios con gemelos, describe tres tipos de correlación:

    1) Pasiva: se da una relación positiva entre las características genéticas y el ambiente. El ejemplo más común, y sencillo, es el de un niño inteligente que se desarrolla en un ambiente lleno de estimulación intelectual aportado por sus progenitores. El rasgo inteligencia, como disposición, se encuentra con un ambiente que le facilita la expresión, por lo tanto es una correlación pasiva. De hecho es el más habitual, los progenitores transmiten material genético y aportan ambientes que favorezcan su expresión.

    2) Activa: en este caso, es el propio individuo quien, de acuerdo con sus características genéticas, escoge el ambiente más idóneo para que éstas puedan expresarse. Es el caso contrario al anterior, es el de un niño inteligente que se desarrolla en un ambiente poco estimulante; puede escoger actividades –entornos– de forma activa que favorezcan su inteligencia (ir a bibliotecas, leer mucho, asistir a conferencias) y compensar así el ambiente inicial.

    3) Evocativa: las características genéticas del niño se expresan en un ambiente y constituyen estímulos que evocan respuestas por parte del ambiente. Un niño alegre y sociable –rasgos de la personalidad– suele recibir más atención de las personas que le rodean –y más estimulación– que un niño triste y retraído, que evoca respuestas muy probablemente de evitación. Algunos modelos de educación tradicional, que apelaban a forjar el temperamento, eran resultados de esta relación: si se valoraba como positivo ser respetuoso, un niño agresivo y con mal genio despertaba rechazo y la educación se centraba en controlar este rasgo, el ambiente evocaba una respuesta negativa y actuaba sobre el rasgo.

  • Interacción genes x ambiente, V(GxA) describe si hay una relación entre los dos componentes que puede ejercer un efecto específico. Ejemplo clásico: las personas con retraso mental de origen genético pueden incrementar su CI con la ingesta de ácido glutámico (factor ambiental). Pero el ácido glutámico no produce el mismo efecto –aumento del CI– en personas sin déficit intelectual de origen genotípico. El factor ambiental –el ácido glutámico– en interacción con el genético tiene un efecto específico que se traduce en diferentes fenotipos.

  • Varianza del error, V(e): error que se produce al calcular el rasgo que constituye el fenotipo en estudio; se calcula que se sitúa entre el 15-25% de la varianza total fenotípica. Habitualmente se atribuye a la varianza ambiental, con lo que se aumenta la importancia de ésta ante la varianza genética.

1.4.Heredabilidad (h2)

Es el índice o parámetro estadístico que estima la proporción de la variación fenotípica, V(F), en una población atribuible a la variación genética, V(G), entre individuos.
Varía entre 0 y 1, de la ausencia de peso hereditario en el carácter fenotípico a la absoluta heredabilidad del mismo (sin aportación ambiental en tal caso).
  • Heredabilidad amplia: se refiere a la varianza genética global (aditiva-dominancia-epistasis).

    h2 amplia = V(G) / V(F)

  • Heredabilidad estricta: se refiere a la varianza genética aditiva

    h2 estricta = V(Ga) / V(F)

Depende de la población donde se obtiene (estudios de gemelos, familias), pero hay tablas de significación que facilitan la comparación de los índices obtenidos en diferentes estudios.
Ejemplo hipotético
En un estudio sobre el alcoholismo en Cataluña se calcula una heredabilidad del 25% (h2 = 0,25).
¿Qué significa este valor? ¿El 25% del alcoholismo se puede explicar en términos genéticos y el 75% restante en términos ambientales? ¿El 25% de los descendientes de un alcohólico serán alcohólicos? ¿El hijo de un alcohólico tiene un 25% de probabilidades de ser alcohólico? ¿El alcoholismo de un individuo se debe en un 25% a la genética? ¿La población tiene un 25% de probabilidad de ser alcohólica?
Ninguna de estas reflexiones es cierta. Hay tres errores comunes en la interpretación del índice que incluso encontraréis en algunas noticias que recogen investigaciones científicas:
  • No se refiere a individuos concretos sino a poblaciones, a grupos de personas que forman parte de la muestra utilizada en el estudio. No se puede utilizar para explicar la contribución genética y ambiental en un rasgo de un individuo. Como veis en la fórmula de cálculo, incluye la variancia fenotípica y ésta depende de las diferencias interindividuales.

  • Además de referirse a poblaciones, depende de la población concreta en la que se ha calculado, lo que supone un conjunto de individuos con diversidad genética que comparten un ambiente concreto. Si realizamos un estudio en Barcelona, no sabemos qué pasa, en las mismas condiciones, en Madrid o en Helsinki: los ambientes varían, sus contenidos pueden ser bastante diferentes. Por lo tanto, los cambios en el ambiente pueden modificar la heredabilidad.

  • La heredabilidad no informa de la magnitud absoluta de una característica sino de las diferencias en la característica. ¿Cómo se calcula el porcentaje genético de un rasgo en una población en términos absolutos, es decir, anulando los efectos ambientales para tener una medida completa? Es imposible. Pero sí podemos calcular el porcentaje en la variabilidad constatada en un rasgo –diferencias individuales– mediante la heredabilidad: si los individuos del estudio fueran genéticamente iguales, obtendríamos h2 = 0, no habría varianza genética. Si compartieran exactamente el mismo ambiente, h2 = 1. Es decir, nos informa si las diferencias genéticas forman parte de las diferencias interindividuales observadas en un rasgo determinado.

1.5.Métodos de estudio de la genética de la conducta

Métodos aplicados a animales
  • Crianza selectiva, especialmente de perros, para identificar rasgos determinados genéticamente.

  • Estudios de cepas, que son cepas de crianza endogámicas mediante cruces reproductivos entre hermanos y hermanas a lo largo de generaciones para asegurar animales con casi los mismos genotipos. Las diferencias observadas entre los individuos de la misma cepa en rasgos determinados genéticamente estarán causadas por factores ambientales, mientras que las observadas entre diferentes cepas deben ser marcadas.

Diseños de investigación con humanos
Se forman grupos de individuos relacionados genética o ambientalmente con diferente intensidad. Se miden las conductas y, mediante procedimientos estadísticos, se calculan cuantitativamente las influencias de los factores genéticos, ambientales y la interacción entre los dos. Los tres métodos más aplicados, diseñados por Francis Galton, son los siguientes:
a) estudios de familias,
b) estudios de gemelos y
c) estudios de adopciones.
En los siguientes subapartados se sistematizan las respectivas características principales.
1.5.1.Estudios de familias
Se miden los rasgos psicológicos entre diferentes miembros de la familia, considerando la comunalidad genética y ambiental, y se correlacionan.
Comparaciones según relaciones de consanguinidad de primer orden (progenitores-hijos, hermanos, etc.), que comparten el 50% de la dotación genética individual.
Las genealogías sirven para presentar visualmente las diferentes relaciones entre los miembros de una familia a partir de los progenitores o ascendientes de un individuo.
1.5.2.Estudios de gemelos
Gemelos homocigotos: comparten el 100% del genoma y el mismo sexo. Con ellos se puede estudiar la contribución del ambiente a los rasgos psicológicos.
Gemelos dicigotos o fraternos: comparten el 50% del genoma.
Criados por separado: si se encuentran similitudes en rasgos psicológicos, se estima que es debido a la comunalidad genética.
Criados juntos, las similitudes obedecerán a la interacción genes por ambiente común.
Condiciones previas
  • Comprobar la zigosidad (análisis cromosómico): idénticos o diferentes.

  • Compartir ambientes idénticos para vivir juntos (difícil por las influencias del ambiente específico).

Método
Se miden los rasgos psicológicos en los pares de gemelos, se calculan las respectivas correlaciones y se comparan éstas entre los gemelos monocigóticos y los gemelos dicigóticos. Si el factor hereditario es importante, los homocigotos se parecerán más en el rasgo en estudio. También se incluye la variable de crianza: juntos o por separado (situación poco común, pero vivir separados indica ambientes poco comunes que dan peso a los factores genéticos en caso de parecido en los rasgos medidos).
Al considerar que la influencia del ambiente compartido va disminuyendo a lo largo del tiempo, los gemelos evolucionan de forma propia a lo largo del tiempo, lo que aumenta las diferencias entre ellos. Aun así se acepta que la identidad genética hace que se busquen –seleccionen– y se creen ambientes en consonancia con ella (Desplum, 1999). Este hecho es especialmente válido para los gemelos homocigotos, que evocan respuestas muy similares en el ambiente debido a sus semejanzas físicas y homogeneizan de esta manera el entorno (se visten igual, se les trata igual).
Estudios relevantes
Leed con detalle la descripción de estos estudios, que encontraréis en la bibliografía del módulo:
1) Minnesota Study of Twins Reared Apart (MISTRA), 1979-en curso
Autores: D. T. Lickken y, actualmente, T. J. Bouchard.
Muestra: gemelos adultos criados por separado y procedentes de diferentes países.
Método: se recogen datos antropométricos, fisiológicos (como el EEG), psicológicos (el CI según el WAIS, total, verbal y manipulativo), de personalidad (MPQ y CPI), de intereses y de actitudes (religiosidad).
Resultados:
a) La h2 del CI explica el 70-76% de la varianza según las escalas de Weschler y el 65% de la varianza según una medida de razonamiento verbal.
b) Las prácticas de crianza y educativas no determinan las semejanzas de personalidad.
c) Las semejanzas entre estos gemelos criados por separado se deben a la identidad genética pero recordad, considerando que la semejanza hace que tengan experiencias ambientales similares, este aspecto puede afectar a los resultados.
2) The Swedish Adoption/Twin Study of Aging (SATSA) de 1984, 1987, 1990 y 1993
Autora: Nancy Pedersen (investigadora principal)
Objetivos: estudiar los orígenes de la variabilidad en el envejecimiento, perspectiva longitudinal.
Método: se envió un cuestionario (sobre salud: estatus, entorno laboral, consumo de alcohol, tabaco y dieta; y sobre personalidad, con el EPI) a todos los gemelos registrados en Suecia (casi 13.000 parejas, 4.987 homocigotos y 7.790 dicigotos) y que habían sido separados a edades muy tempranas y se criaron por separado. Juntos. En 1987, además de la exploración de salud incluyeron una batería cognitiva.
Grupo de control: muestra homogénea de gemelos criados juntos (mismo sexo, edad).
Resultados:
La h2 de la inteligencia, 0,77 entre los más inteligentes y 0,73 entre los menos inteligentes.
Datos de personalidad: los gemelos homocigotos correlacionaron 0,51 y los dicigotos, 0,21; para el neuroticismo, las correlaciones fueron de 0,50 y 0,35 respectivamente.
3) Estudio longitudinal, Gran Bretaña, 2003
Autores: Spinath, Ronald, Harlaar, Price y Plomin.
Muestra: siete mil pares de gemelos.
Resultados:
a) La h2 del CI a los 2-3-4 años es de 0,22 y para los mismos gemelos a los 7 años es de 0,57.
b) La influencia del ambiente compartido declinó de 0,75 a 0,31, desde la adolescencia a la edad adulta.
1.5.3.Estudios de adopciones
Incluyen individuos relacionados entre sí para compartir el ambiente (adoptados) y a la vez individuos que comparten ambiente y genética (familiares). Encontrar similitudes entre individuos adoptados y familiares consanguíneos permite calcular el impacto ambiental.
Método: estudiar las correlaciones entre hijos adoptados y progenitores o hermanos biológicos. Las correlaciones padres-hijos biológicos tienen que superar las de padres-hijos adoptados.
Estudios relevantes
1) Colorado Adoption Project (CAP) de 1985, 1990, 1995 y 1997
Autores: R. Plomin y J. C. DeFries
Objeto: evaluación de la influencia genética sobre las aptitudes mentales primarias.
Método: estudio longitudinal a lo largo de cinco años. Se evaluó la inteligencia general y las capacidades específicas (WISC-R y el test de CI de Stanford-Binet). 245 bebés adoptados y 245 bebés control, incluyendo en diferente medida, madres biológicas, madres adoptivas, padres biológicos, padres adoptivos, hermanos adoptivos e hijos biológicos de los progenitores adoptivos.
Datos muy variados: rasgos biológicos de los progenitores que dieron a los niños en adopción, de los niños adoptados, de los progenitores que adoptan y de sus familiares consanguíneos; observación precoz de los niños en su casa, registro de datos de la personalidad –heteroevaluación–, registro por vídeo de las interacciones con las madres adoptantes en situaciones controladas, etc.
Resultados generales de los diferentes estudios:
  • Durante la infancia los factores genéticos influyen diferencialmente sobre las puntuaciones de inteligencia: la influencia genética es mayor al CI general (50%), seguimiento por las capacidades específicas –espacial, verbal, memoria o velocidad de procesamiento, con un 47%– y disminuye según aumenta la influencia del ambiente específico, un 35% en rendimiento escolar.

  • El ambiente específico influye de forma acumulativa sobre la capacidad general. Pero el ambiente compartido no es significativo: a medida que se madura, disminuyen las correlaciones con el ambiente compartido.

  • Hay correlación significativa entre el CI de las madres biológicas y los hijos que han sido adoptados; en general aumenta la heredabilidad cognitiva a lo largo del tiempo. Pero no pasa con los progenitores adoptivos, se anula en la adolescencia (1997, 2002). Ved los datos siguientes de las correlaciones entre CI:

    • Progenitores adoptivos-hijo adoptado: 0,03

    • Progenitores biológicos-hijo natural: 0,31

    • Madres biológicas-hijo natural: 0,38

¿Veis la influencia genética en los datos de correlación?
2) Estudio de gemelos de Lousville (1983)
Autor: R. Wilson
Objeto: estudio longitudinal sobre la inteligencia.
Método: 494 pares de gemelos y sus familiares consanguíneos. A los gemelos se les fue evaluando la inteligencia con diferentes tests adaptados a su edad.
Resultados:
  • La variabilidad de la inteligencia se estabiliza con la edad escolar, con diferencias propias de cada individuo (mayor o rapidez de la evolución).

  • Los gemelos homocigotos progresivamente coinciden en su inteligencia, pero los dicigotos se van diferenciando con el tiempo

  • Para el autor, el desarrollo de la inteligencia responde a un plan genético pero la familia tiene una capacidad predictiva importante.

1.6.Reflexiones finales

El estudio de las influencias biológicas y ambientales sobre la inteligencia y la personalidad es muy antiguo y ha llevado a posiciones enfrentadas desde una conceptualización igualmente determinista: todo está en los genes, es inmodificable, o todo es resultado de la cultura (la educación, la familia). Las lecturas sociológicas –y, por lo tanto, las actuaciones políticas consecuentes– han sido lo más relevante de este antiguo debate, que ha llevado a la defensa de concepciones racistas o sexistas de la inteligencia traducidas en desigualdades sociales –en educación, oportunidades, acceso a los recursos, derechos, etc.–, validadas durante diferentes momentos de la historia.
En la actualidad se entiende que los rasgos psicológicos son el resultado de la influencia de los dos grandes factores causales: la biología y el ambiente. La genética de la conducta ha facilitado a la psicología de las diferencias individuales la posibilidad de estudiar estos factores mediante la definición de las respectivas variabilidades y fórmulas de cálculo y ha aportado métodos de estudio que permiten separar, con las limitaciones que comporta, tanto metodológicas como conceptuales, la varianza genotípica de la varianza ambiental.
Inteligencia: hay muchos estudios sobre este constructo, que se beneficia de la gran estabilidad de las diferentes medidas. Así, en conjunto destaca la importancia del componente genético. Los datos de heredabilidad oscilan entre 0,30 y 0,70, considerando que el factor de error recoge un 20% de la varianza y que los métodos de estudio descritos implican ciertos sesgos inevitables, referidos, por ejemplo, al ambiente compartido. Además, los efectos genéticos se acentúan con la edad.
El efecto Flynn
Se ha constatado que las puntuaciones globales de inteligencia han ido aumentando a lo largo del siglo XX. En 1999 James R. Flynn señaló que las puntuaciones de CI iban incrementando paulatinamente tres puntos por década en todo el mundo. ¿Por qué? Se relacionó con factores ambientales:
  • Mejoras en la nutrición: Lynn (1990) destaca que la aportación de vitaminas y minerales a la dieta comporta una mejora neurológica relacionada con el funcionamiento cerebral de la inteligencia, el consumo de glucosa, etc., dato que también puede explicar determinadas diferencias interraciales.

  • Reducción del número de miembros de las familias.

  • Mejor educación y posibilidades de acceso a la educación (desde los propios progenitores).

  • Ambientes más complejos con más estimulación cognitiva, lo que incluye la televisión pero también el entorno informático, Internet, etc.

  • Heterosis: Mingroni (2004) propuso que la mejora intelectual es el resultado de la mezcla entre razas, lo que llama vigor híbrido y que aporta superioridad a los hijos sobre los progenitores.

A pesar de que los estudios son contradictorios, algunos confirman el efecto y otros no, en conjunto se atribuye a la inteligencia fluida o factor g, no a la cristalizada o relativa a los contenidos de tipos culturales.
Personalidad: los estudios sobre personalidad están limitados por dos cuestiones:
a) Al contrario que con las medidas de inteligencia, muchos de los rasgos de la personalidad presentan poca estabilidad, lo que dificulta su cuantificación y análisis estadístico.
b) No hay un único modelo de la estructura de personalidad, por lo tanto, no hay acuerdo sobre cuántos rasgos la describen ni como medirlos, de hecho, los diferentes tests pueden no medir exactamente lo mismo.
Los diferentes estudios (p. ej. Loehlin y McNichols, 1976; Pedersen con el SATSA; Floderus et al., 1980) sugieren que la variancia genética explica cerca de un 50% de la varianza de los rasgos, aunque hay que ajustar los datos según un modelo matemático más adecuado. Los datos son especialmente claros para la dimensión de extraversión.
Los efectos del ambiente compartido no son nada significativos en la variabilidad de la personalidad (al contrario de lo que muchas teorías de la personalidad defienden, al atribuir a la familia el peso del desarrollo de la personalidad). Los efectos del ambiente específico parecen determinar la varianza total ambiental, V(A).
El efecto de la interacción genes x ambiente (Scarr y McCartney, 1983): los factores genéticos y ambientales "cooperan" a lo largo del desarrollo, dirigidos por el componente genético de manera que los ambientes específicos son muy importantes en el desarrollo de la personalidad. Por ejemplo, el trato diferencial que dan los progenitores a sus hijos, el orden de nacimiento, el sexo, la educación diferencial, las amistades o pares significativos, etc. estarían mediados por las disposiciones genéticas de los niños al inducir unos determinados ambientes que establecerían una interacción con la disposición inicial (el niño agresivo induce a sus progenitores respuestas agresivas de control, por ejemplo, al interactuar los dos factores: disposición temperamental-ambiente).
Hay que tener en cuenta los efectos de la edad y del sexo, que podrían variar los datos.
Actividad. Gattaca
Como punto de reflexión y debate, os aconsejamos ver la película Gattaca, dirigida por Andrew Niccol y protagonizada por Ethan Hawke, Uma Thurman y Jude Law. Resulta muy interesante por el planteamiento de la historia, que retoma la idea de Huxley en Un mundo feliz: ¿estamos determinados desde que nacemos? ¿Está el destino en los genes? La película describe una sociedad donde se ha desarrollado la técnica necesaria para poder ejercer una selección genética extrema. Todo individuo se somete nada más nacer a pruebas sanguíneas que determinan cómo será, basándose en porcentajes (conociendo los marcadores genéticos). Pero la manipulación genética asegura individuos sanos, sin taras de ningún tipo ni enfermedades, los "válidos", y al mismo tiempo supone una política discriminatoria que determina quién es válido y quién no para acceder a determinados trabajos o ejercer determinadas funciones. La historia que narra la película plantea que el conocimiento genético del individuo no asegura, necesariamente, lo que los genes determinan.

Bibliografía

Bibliografía básica
Carballeira Abella, M. (2004). Herencia-ambiente: orígenes de las diferencias individuales. En P. Matud et al. Psicología diferencial (cap. 1). Madrid: Biblioteca Nueva.
Bibliografía complementaria
Andrés Pueyo, A. (1997). La herencia y el medio en la determinación de las diferencias individuales. En Manual de psicología diferencial (cap. 11). Madrid: McGraw-Hill.
Eysenck, H. J. (1991). La confrontación sobre la inteligencia: ¿herencia-ambiente? Madrid: Pirámide.
Lewontin, R., Rose, S., y Kamin, L. (2003). No está en los genes. Racismo, ideología y genética. Barcelona: Ed. Critica.
Pinker, S. (2003). La tabla rasa: la negociación moderna de la naturaleza humana. Barcelona: Paidós.
Plomin, R., DeFries, J. C., y McClean, G. E. (2002). Genética de la conducta. Barcelona: Ariel.
Wright, W. (2000). Así nacemos: genes, conducta y personalidad. Madrid: Taurus.
Yela, M. (1996). Ambiente, herencia y conducta.Psicothema, 8, 187-228.